“Pa eso tenemos mayoría”, ha sido el argumento para aprobar cualquier proyecto de ley por el solo hecho de que cuente con los votos suficientes, sin importar datos, evidencias, hechos o razones en contrario.
Fue consigna del G-38 para aprobar la Agenda de Implementación, fiel a la “línea del Partido” antes que al interés de las mayorías.
Es la misma actitud en un Foro en el que solo participan defensores de la misma tesis, v. g. Nuestra Voz del 20/07/2010.
Participaron el Ministro y la Vice Ministra del MINAET, el Jerarca de la SUTEL y representantes de dos empresas privadas. “El ICE y los usuarios tuvieron los micrófonos abiertos, podían llamar cuando quisieran”. ¡Pluralismo y democracia de una Prensa complaciente!
Tal y como sucede en un partido cuando los 22 juegan para el mismo lado, un gol en contra solo sucede por accidente y los “penales” a que aludió el Sr. Ministro, solo podrían entrar en el marco de un ICE “sin defensas y sin portero”, aunque la retórica del gobierno es que lo “fortaleció”.
En esas condiciones se presumen verdades absolutas argumentos como los que ahí se esgrimieron: 1) “Que la apertura en telecomunicaciones solo beneficia al usuario”. Efectivamente algunos usuarios se verán beneficiados, principalmente las empresas que generan tráfico internacional, cuyas tarifas bajarán.
Pero en cambio miles que hoy tienen un servicio -fijo o móvil- de “pospago”, gracias a las tarifas básicas subsidiadas del ICE se verán obligados a cambiar su servicio por uno de “prepago”, cuando les suban esas tarifas como consecuencia del rebalanceo tarifario, que la Aresep y la Sutel se han negado a aprobar por años, pero que no podrá obviar para siempre, (lo obligarán los operadores móviles).
2) “Que el país se beneficiará con nuevas inversiones y fuentes de empleo”. Ciertamente la apertura generará nuevas inversiones y empleos, pero no “Trabajo para Los Costarricenses”, como se prometió con el TLC, sino solo para unos pocos. Pero no serán de gratis, miles de usuarios que hoy disfrutan de un servicio con contrato y consumen a los precios más bajos del mundo, se verán obligados a sustituirlo por uno de prepago, reducir su consumo y aun así a pagar más, para cubrir los mayores costos que implica tener varias y no una sola red integrada, los costos de la regulación y las utilidades de la empresa privada. Para generar unos cientos de empleos, miles de usuario sacrificarán o limitarán su consumo y pagarán más. Además, las inversiones extranjeras producirán dividendos que se exportarán, agravando el déficit de la balanza de pagos del país.
3) “Que la interconexión es un gran negocio para el ICE”. Por supuesto que lo es a precios de $0.18 o $0.20, como en Brasil, México y Venezuela, pero es una gran ruina a los $0.04 que fijó la Sutel para tráfico terminado en la red celular del ICE. A esas tarifas estaríamos “vendiendo pesos a peseta”, como decía mi abuelita. $0.11 es apenas el promedio latinoamericano y lo que el ICE propuso.
Lo más bochornoso de todo este entramado de oscuros intereses es la manipulación de la opinión pública y el engaño a que una y otra vez someten al pueblo, que sigue adormecido con cantos de sirenas y cuentos de hadas madrinas, como los que ahora les susurran al oído también con el Proyecto de Ley General de Electricidad.
Lo mínimo que se esperaría del grupo que ha gobernado este país durante los últimos 25 años es que sea congruente con las reformas neoliberales que han impuesto, enfrentando las consecuencias y el costo político que conlleva.
El rebalanceo tarifario en telecomunicaciones es una de esas consecuencias, ¿o preferirán desaparecer al ICE?, lo cual ciertamente serviría aun mejor a sus intereses.