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Las medidas que propuso el Gobierno para aumentar la recaudación fiscal en 2,5% del producto interno bruto (PIB), unos ¢500.000 millones, no convencen a los economistas de que no afectará principalmente a la clase media, pese a que desde el Ministerio de Hacienda se insiste en que la reforma es “solidaria”.
Entre los principales puntos de la propuesta gubernamental, denominada “Proyecto de Solidaridad Tributaria”, destaca que todos los servicios se graven con un impuesto al valor agregado (IVA) del 14%, aunque algunos se protegerán de esa carga. Por otro lado, todas las rentas pasivas, es decir los ahorros, pagarán por igual un 15% del impuesto de renta, según explicó Fernando Herrero, ministro de Hacienda.
La propuesta gubernamental va acompañada de las promesas por mejorar los sistemas de recaudación, reducir la evasión fiscal y recortar el gasto público. Sin embargo, la introducción del IVA no sólo implica un aumento de un 1% respecto del impuesto de ventas, sino que lo amplía a cubrir todos los servicios y sigue siendo un impuesto indirecto que pagan todos los costarricenses por igual.
Del mencionado aumento en la recaudación de 2,5% del PIB que pretende lograr el Gobierno con esta propuesta, el principal impulso recae en el IVA con un 1,7%. Este impuesto se aplicará incluso a servicios como la medicina privada, la educación particular, el agua o la luz, aunque en estos dos últimos rubros Herrero dijo que se tomarán disposiciones para no gravar el consumo mínimo. Otras medidas incluyen un aumento del 10% al impuesto de propiedad de automóviles.
El economista Helio Fallas dijo a UNIVERSIDAD que el IVA es un “impuesto regresivo”, pues es indirecto, aunque haya casos “en los que por diversas circunstancias son pagados por personas de altos ingresos”. En ese sentido, contradijo el criterio del Gobierno de que con la disposición de gravar los servicios se afecta al sector más rico de la población.
“Por ejemplo, cuando una persona se enferma y ocupa un especialista, en la seguridad social puede tener que esperar un año, entonces busca un médico privado; por ello se debe ver caso por caso y en qué circunstancias se afecta a los más pobres”, detalló.
Consultado por UNIVERSIDAD sobre si la propuesta fiscal no castiga de manera particular a la clase media, ya que el sector asalariado mantiene su aporte además de tener que pagar un 15% sobre los servicios que consuma, mientras que el exportador conserva sus exenciones, Herrero respondió que gravar los servicios incide en que el 60% de su propuesta recaiga en el 20% más rico del país.
Previo a conocer el proyecto del Gobierno, Fallas criticó el hecho de que en Costa Rica la mayor parte de lo que se recauda, el 70% de los ingresos, ingresa al Estado por concepto de esos impuestos indirectos. “Estudios de la Contraloría General de la República y del Proyecto Estado de la Nación han analizado cómo la estructura tributaria del país no es la más apropiada en términos de que los impuestos indirectos son una de las características principales del sistema tributario, así como el tema de la amplia evasión fiscal”, recordó.
URGENCIA
Esta iniciativa gubernamental llega en momentos en que las finanzas del país muestran números en rojo. Por ejemplo, el déficit del Gobierno central aumentó más de 3% entre el 2008 y el 2009 y sigue creciendo (Ver recuadro Número en rojo).
El ministro Herrero pidió la aprobación de la reforma puesto que hay gastos como los salarios, que se están financiando con deuda nueva. “El sistema actual tiene gran cantidad de exoneraciones que favorecen a los grupos de mayores ingresos. La solidaridad de esta propuesta radica en que el IVA elimina las exoneraciones a servicios consumidos por la población de más altos ingresos”.
Fallas apuntó que la situación fiscal del país se ha deteriorado por una serie de factores entre los que citó la recesión del 2009, que afectó los ingresos fiscales, o el hecho de que no se puedan establecer controles cruzados efectivos para reducir la evasión.
A ello se suma el hecho de que “nuestro sistema es regresivo, eso se manifiesta en la estructura de impuestos en la que los indirectos tienen mayor preponderancia”, además de que a raíz del Tratado de Libre Comercio (TLC), que baja los impuestos a las importaciones, “la estructura productiva se ha tenido que transformar y se han sustituido ingresos que dependían de comercio exterior por otros como los provenientes de las rentas”.
Para el economista Leiner Vargas, una verdadera reforma fiscal no sólo debe referirse a los impuestos, sino que “pasa por una renovación del sector público en general en su capacidad de realizar tareas, y de la forma en que se rinden cuentas, además de una revisión de cuáles instituciones cumplen sus objetivos”.
“Una vez más, como tantas a lo largo de 30 años, el Estado muestra una situación crónica deficitaria. Cuando era ministro de Hacienda, Guillermo Zúñiga se vanagloriaba de un superávit y decía que no era necesaria la reforma, pero ahora vemos que el país vuelve a caer en un ciclo de deterioro de la situación fiscal”, criticó.
Para este economista, el Gobierno requiere atender “de manera urgente” temas como la educación, el combate a la pobreza o la infraestructura, “todo ello es una deuda pendiente que tenemos como país”, mientras tanto el déficit fiscal es cercano al 5% y según el ministro Herrero podría ser mayor en el 2011.
Tras recordar que la mayor carga tributaria recae sobre los asalariados y en particular los del sector público, Vargas indicó que otra variable importante es el mecanismo para recoger los impuestos.
“El IVA implica una carga que tocará los servicios de los profesionales liberales. En 20 años la economía se ha vuelto de servicios, no de bienes, por lo que para tener una base tributaria más amplia se requiere de un impuesto particular, pero si ese impuesto permite las fugas volvemos a lo mismo, pues la tasa efectiva de recaudación costarricense está por debajo de otros países y los instrumentos de impuestos no han sido favorables para remediarlo”, señaló.
“La gente se siente muy mal cuando muchos profesionales liberales defraudan al fisco como si se tratara de un deporte nacional”, acotó.
Fallas ponderó además que la propuesta recorrerá un camino largo en la Asamblea Legislativa, “todo está complicado, pues Liberación Nacional requerirá de los votos de otros partidos y tendrá que negociar, es de esperar que el Movimiento Libertario se oponga y hay que preguntarse hasta qué punto la fracción del Gobierno es compacta. Difícilmente habrá consenso y la aprobación de esto será muy difícil”.
Números en rojo
El déficit del Gobierno central pasó de un 0,2% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2008 a un 3,4% en el 2009, mientras que en el mismo periodo la deuda interna del Gobierno pasó de un 17,5% a un 21,5%.
Los ingresos tributarios del Gobierno en el 2009 alcanzaron ¢2.262.290 millones, de los cuales ¢1.312.096 millones, un 58%, provenieron de impuestos sobre bienes y servicios, como el impuesto de ventas.
Concretamente, por concepto de impuesto de ventas el Estado percibió ingresos por ¢830.530 millones, pero las exportaciones sólo aportaron ¢4.677 millones.
El recorte del 20% del Presupuesto Nacional para el 2011, implicaría un ahorro de ¢15.500 millones.
La evasión fiscal en el país puede alcanzar unos ¢500.000 millones anuales.
Fuente: Informe Estados de la Nación y el sitio web de Casa Presidencial, economista Henry Mora.
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