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Algunas reflexiones

Todos en el mundo (de una u otra forma) nos fijamos en cómo funciona la economía (hasta los que creemos que el buen “estado” de la economía; no es lo único que sirve para medir “el estar bien”).

Todos en el mundo (de una u otra forma) nos fijamos en cómo funciona la economía (hasta los que creemos que el buen “estado” de la economía; no es lo único que sirve para medir “el estar bien”).
Estoy “clara”, que don Dinero, mueve al mundo, todo “cuesta”, tiene un “valor económico”, y mientras no exista un “indicador” fácil de aplicar (que “automáticamente” se lo aprenda y aplique hasta el más “analfabeta”), seguiremos “jodidos”.
Me opongo por principio a todo régimen militar. Nicaragua, Cuba y Venezuela, aparte de que tienen  gobiernos militares que se valen de un ejército para mantenerse en el poder, creo que se diferencian entre sí, por el grado de corrupción que posee cada uno.
Lo que le pasa hoy a Ecuador, hay que verlo muy bien. Ecuador no es una “dictadura militar”, pero  Correa no tiene a todo el ejército consigo. Yo presagio que para “ejercer” el poder en cualquier lado, hay que contar con el apoyo de todas las fuerzas armadas. Ecuador no es la excepción. La experiencia recién vivida en ese país, deja “leer entre líneas”: Correa  “debe”  “tener de su lado” a todas las fuerzas armadas, no solo al ejército, a la policía también, aunque sea solo para “asustar e intimidar” al pueblo que lo eligió presidente. Con este pensamiento y lógica, que ponga “sus barbas en remojo” Evo Morales.
En la democracia latinoamericana, Venezuela y Nicaragua han demostrado que un “gobierno militar”, sí puede ser electo en las urnas. Creo que ese hecho, señala una gran contradicción de la democracia. No estoy diciendo que no sea buena, sino que se puede mejorar, solo que no sé cómo. (Como el mundo entero se fija en las “urnas”, entonces le dan al pueblo: “pan” y “circo”, como hacían los “romanos”, pero si “agudamente” observan ustedes, solo “toman” esa “partecita” de un régimen democrático, “ignorando” todo el resto).
Creo que la realidad se comporta como un péndulo. Da “bandazos”, de un lado para otro. Se pueden buscar ejemplos en la historia: Cuba, la exURSS, Irak, entre otros. Pasaron de regímenes totalitarios de derecha, a regímenes totalitarios de izquierda. Irak y lo que fue la URSS, pasaron de una monarquía de derecha a un régimen totalitario de izquierda (que para mí, constituye un régimen monárquico diferente), y Cuba, que pasó de un régimen “corrupto” de derecha, a un régimen “corrupto y sin libertad”, del otro signo: de izquierda.
Vivimos en sociedades muy violentas. Costa Rica, no es la excepción. Te matan por un celular o por un par de tennis. Creo que en la “sociedad capitalista”, aumenta la violencia, por siempre “promover la competencia”, que aunque sea sana, promueve el  querer tener todo y tratar de ganar  (para obtenerlo), lo que deriva en el individualismo y la violencia.
La violencia extrema es la violencia derivada de las actividades relacionadas con el narcotráfico, que si bien al puro principio  dejan mucho dinero, la experiencia demuestra que todo lo que tocan lo tiñen de sangre, destrucción y muerte, a corto, mediano o largo plazo.
Creo que hay que inculcar otros valores complementarios a los niños, nunca en detrimento de los valores tradicionales, sino complementarios. Hay que ponerles otro “chip” a los niños, para que esta sociedad funcione.
Los niños tienen que llegar a rechazar cualquier  “forma de violencia”, y de “corrupción”. Creo que en ellos se puede encontrar la respuesta para frenar tanta violencia, y tanta corrupción, de cualquier lado.
Tanto un sistema como el otro, tienen cosas buenas y cosas malas. Hay que tomar lo mejor de cada sistema, que ya (los 2) han sido experimentados en la práctica; por eso, se sabe con certeza qué es bueno y qué es malo. Este nuevo sistema, no debe dar cabida ni a la corrupción, ni a la violencia.

  • GILDA SEGREDA SAGOT (Profesora pensionada)
  • Opinión
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