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Los Señores de la Mina

En una de sus canciones, el chileno Víctor Jara, asesinado cruelmente por la dictadura de Augusto Pinochet  y al cual le cortaron  las manos para que no tocara la guitarra y para que no cantara -dejándolo desangrar hasta morir- escribió: “Los señores de la mina, han comprado una romana para pesar el dinero que toditas las semanas, le roban al pobre obrero”.

En una de sus canciones, el chileno Víctor Jara, asesinado cruelmente por la dictadura de Augusto Pinochet  y al cual le cortaron  las manos para que no tocara la guitarra y para que no cantara -dejándolo desangrar hasta morir- escribió: “Los señores de la mina, han comprado una romana para pesar el dinero que toditas las semanas, le roban al pobre obrero”.
Entiendo que gran parte de Chile es un pueblo minero, y como tal, muchos de sus hombres y mujeres viven de la extracción de minerales preciosos. Pero los mineros son los más pobres, y los más trabajadores en todo el cono sur (Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina, etc.).
Nadie ha pensado en las miserias en las que vivieron los trabajadores… bueno, los que fueron rescatados pareciera que ya no van a seguir así, pero hay miles de otros, que no quedaron atrapados, y están en serio peligro de serlo y que siguen viviendo en la miseria.
Atahualpa Yupanqui, un poeta y compositor argentino, escribió en alguna de sus canciones: “mi padre murió en la mina sin doctor ni confesión, sudor de sangre minera tiene el oro del patrón y lo enterraron los indios con flauta de caña y tambor…”. Ahora me pregunto yo, ¿qué va a pasar con todas esas personas? ¿Seguirán viviendo en la miseria (no me refiero sólo a los 33)? ¿Seguirá su familia muerta de hambre como hemos podido constatar en las tomas de la televisión?  ¿Seguirán sus niños sin escuelas, sin médicos, sin comida…?  ¿Seguirán las cosas como hasta ahora?  El presidente de Chile dice que no; yo no sé si creerle o no creerle, porque la verdad, toda la sangre, el sudor y las lágrimas de los mineros y sus familias, han abonado todas las montañas de Chile para enriquecer a unas cuantas transnacionales que se adueñaron de toda esa riqueza. ¿Por qué no se repartió mejor? En una entrevista de un periodista “light”, este le pregunto a uno de los mineros entrevistados, que cuánto ganaba por mes, y el minero curtido por la inclemencia de la mina, le dijo que ese era un comentario reservado; no sé si fue por vergüenza o por miedo al despido de la compañía dueña de la mina, que no respondió la pregunta. Naturalmente, en Atacama, no se puede vivir como en  Santiago, ni como en San José, ni como en Nueva York. En Nueva York viven esos de los que hablaba Jara, o Yupanqui (sudor de sangre minera tiene el oro del patrón).¿Qué va a pasar con el Proyecto Crucitas?… ¿Tendremos una situación similar?…Sospecho que muchos de nuestros agricultores, gente que siembra maíz, frijoles, hortalizas, que tiene unas cuantas cabezas de ganado, van a dejarse engañar por el dinero inmediato que los dueños de la mina van a ofrecerles… pero no tienen en cuenta que cuando se hayan llevado todo el oro, dejarán a Cutris hecho un barreal, y ellos ya no tendrán sus tierras.Que difícil situación: es la misma en la que muchos campesinos de todo el Pacífico costarricense, vendieron sus tierras a las industrias hoteleras (pensando que el poco dinero que recibieron iba a ser para siempre) y tres meses después “los dueños de la mina” hicieron clavos de oro, vendiendo esas tierras a las transnacionales hoteleras, que ahora son hoteles de lujo y sus antiguos dueños son solamente empleados “de los señores de la mina”.¿Cuándo vamos a aprender? ¿Cuándo nuestros campesinos van a unirse para tener sus  propias cosas, tener su propia tierra, tener su propia vida?

  • Rutilio Herrera (Profesor de matemática)
  • Opinión
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