Cero victorias en dos presentaciones no es buen mensaje para el entrenador.
Terminado el partido en Kingston, con victoria de Jamaica ante Costa Rica 1-0, no estaba definida la situación de Ricardo Lavolpe. Se especuló que el estratega argentino que trabaja en México, podía estampar su firma como nuevo director técnico de la Selección Nacional en la propia isla caribeña, pero ese domingo el evento no se dio.
En todo caso, don Ricardo es el principal candidato a entrenar nuestra tricolor y podría ser que al leer estas líneas, ya haya sido confirmado en el puesto.
 
Es de suponer que el técnico que llevó a México al Mundial de Alemania 2006, tuvo la paciencia o mínimo, por meros intereses laborales de presenciar el par de partidos que jugó Costa Rica, el primero en Panamá con empate 2-2 y este otro en Jamaica con derrota 1-0. Ya sabemos que su yerno y futuro asistente técnico en caso de venir a Costa Rica, Flavio Davino, acompañó a la delegación nacional a esta pequeña excursión, donde se suponía por la modestia de los rivales, se debió retornar con resultados más decorosos.
Lavolpe, si es honesto, ha de hallarse preocupado, aunque su verbo se acomode de inmediato a los intereses del eventual fichaje, esto, porque la Selección Nacional enseñó una mediocridad y una falta de fútbol moderno en este par de presentaciones, apenas para confirmar que no merecíamos estar en Sudáfrica 2010 y que nuestro deporte preferido no avanza; está estancado y toca a Ricardo Lavolpe, si viene, sacarlo del pozo.
Y el tema de la crítica o del cuestionamiento al escaso fútbol que se le presentó a canaleros y jamaiquinos, no pasa por Rónald González, técnico interino de la Selección Mayor, quien cumple en el engranaje de la Federación de Fútbol con otros intereses que se apartan del lejano Brasil 14 y se acercan más a las Olimpiadas de Londres 2012.
La Costa Rica que empató con Panamá y perdió ante Jamaica, fue más olímpica que mayor y en este sentido, a González le sirvió el fogueo para mirar y analizar el comportamiento de jóvenes futbolistas que no fueron “sus mundialistas” en Egipto, donde se lucieron con el cuarto lugar, pero tampoco forman parte del grupo de élite que compitió en los mundiales de Corea y Alemania y perdió en las eliminatorias al mundial sudafricano.
Si repasamos la lista de convocados a este corto y negativo periplo en cuanto a resultados se refiere, seleccionamos del Mundial en Egipto únicamente a los jugadores, José Mena, Pedro Leal, Ricardo Blanco, Roy Smith y Josué Martínez, cuota mínima de la generación de futbolistas en que los ticos depositamos las mayores esperanzar e ilusiones.
BASE COMBINADA
La nómina que jugó muy poco al fútbol en el estadio Rommel Fernández de Panamá y que descendió de calidad ante Jamaica, fue una mezcla de jugadores ya fogueados en eliminatorias y mundiales, aunque jóvenes en edad y otra generación intermedia de veinteañeros que no fueron a Egipto, pero que no han formado parte del grupo de élite, aquel de Ricardo González, Víctor Cordero, Luis Marín, Walter Centeno, Rónald Gómez, Víctor Núñez, Froylán Ledezma, Rolando Fonseca y muchos más que, a menos que Ricardo Lavolpe opine lo contrario, jugaron su último partido con la tricolor en el Estadio Centenario, cuando Uruguay nos sacó de Sudáfrica.
Los jóvenes veteranos que jugaron tan modestamente en esta gira son el portero Adrián De Lemos; los defensas Douglas Sequeira, Roy Miller y Junior Díaz; los mediocampistas Celso Borges, Armando Alonso y Michael Barrantes y los delanteros Bryan Ruiz y Alvaro Saborío.
El grupo intermedio en el que Rónald González ha puesto especial atención y ha dado varias horas de fútbol en los últimos fogueos, lo conformaron ante Panamá y Jamaica, el portero Patrick Pemberton; el defensa Heiner Mora; los volantes José Miguel Cubero, Manfred Russell, Juan Gabriel Guzmán, Juan Diego Monge y Álvaro Sánchez y el atacante Argenis Fernández.
Con este grupo de jugadores, a Costa Rica debió alcanzarle para sacar mejores resultados en este corto fogueo, pero estos no se dieron. Las dos presentaciones han sido de las más pobres que ha dado la tricolor bajo el mando de Rónald González, pues incluso en el llamado “Mundialito”, Costa Rica se presentó más dignamente ante Francia, Suiza y Eslovenia. Incluso se les ganó a los suizos, una selección por mucho, superior a la panameña o jamaiquina.
SEÑAL A LAVOLPE
En este par de partidos de fogueo, Ricardo Lavolpe podrá analizar el trabajo de una veintena de jugadores que lo cumplieron con mala nota; Panamá jugó mucho mejor que la tricolor y Jamaica nos derrotó sin que le presentáramos la mínima oposición.En 90 minutos, el portero de Jamaica, Mike Miller no tuvo una sola intervención apremiante, básicamente porque los nuestros juegan para atrás y con cero vértigo ofensivo.
Costa Rica se presentó sin imaginación, inofensiva, con poco fútbol asociado y sin ninguna potencia en la línea de ataque, a pesar del buen partido de Álvaro Saborío en Panamá. En los dos partidos el juego se cargó sobre la línea defensiva, donde el técnico hizo repetir a tres zagueros en el fondo: Mena, Miller y Díaz que cargaron la cruz de la expedición.
De firmar como nuevo timonel de Costa Rica, ya el argentino sabe que aparte de estos 25 jugadores, hay otra base de 20 futbolistas que se lucieron en Egipto y ya brillan en el campeonato nacional, casos de los manudos Ureña, Guevara y Estrada; el morado Guzmán; el florense Hernández y los legionarios Alvarado, Oviedo, Gamboa y Madrigal entre otros, más otro grupo intermedio donde se lucen Keylor Navas, Giancarlo González, Alexánder Robinson, Pablo Herrera, Fernando Paniagua, Josimar Arias, los hermanos Scott, Juan Vicente Solís, José Villalobos, Randall Brenes y muchos más.
Mano de obra suficiente pero, pareciera que deficiente.
Hay que pulirla, trabajarla, regañarla, advertirla y para eso, se supone, se traerá o se trajo a Ricardo LavolpeLa primera impresión para el técnico, ha sido negativa, aunque diga otra cosa: contra Panamá y Jamaica, Costa Rica jugó muy mal al fútbol.