Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Dos operadoras de viajes de turismo por tren a Caldera, TRANSFECO y America Travel, iniciarán en los próximos días gestiones con sus abogados para estudiar la posibilidad de entablar un juicio a la empresa española Autopistas del Sol, a fin de lograr que se les repare económicamente por las pérdidas sufridas con la suspensión de los tours a Puntarenas.
Ambas reclaman que en conjunto han perdido cerca de ¢500 millones desde que se suspendió el paso del tren al Pacífico, debido primero a un derrumbe ocurrido a la altura del kilómetro 58, a la altura de Dantas, como consecuencia de un deslizamiento en la vía a Caldera, que corre casi paralela en ese tramo al ferrocarril.
“Iniciaremos gestiones con nuestros abogados para analizar una posible demanda”, dijo a UNIVERSIDAD Daniel Sancho, gerente de operaciones de TRANSFECO.
Si bien Autopistas del Sol construyó un puente a la altura de Vuelta de Dantas, donde ocurrió un deslizamiento hace más de un año por la “herida” que se le ha causado a la montaña en ese sitio, el paso del tren hacia Caldera se mantiene interrumpido desde entonces.
Problemas en la vía, a lo que se sumó otro deslizamiento ocurrido hace aproximadamente un mes a la altura del kilómetro 51, en las cercanías de la población de Quebradas y que dejó los rieles en el aire, parece complicar aun más el panorama mientras las empresas que realizaban los tours claman por acciones urgentes pues admiten estar en una situación económica angustiante.
“Ya viene la temporada seca, la de mayor afluencia de turistas al Pacífico, pues hay vacaciones de fin de año y nos urge la reanudación de las excursiones”, dijo Sancho.
“Vamos a exigir que se nos reconozcan las pérdidas en este año y medio de paralización”, insistió el ejecutivo de TRANSFECO.
La preocupación por el futuro del “tren a Puntarenas”, como tradicionalmente se le conoce, volvió a aflorar el sábado 29 de octubre durante una reunión de un grupo llamado “Amigos del Ferrocarril” convocada por el presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (INCOFER), Miguel Carabaguíaz.
Durante más de dos horas, Carabaguíaz explicó e intercambió opiniones y escuchó las preocupaciones y dudas de la organización y de los llamados “fiebres del tren” acerca de los peligros que corre el Ferrocarril al Pacífico tras la construcción de la pista a Caldera.
Durante su exposición, Carabaguíaz no ocultó los problemas sufridos por INCOFER con la construcción de la carretera pero insistió en que tanto el ferrocarril como la empresa Autopistas del Sol tienen casi obligadamente que mantener un clima de “convivencia” y propiciar una política del “buen vecino”, pues parecen hermanos siameses: una va junto a la otra, algunas veces encima, otras abajo, desde que se inicia el trayecto desde La Sabana hasta Caldera.
Y agregó que esa convivencia es más necesaria si se toman las condiciones geográficas por donde pasan los proyectos, especialmente en un tramo de unos cinco kilómetros que separan Quebradas y el sector de Dantas.
Por esa razón agregó, INCOFER ha recurrido al “diálogo constante”, en el que incluso han ocurrido “encuentros fuertes” en la defensa de sus intereses.
En el caso del derrumbe ocurrido hace más de un año, Autopistas del Sol corrió con todos los gastos de reparación de los daños en la vía férrea, dijo Carabaguíaz.
El Presidente del INCOFER dijo que aún no es posible determinar la responsabilidad de la empresa española en el nuevo derrumbe ocurrido a la altura de Quebradas, en el kilómetro 51. Ahora se trata de reparar el daño con la “colaboración” de Autopistas del Sol y es posible que se corra la vía temporalmente unos metros para evitar el precipicio.
Un recorrido hecho por UNIVERSIDAD el domingo 30, junto a los “amigos y fiebres del tren” permitió comprobar que hay estacas y marcas en rojo al lado de la vía, por donde pasaría el nuevo tramo del ferrocarril en el sector.
Hasta ahora es lo que se ha avanzado, pues la línea férrea aún hace equilibrio con sus traviesas casi mirando al abismo, donde en el fondo se aprecia la carretera a Caldera, a unos 80 metros.
Carabaguías negó que INCOFER haya sufrido pérdidas por unos 2.000 millones de colones por la paralización del ferrocarril, como denunció ante la Asamblea Legislativa Enrique Molina, de la empresa IMNSA, que fiscalizó hasta el año pasado las obras de la carretera a Caldera.
El presidente Ejecutivo de INCOFER dijo que la institución hará los reclamos que cree sean necesarios, por ahora los estima entre $750.000 y $800.000 dólares, a Autopistas del Sol, por las pérdidas sufridas debido a la falta de actividad. Las pérdidas se amplían por los daños provocados por falta de mantenimiento debido a las dificultades que provocó el primer derrumbe en la vía para enviar personal y los robos ocurridos a raíz de la ausencia de personal en la ruta.
Carabaguíaz informó que el INCOFER ya presentó un detalle de esos reclamos para el período comprendido entre junio de 2009 y agosto ante Autopistas del Sol.
Por otro lado, dijo que la institución espera que CONCESIONES dé el visto bueno al puente construido por autopistas del SOL a la altura del kilómetro 58 y se mostró confiado en que en diciembre o a más tardar a comienzos del otro año pueda entrar de nuevo en operación el ferrocarril al Pacífico.
La del sábado fue la segunda sesión de diálogo realizada en las últimas semanas entre el Presidente Ejecutivo de INCOFER y el Club de Amigos y los “fiebres del ferrocarril”. Una próxima cita, en las que se abordan temas más generales para impulsar un “renacimiento” del servicio del tren en Costa Rica, se programó para el mes de diciembre.
Al término de la cita los líderes de este movimiento tuvieron diversas reacciones, unas de aprobación y otras cargadas de un indisimulado escepticismo acerca de las explicaciones y justificaciones dadas por Carabaguíaz.
“Es un buen paso, esperemos que los viajes y tours a Puntarenas se reanuden lo más pronto posible”, dijo Daniel Sancho, presidente del club, fundado en diciembre del 2005 y que cuenta con una treintena de asociados.Por su parte, Edgar Quesada, el fiscal, aplaudió el proceso de diálogo propiciado por el INCOFER, aunque dijo estar escéptico en algunos puntos. “Siento que hace faltas más firmeza ante los daños provocados por la construcción de la carretera a Caldera”, indicó.
VIGILANTES DE LA VÍA
Como para mostrar que no aceptaron a rajatabla las explicaciones del máximo jerarca del INCOFER, los “amigos y fiebres” del tren contrataron el domingo 30 un autobús y se enrumbaron hacia Quebradas, una comunidad ubicada en las proximidades de Escobal, donde en la actualidad la antigua estación es ocupada por una humilde soda que administra una familia del lugar.En medio de vítores, chistes y vivas al tren, el grupo partió raudo pasadas las ocho de la mañana. El autobús tomó la “pista”, la cual abandonó en el desvío a Escobal, para arribar una hora después hasta las proximidades del derrumbe en el kilómetro 51.
Allí, los visitantes “inspeccionaron” la vía, comprobaron los daños provocados por el derrumbe, tomaron fotografías e hicieron videos.
Unos 40 minutos después el grupo realizó una caminata de unos cuatro kilómetros, bajo un sofocante calor, para visitar el puente construido por Autopistas del Sol en el kilómetro 58. Se trató de una jornada agotadora, de un grupo de personas, en su mayoría jóvenes estudiantes universitarios, quienes dicen estar dispuestos luchar hasta las últimas consecuencias para impedir la desaparición del ferrocarril”.
Hasta ahora las buenas intenciones prevalecen en las autoridades de INCOFER para poner de nuevo el marcha un tren que tiene 17 meses de estar detenido.
Carabaguíaz dijo que ya se acaban de restablecer los tours desde Caldera a Orotina y viceversa. Estas excursiones captan a los turistas de cruceros que periódicamente arriban a ese puerto del Pacífico costarricense.
En el encuentro del sábado uno de los “fiebres” anunció que prepara un libro sobre el ferrocarril costarricense (el presidente de INCOFER dijo que tiene una idea similar). Otros alistan videos y los seguidores del tren se conectan a través de redes sociales como facebook para intercambiar opiniones. “Es que el tren que se resiste a morir, dijo Sancho.
Municipalidad de Santa Ana pide demolición de peajes
La municipalidad de Santa Ana se mantiene a la espera de que el Ministerio de Transportes ordene la demolición de las dos casetas de peaje instaladas por Autopistas del Sol a la entrada y salida de la carretera a Piedades y cuyo cobro fue bloqueado por la comunidad mediante bloqueos y protestas.
El Consejo Municipal acordó, en una sesión aprobada el 22 de junio, solicitar la demolición de esas estructuras, pues no se cobra el peaje debido al rechazo de la población.
“Estamos esperando la respuesta del gobierno”, dijo a UNIVERSIDAD Gastón Vargas, exregidor municipal y candidato a Alcalde por el Partido del Sol.
Vargas explicó que las casetillas ya no tienen sentido. “Son un problema de seguridad, sirve de guarida para asaltos, ponen en riesgo la seguridad en el lugar”, explicó.
Por otro lado, advirtió esas estructuras allí asemejan a un “fantasma”, pues en cualquier momento “las ponen a funcionar”.
Este documento no posee notas.