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La enseñanza y el aprendizaje del inglés en Costa Rica

En realidad, el título de esta nota debió haber sido «La enseñanza, el aprendizaje y la evaluación de lenguas en el planeta».

En realidad, el título de esta nota debió haber sido «La enseñanza, el aprendizaje y la evaluación de lenguas en el planeta».
Pero, debido a que la literatura científica moderna –junto con la acientífica– ha sucedido en su mayor parte en inglés, especialmente en el periodo conocido como «The Age of Methods», entre los años 50 y 80, y a que en este país la educación pública en lenguas distintas al castellano ha fracasado, se optó por intitularlo así, como aparece.
Esta contribución no pretende realizar un inventario de los métodos para la enseñanza de lenguas. Para ello, mejor consultar, por ejemplo, «Language Teaching Analysis» de Mackey, «Teaching English as a Second or Foreign Language», editado por Celce-Murcia, y, de éstos, todas y cada una de la citas bibliográficas incluidas.
Sí se pretende, sin embargo, hacer del conocimiento de la población en general, la información que ha quedado reservada –en el mejor de los casos– en las aulas universitarias en torno a dos comunes dominadores, perdón, denominadores, que han impuesto las pautas sobre qué y cómo debe enseñarse, aprenderse y evaluarse lenguas distintas a la materna.
Denominadores comunes –monopolios, credos etnocéntricos academicistas– que han sido exportados a países en desarrollo y acríticamente importados por empíricos locales –muchos de esos hasta con toga y birrete– que, como tales, deciden sobre lo que desconocen, llevando a toda la población al fracaso educativo público costarricense, ya bien conocido y exacerbado en los dos últimos gobiernos.
Dentro del paradigma conductista-estructuralista, en Inglaterra (1930-1960) evolucionaba el «Situational Language Teaching» (SLT), cuyos principios, por ejemplo, dictan que: 1. el aprendizaje de la lengua es mediante la formación de hábitos; 2. los errores son malos y deben ser evitados porque crean malos hábitos; 3. las habilidades lingüísticas se aprenden mejor si se presentan primero de forma oral y luego de forma escrita; 4. la analogía es un mejor fundamento para el aprendizaje de la lengua que el análisis; 5. los significados de las palabras pueden ser aprendidos solamente en un contexto lingüístico y cultural.
En ese mismo paradigma emerge en Estados Unidos de América el «Audio-Lingualism» (AL) (1950-1960), cuyos principios son esencialmente los mismos que los del SLT. En esa época (1960), Costa Rica (CR), al ritmo de la moda internacional, impone el AL a nivel universitario y en todo el sistema de secundaria público. Apostaron, entonces, como discípulos obedientes, lo dicho en la academia del país del norte. Los resultados oficiales de aquella importación «conocedora», no sabemos… Pero, la mejor referencia, la pueden brindar los graduados de la secundaria pública de esa época, sobre si lograron comunicarse en inglés o francés… ¿Cuánto le costó al país –desde todo punto de vista– esa «revolución académica»?
A finales de los años 60, da inicio en Inglaterra el «Communicative Language Teaching» (CLT), en sustitución del SLT. Pueden citarse, por ejemplo, los siguientes principios del CLT: 1. actividades que incluyen comunicación real y en las que la lengua es utilizada para llevar a cabo tareas significativas promueven el aprendizaje; 2. el lenguaje que es significativo para el estudiante promueve el aprendizaje.
En tanto el CLT continúa desarrollándose, aparecen métodos alternativos para la enseñanza que proclamaban ser sucesores del SLT y AL. Las alternativas incluían, por citar algunos, «Silent Way», «Suggestopedia», y «Total Physical Response».
Hace escasos años, al Instituto Nacional de Aprendizaje –sin credenciales para la educación en lenguas– y en el marco del paraninfo de la UNED, se le ocurrió traer a una «experta» internacional para dar «a conocer» la «Suggestopedia» de Lozanov…Para los años 80, los métodos «sucesores» del SLT y AL fueron ensombrecidos por el CLT. Nuevamente, CR, debía ir a la «vanguardia» de la moda internacional. En esta oportunidad ya no se apostaría a la academia del norte, sino más bien a la británica, de donde casualmente sus discípulos vendrían a imponer el «Communicative Approach».
Para 1994, en una imposición oscura, ese «enfoque comunicativo» para la educación del inglés y del francés, empezó a regir en los programas oficiales de estudio –que no están escritos en castellano– del Ministerio de Educación Pública (MEP). A la moda, desde luego, empezaron a estar las universidades del país. Moda que persiste con el infundado Plan Nacional de Inglés de una fundación sin las credenciales respectivas, bajo las directrices de un banco internacional, igualmente sin credenciales… que ha afectado, una vez más, todo el sistema de educación pública. Los resultados oficiales de la nueva «revolución académica», desconocidos… Sólo publicitan, con fondos públicos, versiones espurias de quienes son juez y parte del proceso.
Claramente lo han dicho distinguidos investigadores, a quienes los empíricos criollos han desoído por estar de modosos obedientes, a la espera de lo que dicten en otras latitudes. Por ejemplo, el Dr. Swan (1985) ha dicho: «(…) Si miramos quince años atrás, puede verse que los argumentos para el enfoque anterior (totalmente desacreditado) [se refiere al SLT y AL] fueron de igual manera especulativos, así como persuasivos, introducidos con la misma insistencia de que «esta vez estamos en lo correcto» [se refiere al CLT].
El profesor Arthur Allan Bailey, en «Reforming English Teaching in Japanese Universities: Creating a Language Community», señala que sospecha «…que algunos de los cambios que ahora suceden pueden a largo plazo ser perjudiciales en el aprendizaje de lenguas. Estas tendencias incluyen la aceptación inmediata de metodologías, pedagogías y currícula importadas [a Japón] que a menudo han conducido a la frustración y al resentimiento en el aula».
Ustedes, empíricos que deciden sin saber, ¿continuarán importando las «metodologías, pedagogías y currícula» que han demostrado no servir no sólo internacionalmente sino además en CR? ¿Cuándo van a dedicar un porcentaje de esos mal gastados presupuestos para la investigación científica educativa independiente, y a detener el adoctrinamiento de los profesores de lenguas por medio de capacitaciones espurias?

  • Gerardo Barboza (Educador)
  • Opinión
England
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