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Tener veinticinco goles negativos y al Saprissa como su principal vecino en la titánica lucha que le espera para evitar el descenso a la segunda división son apenas dos de las pesadas losas que cargará el equipo de la Universidad de Costa Rica en el Torneo de Verano que se inicia en enero próximo.
Plenamente consciente de la realidad, el nuevo director técnico del equipo, el checo Iván Mraz, minutos después de aceptar el cargo, lanzó una frase que se acomodó muy bien a este complicadísimo entorno del cuadro celeste: “Para salvarnos necesitamos de un trabajo muy urgente y además de eso, de un milagro”.
El veterano timonel que suma 69 calendarios en su vida deportiva, es considerado como el padre de la llamada revolución checa en Liga Deportiva Alajuelense en los años 80: conocimientos futbolísticos, imposición de una férrea disciplina y organización administrativa que lo llevaron también a la gerencia de la institución rojinegra. Todos estos fueron puntos vitales para el resurgimiento del Alajuelense.
Iván Mraz le ganó el puesto de entrenador de la UCR a varios candidatos, entre ellos su compatriota, Josep Bouska, Rafael Arenas, Róger Flores, Gerardo Ureña, Mauricio Wright y Carlos de Toro entre otros.Esta semana, Mraz completó una valoración de la planilla celeste, junto a su asistente técnico, Francisco Marín, egresado de la UCR en Educación Física.
“Uno supone que el Saprissa se va a disparar a los primeros lugares de la clasificación; es difícil vaticinarle a los morados una temporada tan negativa en resultados como la anterior.
Estamos a 9 puntos de diferencia de Limón; 10 de Puntarenas y 12 de Santos. Nos llevan mucha ventaja, y lo peor, que aún alcanzándolos, los goles en contra son demasiados. Tenemos -25 (goles negativos); Puntarenas y Limón tienen menos 4.De manera que para evitar el descenso hay que superarlos en puntos. Hacia eso vamos: con mística, positivismo, partido por partido; mucho trabajo y la mitad de un milagro.
Mitad trabajo; mitad milagro y nos salvamos”, dijo Iván Mraz a la directiva de la UCR tras su fichaje.
DIRIGENCIA CUESTIONADA
Las decisiones que viene tomando la junta directiva del equipo de fútbol de la Universidad y la gerencia, son cuestionadas en las redes sociales y también por exdirectivos, funcionarios y egresados de la casa de estudios.
El ingeniero industrial José Eduardo Muñoz Vega, es uno de los líderes que buscan un cambio drástico y urgente en los altos mandos del equipo de fútbol.
“Tenemos tres años de lo mismo. Cambian de técnico, dejan ir a los jugadores o los echan, cambian los miembros de la junta directiva y la situación no mejora.Ahora que se iniciaba un proceso con el técnico Mario Carrera, nuevamente la sacan del estadio y lo despiden.
Yo pregunto: en estos tres años de la UCR en primera… ¿Quiénes se han mantenido inamovibles; quienes están detrás de todo esto; tenemos muchas interrogantes y queremos respuestas claras.
¿Qué piensa la rectoría de la UCR y Programas Deportivo de esta situación?”.
Estos comentarios y preguntas las transmitió Muñoz Vega al Semanario UNIVERSIDAD.
Entre corrillos y sin que nadie quiera hacerse responsable de la paternidad de la grave denuncia, se lanzan fuertes cargos a la administración del equipo, sobre estas cuatro interrogantes:
1) Quién hace los contratos con los jugadores de futbol y que la Junta Directiva no conoce.
2) La persona que recibe salario como funcionario del equipo UCR, también recibe comisiones por contratos publicitarios.
3) Cuáles personas han echado a miembros de la Junta Directiva haciendo artimañas
4) Otras anomalías internas.
El propio ingeniero Muñoz, quien fuera profesor de la facultad de Ingeniería Industrial, opina que el equipo de fútbol de la UCR es manejado por dos funcionarios.
“El directivo Rolando Escalante y el gerente, Guillermo Bermúdez, hacen y deshacen en este equipo. Hay un manejo tipo pulpería, poco ético y profesional. La mayoría de los futbolistas que lograron el ascenso fueron desplazados; todos los años es lo mismo. Echan y ponen jugadores; no hay procesos; cuatro entrenadores.
Lo más grave sucedió con don Mario Carreras: le entregan un equipo hundido en el último lugar; él no lo formó, solo lo recibió. Con Carreras la UCR hace 5 puntos de 21 posibles para un rendimiento del 23.8%. El anterior entrenador, Juan Diego Quesada sumó 3 puntos de 27 posibles, para un promedio de 11.11%.
O sea, Carreras obtuvo más del 100% de porcentaje que Quesada y aún así lo botaron. ¿Quién lo botó?”, se pregunta Muñoz Vega.“Carreras tiene licencia A obtenida en Argentina. Cómo lo botan”, agrega el exfuncionario de la U.GERENCIA RESPONDE
Tras conocer los cuestionamientos a la gestión de la directiva y gerencia del club de fútbol, su gerente Guillermo Bermúdez, responde a la crítica con un agradecimiento.
“Le agradezco al señor Muñoz, a quien no tengo el gusto de conocer, todo el poder que me confiere. Si fuera cierto lo que dice, no hay más remedio que concluir que la junta directiva de la UCR, en estos años, ha estado integrada por un grupo de títeres que se dejan manejar por mis decisiones”.
Y agrega Bermúdez: “olvidan los detractores del equipo; uno de ellos interesadísimo en que el club de fútbol pase a formar parte de los programas deportivos de la institución, para dejarse la tajada del presupuesto que otorga la Universidad al equipo de fútbol, que el equipo está regido por una Asociación, donde primero manda la Asamblea; segundo la junta directiva y tercero las respectivas gerencias.
Entonces, afirmar que yo quito y pongo directivos, entrenadores y jugadores es un insulto a la inteligencia.Si se han dado cambios en la presidencia y en otras posiciones, ha sido por renuncia de sus propietarios; los sustitutos son electos en votación de la Asamblea.
El nuevo presidente, Sergio Calvo fue electo por mayoría; el cese o despido del entrenador Carreras, por unanimidad y la escogencias de Iván Mraz obtuvo seis votos”.
“¿Qué tengo que ver yo con esto?”, se pregunta Bermúdez.
Así las cosas, el director técnico Iván Mraz, inicia su trabajo en la cancha, en medio de aguas turbulentas en la parte de la dirigencia.
Fácil entonces diagnosticar que si el equipo se termina de hundir en el sótano y desciende, se incendiará el vocabulario de los detractores. Ahora, si la UCR sobrevive a la turbulencia y logra la permanencia en la primera división, amainará la tormenta.
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