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Latinoamérica: una penosa realidad incompetente

No hay duda de que América Latina es uno de los continentes más hermosos y en el cual se encuentran tesoros naturales en montañas, selvas, bosques lluviosos, desiertos, y vida salvaje, más codiciados por las sociedades contemporáneas posmodernas.

No hay duda de que América Latina es uno de los continentes más hermosos y en el cual se encuentran tesoros naturales en montañas, selvas, bosques lluviosos, desiertos, y vida salvaje, más codiciados por las sociedades contemporáneas posmodernas.
Fuente de inspiración para grandes pintores, poetas, escritores e intelectuales que han colaborado para realizar un cambio social que aún no se ha representado totalmente y que sigue a la espera del ambiente propicio para su emplazamiento definitivo en torno a la equidad y la justicia.
Con una historia fascinante en la antigüedad que bien puede rivalizar con el antiguo Egipto, con una historia cruel y dolorosa durante la invasión de la España asesina, con una historia colonial desproporcionada y mezclada con una realidad sanguinaria, y posteriormente, con una historia contemporánea tibia y con retrocesos muy marcados, así es esta América Latina, cada vez más desigual y complaciente de la pobreza, la exclusión, las dictaduras, la corrupción, el trato desigual y la aceptación de la ilegalidad.América Latina ha experimentado una subordinación y dependencia constantes que sólo han sido causa de desesperación, inequidad y exclusión. A lo largo de 518 años, la región no ha sabido alcanzar el desarrollo ni eliminar los flagelos que la han consumido y que han sido causas de una disparidad y desigualdad tan marcadas que hacen reinar a la obscuridad en todas sus formas.Cada líder político debe propiciar los cambios necesarios que brinden un desarrollo basado en la unión para comprender finalmente que el progreso, la gobernabilidad y la gobernanza regionales pueden ser alcanzados sólo si se realizan los cambios direccionales para luchar seriamente contra la pobreza, para promover la reestructuración fiscal, para fortalecer el Estado por sobre el mercado y construir Estados de Derecho fuertes y dinámicos para alcanzar el desarrollo. La incompetencia política-económica-social actual de América Latina camina fiel junto a la coexistencia de regímenes caudillistas al lado de una serie de factores políticos y socio-económicos profundamente preocupantes que la condenan y la entierran cada día más y en donde, para variar, esos regímenes «democráticos» latinoamericanos conviven con un fuerte déficit en cuanto al Estado de Derecho que ignoran y se niegan conocer para que no se vean afectadas sus «intenciones ventajosas» difiriendo notablemente del modelo ofrecido por las democracias estables caracterizadas por la práctica de buen gobierno (good government), para que así los titulares de la administración pública sigan abusando normalmente de la confianza pública y usando los poderes y recursos públicos para sus asuntos privados, colectivizando las pérdidas e individualizando las ganancias!!!!.Resulta necesario el fortalecimiento estructural de acuerdo a los instrumentos formales que rigen a estas instituciones para así construir sociedades más aptas basadas en justicia, pertenencia, fraternidad y solidaridad, y sobre la base de una ciudadanía que pueda ser consciente dentro de su dimensión civil, política y social con cada uno de sus derechos y obligaciones, es decir; la formación de naciones cívicamente ordenadas de acuerdo a una ciudadanía libre y virtuosa, la categoría de ese ordenamiento bajo lo rural y lo urbano con las mismas posibilidades de crecimiento y de acuerdo a los nuevos discursos civilizadores del siglo XXI. Paradójicamente y como reflejo de los males de la región, la única institución fuerte en Latinoamérica es el ejército y las diferentes fuerzas policiales militarizadas: es aquí en donde el caudillismo, el populismo, la corrupción, la pobreza, la exclusión, la arbitrariedad, el error, la discriminación, el trato desigual y las desviaciones de poder ganan todas sus luchas, mientras que las instituciones más maliciosas, mentirosas, inconsistentes y quebradizas son las Cortes de Justicia: es aquí en donde las minorías pierden absolutamente todas sus luchas!!!!. ¿Este es el modelo del principio de legalidad que fomenta la región?…..En los inicios del nuevo siglo XXI, la gobernabilidad y gobernanza se tornan en dos de los principales pilares para la sostenibilidad del Estado y que deben consolidarse cada día más y en donde también se torna necesaria la constante participación que debe tener la ciudadanía como columna consecuente y coherente para la transmisión de ambas. La ciudadanía como estatuto jurídico!!!!.América Latina exige procesos de desarrollo de carácter interno junto a procesos adaptables a las ventajas comparativas con que se puede hacer frente al mercado que existe entre el centro y la periferia para romper con el paradigma de esa cansada dependencia critica, reconstituir las bases del saber autónomo y hacer prevalecer esos rasgos comparativos que dan forma a la economía eficiente, equitativa y sostenible. El proceso que permitirá a la región enrumbarse hacia el desarrollo es claro: una visión muy fuerte por parte de las naciones para crear verdaderos Estados de Derecho.

  • Sergio Campos Loaiza (Estudiante de Ciencias Políticas UCR)
  • Opinión
DemocracyInvasionSpain
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