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El escándalo tiene un reto

La tan manipulada Ley de Tránsito, ha servido para que muchos quieran que ahogue con multas criminales a la gente de bajos recursos.

La tan manipulada Ley de Tránsito, ha servido para que muchos quieran que ahogue con multas criminales a la gente de bajos recursos.
Otros, a falta de poder gravar algo, por el TLC, quieren convertir el tema del tránsito en recolector de impuestos, y con ello, detener el supuesto desarrollo tico, porque con esas multas lo único que lograremos es aumentar la delincuencia.
La retórica insulsa de que estamos ante una guerra sin cuartel en las carreteras, es la voz de los medios que les encanta la bulla porque genera audiencia. Nadie sale a la calle dispuesto a matar con el volante, los irresponsables están cubiertos por la ley: el que mata borracho va a la cárcel, así reza la nueva Ley. Las multas son tan asesinas como el ser que al volante mata borracho.
Pero con todas las variantes introducidas a la Ley, hay una que sigue contando: cárcel para el homicida por licor, y ya se dio. Por azares del destino el incriminado es hijo de un ex vicecanciller de la República y ex diputado, liberacionista (veremos si se está hablando en serio de la tan llevada y traída Ley) ahí está el chivo expiatorio, no por injerencia, sino por responsabilidad personal: ebrio, 0.96 alcohol en la sangre, mata a un ciclista el domingo 14 de marzo en la autopista a Cartago, y se da a la fuga. Veremos si cumple al menos con la prisión preventiva que le impusieron, o de verdad la ley es para quien no le pueda hacer frente con su peculio. Veremos…
La suerte está echada, los ticos estamos frente al paradigma de la Ley, veremos qué hay de cierto en ella. Apunten.

  • Pablo Merino (Productor audiovisual)
  • Opinión
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