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El Gobierno se encuentra en una encrucijada: por un lado, es urgente una reforma fiscal que genere recursos frescos para atender compromisos de campaña, consolidar el proceso de recuperación de la economía y la generación de empleos; por otra parte, esa reforma no debería afectar el ingreso disponible de los agentes económicos que se requiere para iniciar la recuperación económica.
La economía nacional crecerá poco en el año 2010, mientras que el déficit fiscal heredado del Gobierno anterior se ubicará entre 4.5% y 5% del Producto Interno Bruto (PIB), haciendo necesario el endeudamiento interno y externo del Gobierno, así como ajustes en el gasto e ingresos.
Los principales sectores productivos han mostrado un menor dinamismo en mayo 2010, con respecto a los meses posteriores a noviembre 2009, cuando se inició una recuperación de la economía. El Índice mensual de actividad económica (IMAE) ha mostrado durante los 5 primeros meses del año 2010 un mayor dinamismo.
La mayor actividad económica se presentó en los tres primeros meses, para luego disminuir el ritmo de la recuperación, ubicándose en mayo 3.7% con respecto al mismo mes del 2009. El nivel actual de actividad económica se encuentra similar a dos años atrás.
Los empresarios tienen poca certidumbre sobre el futuro de la economía, situación que lleva a que no estén dispuestos a llevar a cabo proyectos de inversión, máxime que durante el año 2009, sus estados financieros sufrieron las consecuencias de la crisis económica. El uso del crédito para actividades productivas ha evidenciado en el primer semestre un bajo crecimiento, signo de la poca confianza del empresariado al comportamiento de la economía nacional e internacional.
El poco dinamismo de la economía tiene un efecto negativo sobre la demanda de trabajadores por parte de las empresas, lo cual crea un ambiente de preocupación para las personas que buscan un trabajo. Todos los indicadores que miden el empleo establecen que durante el año 2009 se dio un deterioro; esta situación es similar para el año 2010. Así pues, para el año 2009 la tasa de desempleo abierto pasó a ser el 7.9%, el más alto en más de una década.
El deterioro de la situación fiscal del país fue minimizado y las acciones propuestas por el gobierno para corregir el déficit no son claras. El plan de gobierno del Partido Liberación Nacional (PLN) planteó la necesidad de más equidad en el pago de los tributos y un leve aumento en la carga tributaria.
Sin embargo, se ha tenido cierto temor en hacer un planteamiento de reforma fiscal que solucione problemas coyunturales y estructurales, dado el aumento del déficit alrededor del 5% y la carga tributaria menor al 14% que tiene el país, insuficiente para acometer el Estado las tareas que se requieren.
En general, en caso de no tener la economía una razonable recuperación en el año 2010 y no volver a los niveles de actividad precrisis en el 2011, el déficit fiscal pondrá en peligro la estabilidad macroeconómica; además se tendrían consecuencias sociales, en especial en los índices de pobreza.
El Gobierno ha mostrado falta de claridad del rumbo que pretende seguir, sin lograr crear la confianza necesaria en el ámbito económico, que incentive la economía y que rompa con la incertidumbre que han tenido los sectores productivos. Hay además cierta contradicción interna en el PLN, entre llevar a cabo una reforma progresiva que cobre al que más tiene y el mantener la situación actual. Entre ambas se encuentra el peligro del incremento del déficit fiscal a niveles que pongan en peligro la estabilidad macroeconómica y la dinamización de la economía.
Las medidas más efectivas para dinamizar la actividad económica en el corto plazo, está dada por la inversión pública directa (pequeños proyectos de infraestructura vial, salud y educación y disponibilidad de recursos para vivienda de interés social y para la clase media), lo cual topa con la precariedad de la situación fiscal y la dificultad de su ejecución en la administración pública, en tiempos tan cortos como los que son requeridos.
Resulta necesario en las condiciones actuales de la economía internacional y local, un plan de acción de corto plazo para dinamizar la economía.
Es urgente que el Gobierno defina sus prioridades: reactivación económica, con un sistema tributario justo, o bien, no hacer nada y mantenerse en la indefinición. Se requiere, disminuir el déficit mediante la eficientización, disminución de la evasión y una reforma fiscal progresiva, con estímulos al sector productivo, creación de nuevos exportadores y mercados, junto con programas sociales para quien lo necesita.
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