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Conferencista Athina Markou, de la Universidad de California, habló del síndrome de abstinencia del psicoestímulo en la UCR
Los factores emocionales que surgen tras abandonar las drogas pueden llegar a ser factores más poderosos que los mismos efectos fisiológicos.
Así lo expuso la doctora Athina Markou, de la Universidad de California, en San Diego, quien junto con el doctor Mark Geyer, del mismo centro, estuvieron de visita en la Universidad de Costa Rica (UCR) como invitados de la Facultad de Farmacia y de la Escuela de Psicología para dar una serie de conferencias relacionadas con el consumo de drogas y la esquizofrenia.
Markou, quien es profesora del Departamento de Psiquiatría de esa universidad, es además profesora adjunta en el Departamento de Neurociencias Moleculares e Integrales del Instituto Scripps, y su especialidad en investigación se basa en el estudio de tres desórdenes psiquiátricos: dependencia de la nicotina, depresión y esquizofrenia.En la UCR, la experta dio la charla El síndrome de abstinencia del psicoestímulo y la recaída a la búsqueda de drogas: rol del estímulo condicionado y el estrés.
DROGAS QUE ENTRISTECEN
Markou ha hecho estudios acerca de la adicción a la cocaína, y más recientemente a la dependencia a la nicotina, la cual es el principal ingrediente pscicoactivo (es decir, que altera las funciones del Sistema Nervioso Central) del tabaquismo.
“La mayoría de nuestras investigaciones se concentran en el aspecto emocional, afectivo, de las drogas, como es el caso de la depresión y ansiedad, que según el tipo de droga y el grado de consumo, pueden llegar a contribuir a una recaída más que las necesidades fisiológicas, tras su cese”, indicó la experta.
Esta es una hipótesis que ella y varios equipos de investigadores han venido estudiando mediante modelos animales, para desarrollar medicamentos para el tratamiento de la adicción a las drogas. Según explicó, las drogas actúan en dos sistemas neutrotransmisores en el cerebro (ayudan a la comunicación de las neuronas a través de señales eléctricas), llamados GABA y Glutamato, dando como resultado alteraciones en ellos: el primero inhiben estas conducciones eléctricas, mientras que el segundo las sensibiliza.
Esto significa que, dependiendo del tipo de drogas, hay efectos distintos en las personas, como capacidad de reacción y emociones, al manipularse muy sutilmente el balance entre estos dos sistemas. Esto es lo que se llama el síndrome de abstinencia, que es el conjunto de reacciones que se manifiestan tras cesar el consumo de una o más drogas.
“Hemos demostrado en estudios animales que podemos reducir el efecto placentero de las drogas autoadministradas y bloquear la búsqueda de drogas hacia recaída, que se da especialmente tras su uso”, agregó Markou.
CÍRCULO VICIOSO
El síndrome de abstinencia es como un ciclo, según la investigadora. “Consumir droga puede generar estrés, ansiedad. El dejar de consumirla provoca varias reacciones fisiológicas, pero según nuestras investigaciones son fácilmente superables por los adictos. Sin embargo, la ansiedad y el estrés no. Estos son producidos por querer la droga, así que puede llevar a la persona a una recaída; es como un ciclo”.
La psicóloga Jennifer Díaz, directora de la Clínica Despertares en Sabanilla de Montes de Oca, se refirió a las declaraciones de Markou acerca de este síndrome.
“Efectivamente, el síndrome de abstinencia viene a ser lo que popularmente se conoce como ‘goma moral’. Dependiendo de la droga que se utilice, puede tener varias reacciones. En nicotina o cocaína, la gente tiene ansiedad; desde la parte psicológica, vienen pensamientos recurrentes sobre el querer utilizar la droga, llamados pensamientos intrusivos. Hay irritabilidad, incomodidad, depresión, que incluso puede generar una visión suicida”, explicó.
“Lo que los afecta más es la asociación mental de que ‘si consumo se me pasa’, y es lo que los lleva a volver a consumir”, agregó Díaz.
La psicóloga explicó que aunque la manera más integral para abandonar el consumo es a través de un internamiento, ya que hay estabilización médica, tratamiento psicológico, ayuda y seguimiento a la familia, “el adicto nunca se cura”.
Markou comentó durante su charla que la persona que quiere dejar de consumir droga debe cambiar drásticamente su estilo de vida.
“Hay dos tipos de recordatorios; los internos (como el mismo síndrome de abstinencia), recuerdan al adicto que debe y quiere consumir. Los externos pueden ser desde el olor del dinero, hasta mirar una jeringa o un amigo: aunque estén sobrios después de un año, el solo hecho de que haya un estímulo que recuerde algún momento en que se consumió, provocará que el cuerpo desee de nuevo esa droga”, mencionó Markou.
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