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Nietzsche y los dos espíritus

Dos espíritus gobiernan o reinan en el espíritu o alma humana: el espíritu de pesadez y el espíritu de levedad. En el aprendizaje del conocimiento de sí  mismo la capacitación de estos espíritus es fundamental.

Dos espíritus gobiernan o reinan en el espíritu o alma humana: el espíritu de pesadez y el espíritu de levedad. En el aprendizaje del conocimiento de sí  mismo la capacitación de estos espíritus es fundamental.
Como muchos sabios de la antigüedad, Nietzsche se entera de la existencia de dos mundos mentales opuestos, contrarios. En el camino de la sabiduría reconocer esto es dar un salto enorme.      Nietzsche afirma la existencia del espíritu o alma como lo hiciera Sócrates y  Platón, Heráclito y  Empédocles, Anaximandro y Descartes. Nietzsche no es un filósofo materialista: es un sabio espiritual. La levedad y la pesadez son expresiones espirituales, no físicas. Espirituales o mentales, si usted prefiere.     El controversial filósofo sueña o desea convertir al mundo en un lugar más leve, más ligero, más liviano. En efecto, en su famoso libro “Así habló Zaratustra”, en el apartado titulado “Del espíritu de pesadez”, Nietzsche llama a la tierra “La ligera”. El viejo ideal de la levedad renace otra vez en Nietzsche.
Nietzsche declara la guerra al espíritu de pesadez que se expresa en valores (axiología), alimento, costumbres. Para ejercitarse en el arte de la levedad, Nietzsche invita al hombre a danzar, a bailar, a correr, a trotar, a caminar, a sudar. El esfuerzo físico trae consigo sentimientos de levedad.      Por el capítulo citado del “Zaratustra” nos enteramos que el filósofo montañero ponía en práctica la conquista de la levedad. Nos enteramos que Nietzsche corría, trotaba, danzaba, bailaba, caminaba, documento biográfico de un hombre consecuente con sus  ideas: el vitalismo solo es posible si se declara la guerra al espíritu de pesadez: la pereza, la amargura, el mal carácter, el pesimismo, la impaciencia, que son gobernados por el espíritu.      El espíritu de pesadez nos lleva hacia abajo, el espíritu de levedad hacia arriba. Correr o trotar debe ser como flotar: las piernas deben de sentirse livianas, ligeras, leves, libres, es decir no pesadas. Estados anímicos como el orgullo, el egoísmo, el matonismo, el autoritarismo, el mal modo o carácter, la arrogancia, el odio, el sadismo, el masoquismo, son gobernados por el espíritu de pesadez.      La conquista de la levedad se convierte en un valor o ideal importantísimo. Para el acceso a la felicidad y la libertad, la victoria sobre el espíritu de pesadez nos garantiza la realización de tales ideales.Dos personajes de la historia que vencieron al espíritu de pesadez: Jesús y  Laotse; por esto Jesús podía caminar sobre el agua. Kane, el personaje principal de la serie televisiva “Kung Fu”, puede caminar sobre el papel de arroz y no dañarlo ni arrugarlo por que venció al espíritu de pesadez; es la elección que quieren enseñarnos. 

  • Héctor Andrés Naranjo (Ciudadano)
  • Opinión
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