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Hace ocho años Erica Knie, una visionaria de nacionalidad suiza, se enamoró de nuestro mar Pacífico. Asombrada por su riqueza decidió crear la Fundación MarViva, para ayudar al país en sus esfuerzos por proteger los ambientes marinos y asegurar el desarrollo sostenible de los pobladores costeros.
Su sueño fue ver un mar sano y saludable, que sirviera de base para el desarrollo de los pueblos costeros. A pesar de que ella no vivió para celebrar los ocho años de la Fundación, en este tiempo su obra se ha extendido y consolidado. Hoy, las agencias estatales y los pobladores costeros de Panamá, Costa Rica y Colombia reciben el apoyo de Fundación MarViva, en acciones de conservación y desarrollo de sus mares.
En colaboración con agencias estatales, organizaciones comunitarias, organismos internacionales y otros interesados, MarViva ha logrado incrementar la protección de varias áreas marinas protegidas, ha aumentado sensiblemente la conciencia de la población por proteger nuestros mares, ha promovido la generación de normas y políticas, y ha apoyado el desarrollo de alternativas productivas en comunidades costeras.Como muchos otros países, escasamente reconocemos que el mar encierra una gran riqueza biológica y es una fuente de producción pesquera, de la que dependen miles de personas. Nuestros mares ofrecen además, docenas de otros recursos y usos que pueden brindar bienestar y desarrollo al país, si logramos manejarlos adecuadamente. Muchos de estos usos y recursos, como la generación eólica y la maricultura, recién se están desarrollando.El desconocimiento del valor del mar y sus recursos ha permitido la sobreexplotación pesquera, la contaminación de nuestras costas y la ausencia de políticas de ordenamiento de las actividades humanas en este extenso territorio. Hoy en día los impactos son evidentes. Muchas de las pesquerías han colapsado, hay playas que son insalubres para el turista, una mínima parte de nuestros mares jurisdiccionales están protegidos y se observan grandes vacíos en políticas y leyes sobre el tema marino.Aun así, el cambio se empieza a sentir. Penosamente lento, pero se percibe un cambio en pro de la conservación de los mares. Los temas de la conservación del mar, del ordenamiento de los usos y los espacios marinos han venido, en forma incipiente, ocupando la agenda de medios de comunicación y espacios de discusión política. Poco a poco, la sociedad viene tomando conciencia de la necesidad de cambiar nuestra relación con el mar.MarViva se siente orgullosa de ser parte de ese grupo de instituciones y personas que han iniciado un cambio de actitud hacia nuestros mares. En los ocho años de su existencia, Fundación MarViva ha contribuido significativamente a este cambio. Sabemos que el camino por recorrer es todavía muy largo; pero confiamos que en la próxima década nuestro país habrá desarrollado e implementado políticas que regulen las actividades humanas en nuestros mares, y se habrá consolidado una sociedad plenamente convencida de la necesidad y relevancia de manejar y conservar los ambientes marinos. El sueño de nuestra fundadora puede convertirse en realidad, para el beneficio de nuestra sociedad y nuestros mares. ¡Como hasta ahora, MarViva seguirá dando su mejor esfuerzo por alcanzarlo!
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