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Crucitas, un proyecto necesario para el país

Antes de tomar cualquier actitud visceral sobre el artículo, asimilemos este: La primera operación de propaganda de gobierno conocida en la modernidad se dio en 1916 con Woodrow Wilson gobernando EE.UU.

Antes de tomar cualquier actitud visceral sobre el artículo, asimilemos este: La primera operación de propaganda de gobierno conocida en la modernidad se dio en 1916 con Woodrow Wilson gobernando EE.UU.
Sus encargados de propaganda lograron convertir en seis  meses a un pueblo pacifista en uno belicista e histérico que quería ir a la guerra contra Alemania.Desde ese momento los gobiernos “democráticos” han usado la propaganda para manipular a las masas a su antojo. Los escritos de Walter Lippmann lo plantean adecuadamente en cuanto a que las técnicas de propaganda sirven para promover la aceptación de algo que  inicialmente no se desea. Y agregaba que es una táctica totalmente válida para tener a la masa “rebaño desconcertado” tranquilo y entretenido. “Hemos de protegernos de este rebaño cuando brama y pisotea”.
Es aquí en donde cobran importancia los medios de difusión de masas que son los que transmiten la ideología dominante a través de instituciones de la cultura como lo son la familia, iglesia, escuela, televisión, radio y la prensa en general, ya que por medio de estos nos han domesticado, nos han adoctrinado y condicionado cuasi perritos de Pavlov, y durante mucho tiempo lograron una subordinación total a las directrices procedentes de las transnacionales y del gobierno. Como decía Allen Ginsberg: “quien controla los medios controla la cultura”.
Según este planteamiento la mayoría de los individuos se tendrían que sentar frente a un televisor y masticar religiosamente el mensaje que nos vende el statu quo, que claramente es: consumir cada vez más y mejor, y vivir como los Paganini del anuncio, aunque endeudados hasta el cuello.
Hasta hace unos días atrás el tico promedio se quedaba en casa viendo fútbol, novelitas mexicanas o películas violentas tipo Hollywood. Pero pasó algo que nuestra junta de gobierno no pudo prever: EL PROYECTO CRUCITAS, que de un día para otro cobró interés nacional, y por mecanismos sociales y ambientales se rompió la enajenación del costarricense, enajenación que empezó desde la escuela con la típica frase de que Costa Rica es la Suiza centroamericana, frase totalmente xenofóbica, racista, clasista y elitista.
Personas de todos los estratos, diferentes actores sociales, religiosos, políticos con ideologías antagónicas, músicos y artistas de lo más variopintos, y hasta los medios de difusión oficialistas se han unido y han creado un movimiento social que no se observaba desde 1970 con el levantamiento en contra de  ALCOA. Medios de difusión alternativos que estaban invisibilizados ahora son muy visitados, su ranquin está creciendo como la espuma y están cumpliendo un papel desenmascarador.
El Facebook que la mayoría de las personas lo usaba para exponer trivialidades superfluas ahora se usa para debatir y compartir lo que sucede en torno al tema de la minería a cielo abierto, el proceso del contencioso administrativo iniciado por APREFLOFAS y a lo que sucede en torno al  proyecto Crucitas en general. El video creado por los artistas nacionales sobre la minería a cielo abierto es el más visitado del momento en el nivel nacional.  
Los intelectuales orgánicos de la hegemonía en el poder ya no son tan creíbles y están desesperados usando tácticas de desinformación y generando falsos temores por medio de campañas propagandísticas millonarias. Es por lo anterior que planteo que el proyecto Crucitas era necesario para el país. Crucitas ha hecho que el tico promedio despierte del letargo en el que estuvo inmerso desde hace cerca de 40 años y tome una posición activa en las decisiones que competen a la colectividad, el proyecto Crucitas está uniendo a la sociedad costarricense en un frente de lucha común: Defender nuestro medio ambiente.
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  • Gustavo Alvarado Sabatini (Estudiante de Psicología)
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