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La volatilidad del tipo de cambio del dólar, con una tendencia a la baja en los últimos meses, golpea a empresarios turísticos y exportadores, principalmente del sector agrícola, por el aumento de costos y la pérdida de competitividad que les genera la apreciación del colón.
La volatilidad del tipo de cambio del dólar, con una tendencia a la baja en los últimos meses, golpea a empresarios turísticos y exportadores, principalmente del sector agrícola, por el aumento de costos y la pérdida de competitividad que les genera la apreciación del colón.
La situación preocupa al menos a la Cámara de Exportadores de Costa Rica CADEXCO) y la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR), que están estudiando medidas alternativas para proponerlas a las autoridades del nuevo Gobierno, a fin de evitar la pérdida de competitividad de las empresas.
“Hay una preocupación considerable, no solo para el sector exportador, sino porque tenemos la percepción de que esto puede afectar la economía costarricense en general. Lo que sí estamos claros es que hay una repercusión en el sector exportador y el turismo”, dijo Mónica Araya, presidenta de CADEXCO.
Los que han tenido mayores problemas son empresarios de piña, banano y otros del sector agrícola y agroindustrial. Hay una pérdida de competitividad por la apreciación del colón entre un 14 y un 17%, puntualizó.
Mientras tanto, economistas advierten que otros sectores se ven beneficiados con la política económica. En un foro de economistas realizado el mes pasado en la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Juan Manuel Villasuso apuntó al sector financiero como uno de los privilegiados (ver recuadro “Un grupo sí se privilegia”).
La presidenta de CADEXCO dijo que hay una volatilidad importante del tipo de cambio y, por otro lado, no se ha visto una reducción en los costos de materias primas, ni de ciertos productos y servicios, en contraste con lo que dice el Banco Central de que ha bajado la inflación y han mejorado las condiciones.
La Cámara había tenido reportes de algunos exportadores de que ya no estaban incentivando encadenamientos con empresas locales por razones de costos, y en su lugar se estaba incentivando la importación de materias primas.
Dos estudios hechos, uno de un economista privado y otro de la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER) que la directiva de CAEXPO conoció la semana pasada, confirman esa situación. Lo que preocupa es que a corto y mediano plazo, si continúa la volatilidad, pueda haber un incremento del desempleo y un deterioro de la situación fiscal, porque al dejar de tener ingresos el sector exportador y el turismo, el fisco se afecta, por lo que éste es un tema que atañe no solo a un sector sino que tiene repercusión nacional.
La situación ha obligado a algunas empresas a despedir gente ya, pero no lo han querido hacer público, dijo Araya.Añadió que se ha estado viendo la posibilidad de redistribuir de alguna manera la producción de pequeñas y medianas empresas en el mercado local, pero ni por el tamaño del mercado ni por el precio los productores pueden competir como para lograr establecer al menos un balance en relación con las pérdidas.
El estudio confirmó que por la falta de profundidad del mercado al costarricense no le ha llegado el beneficio de la baja de la inflación de la que habla el Banco Central. Es cierto que en términos nominales la inflación ha bajado, pero en términos reales no le está llegando al costarricense; el beneficio les está llegando solo a algunos sectores, apuntó Araya.
Doris Osterloff, exviceministra de Comercio Exterior, señaló que la apreciación del colón ha afectado a todo el sector exportador, pero en particular ha sido un golpe muy duro para los productores agrícolas, sobre todo pequeños y medianos.“Están siendo víctimas de la inestabilidad del tipo de cambio en un momento en que hay crisis económica a nivel internacional y los mercados no se han recuperado completamente, y se ocupa más bien estimular las exportaciones, principalmente las de empresas pequeñas y medianas”, comentó.
Dijo que estos sectores ya habían sido muy afectados por la crisis externa, y ahora además reciben un golpe interno con el tipo de cambio. Algunas de estas empresas no pueden soportar una baja del tipo de cambio de la envergadura como la que se ha dado. Son empresas de mucho valor agregado, que reciben sus pagos en dólares y los tienen que convertir en colones para pagar todos sus gastos internos, y la apreciación del colón significa que reciben menos por cada dólar.
Osterloff es del criterio de que las nuevas autoridades de Comercio Exterior, el Ministerio de Agricultura y el Banco Central deberían abocarse de inmediato a una revisión y tomar medidas para ayudar a bajar los costos de producción nacionales. Deberían revisar por ejemplo si hay algunas medidas que alejan la competitividad y son obstáculos que estén incidiendo en los costos de producción y que pudieran ser aliviadas.
Por su parte, Mauricio Céspedes, director ejecutivo de CANATUR, dijo que el sector del turismo también hay preocupación por el alza del colón, que ha repercutido en una baja de la facturación y el hueco que esto está causando en los flujos de caja de las empresas.
Explicó que la facturación de la empresa turística la mayoría de las veces se da en dólares, porque se trabaja en mayor parte con el mercado norteamericano, y el turista que viene al país acostumbra manejar dólares.
Las empresas reciben dólares, pero tienen costos en colones por el pago a proveedores, salarios, seguridad social y otros. Por la diferencia cambiaria, sus ingresos se han visto fuertemente reducidos y la situación se está tornando difícil.
Mencionó el caso de un empresario turístico que factura unos $100.000 dólares mensuales en promedio y recientemente le relataba que con el cambio actual está dejando de facturar ¢5,5 millones, en comparación con lo que facturaba cuando el dólar se cotizaba a ¢570.
“El problema es doble, porque nos está agarrando cuando el sector está haciendo todo lo posible por salir de la famosa crisis económica, en la que el sector fue el más afectado, y tras de eso se viene esto”, relató Céspedes.
El turismo es la principal actividad económica y la primera fuente de divisas de Costa Rica.
Preguntado sobre si considera que se debe mantener el sistema de bandas cambiarias, dijo que al dejar el Banco Central el precio del dólar a la libre oferta y demanda, se “genera una volatilidad e incertidumbre que preocupa. Lo vimos en los últimos días en que el dólar subió a cerca de ¢540, pero otra vez va para abajo, y ya uno no sabe ni qué hacer.”
Dijo que el tema se ha visto en la junta directiva de CANATUR y se está pensando hacer un planteamiento al Gobierno.
PRIORIDAD
La presidenta de CADEXCO dijo que habló sobre el tema con la Ministra de Comercio Exterior, Anabel González, y le expresó que después de la negociación con la Unión Europea, la primera prioridad es abordar lo del tipo de cambio.
Al cierre de esta edición, la ministra se hallaba con la delegación que encabezaba en Europa la presidenta Laura Chinchilla, y que trataba de salvar los últimos obstáculos para culminar la negociación de un acuerdo de asociación entre Centroamérica y la UE iniciada en el 2007.
En cuanto a si cree que el sistema de bandas cambiarias ha resultado, opinó que si el objetivo de dejar la cotización del dólar dentro del esquema de bandas era bajar la inflación, como dice el Banco Central, lo que se ve es que “la inflación en números generales se ha reducido, pero a nosotros no nos interesa que la inflación baje si al final de cuentas el costarricense no se ve beneficiado. Y efectivamente, no se está viendo beneficiado ni el exportador, ni el turismo, ni el consumidor en general; se está beneficiando un grupo.”
“Entonces cuando doña Laura está planteando un proceso de reactivación económica es importante revisar si el mecanismo va a seguir siendo la fluctuación del tipo de cambio, porque lo que hemos visto es que genera incertidumbre.”
Por eso, a CADEXCO le interesa sentarse a conversar con las autoridades del nuevo Gobierno, para ver cuáles son las opciones que se están planteando para la reactivación del sector.
Un grupo sí se privilegia
Juan Manuel Villasuso, profesor de la Universidad de Costa Rica, advirtió que la crisis económica sirvió para que se dejara de discutir de aspectos fundamentales de la economía política como la distribución y la equidad, y parece que el nuevo Gobierno el tema ni siquiera se lo va a plantear.Consideró que éste va a ser un Gobierno que va a administrar las tendencias, y administrar las tendencias significa en algunos casos profundizar cosas negativas que se han venido haciendo. Para ilustrar mencionó el papel del sector financiero. La economía costarricense en los últimos años ha sido una economía que ha privilegiado fundamentalmente al sector financiero. Este grupo es que el ha crecido con mayor rapidez, de manera continua, más del 10% anual en los últimos años.Después de una rápida expansión, cuando se produjo la liberalización a mediados de los años 80, de pronto comenzó a concentrarse y en estos momentos el número de bancos se ha reducido respecto de lo que teníamos hace diez años, y se han hecho más grandes.Es posiblemente el sector que más privilegios tiene. Por ejemplo, en la parte tributaria paga tasas mucho menores que las que pagan los otros factores de producción: el trabajo y el propio capital que no es financiero.Vemos, además, la relevancia que tienen las figuras que están en el sector financiero desde el punto de vista político y de las posiciones que ocupan en los centros de toma de decisiones. No solo el Vicepresidente de la República (Luis Liberman) viene del sector financiero y es una de las figuras más connotadas del sector, sino que si se revisa lo que ocurre en los principales centros de toma de decisiones (como el Banco Central y el Ministerio de Hacienda), nos damos cuenta que las personas que han pasado por esas instituciones vienen directamente del sector financiero.De tal manera que llegan a esas posiciones de poder y ponen a estas instituciones públicas, que debían pensar en el bien común, al servicio de sus propios intereses. Porque no me imagino al que viene del sector privado y va a estar de manera transitoria en un puesto público, y que después va a volver al sector financiero, tomando medidas en las instituciones públicas en contra de sus propios intereses o los de sus amigos.No estoy diciendo que sean malas personas o que sean corruptas, simplemente es que tienen una visión de mundo y piensan que lo que les beneficia a ellos y a su sector beneficia también al país, apuntó Villasuso.
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