Abrir Noticia Guardar

La política partidista y la función pública

En la Sesión del Concejo Municipal de Montes de Oca,  el pasado 19 de abril, el Alcalde, Lic. Fernando Trejos, solicitó autorización para realizar por contratación privada la reparación de varias calles. Pidió -literalmente- a los 5 munícipes salientes (el 8 de mayo) apoyar su propuesta y no hacer lo de las “vacas”.

En la Sesión del Concejo Municipal de Montes de Oca,  el pasado 19 de abril, el Alcalde, Lic. Fernando Trejos, solicitó autorización para realizar por contratación privada la reparación de varias calles. Pidió -literalmente- a los 5 munícipes salientes (el 8 de mayo) apoyar su propuesta y no hacer lo de las “vacas”.
La solicitud fue rechazada 4 votos contra 3. Los 7 regidores estaban de acuerdo en hacer las obras, pero una mayoría se comportó como temía el Acalde, al desechar su propuesta de “contratar” tales obras y presentaron en su lugar un compromiso escrito del Ministerio de Transportes y Obras Públicas, en el sentido de que el MOPT aportaría la maquinaria y la Municipalidad el asfalto, lo cual pretendía multiplicar los recursos del gobierno local y hacer otras obras más.
La votación causó controversia, la mayoría del grupo de ciudadanos presentes en las barras apoyaron al Alcalde y su propuesta para una “contratación privada”, otros preferían aprovechar los recursos ofrecidos por el MOPT, diferencias de criterio que son razonables en una democracia. Lo que sí me causó una enorme sorpresa fue ver al Sr. Acalde en medio del desorden que se generó, abandonar su silla en la mesa principal para mezclarse con el público, repartir documentos a favor de su tesis, argumentar que el MOPT no haría tales obras, pues muchas veces había incumplido antes compromisos similares, que siempre los mismos (sus adversarios políticos) se oponían a sus proyectos y que él aspiraría a la reelección en la Alcaldía.
El salón municipal (en el que podían estar 20 personas, pero que terminaron dejando entrar a todos los que llegaron, unas 30), se convirtió en una plaza pública, haciendo el Sr. Alcalde promesas de reparar las calles de los vecinos ahí presentes por la vía más rápida, mediante “contratación privada” y descalificando las demás propuestas. En los Estados Unidos y otros países es legal que aun el Presidente de la República pueda hacer “campaña” estando en funciones, pero en nuestro país la legislación lo prohíbe, a pesar de lo cual se sigue violentando la ley por quienes aspiran a puestos de elección popular sin haber concluido su nombramiento anterior, ofreciendo obras con recursos de los mimos ciudadanos, todo en su afán de hacer “adeptos” y “comprar clientes”, nefasto clientelismo político que todavía practican partidos tradicionales y que algunos ciudadanos ingenuos alimentan.  El Sr. Alcalde había presupuestado 12 obras por 93 millones, el Consejo aprobó 13 proyectos por 98 millones, se disponía de un presupuesto de 103 millones. Ante esa situación el Alcalde posteriormente vetó la decisión del Consejo para mantener su propuesta, argumentando que haría los trabajos adicionales con otras contrataciones. Su intención era no sobrepasar el límite de los 94.7 millones de una contratación privada y evitarse un mecanismo mucho más transparente aunque más laborioso, el de una licitación pública.Un informe de la Auditoría municipal (No. 08-2009) establece que durante el año 2009 la administración “subejecutó una cantidad considerable de los recursos presupuestados en obra pública… un porcentaje de ejecución del 57%”. Esto hace pensar también que se acumularon los recursos para ser gastados en un año electoral: el 2010, en el que el Sr. Alcalde pretende ser de nuevo candidato.

  • Gerardo Fumero Paniagua (Ingeniero)
  • Opinión
Democracy
Notas

Este documento no posee notas.