Diputados de oposición integrantes de la comisión especial legislativa que investiga las concesiones están a la  espera de que la presidenta Laura Chinchilla los reciba para pedirle intervenir urgentemente el proyecto de concesión vial San José-Caldera.
Los legisladores solicitaron la cita con la mandataria después de escuchar el informe que presentaron la semana pasada en la comisión los representantes del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (LANAMME) de la Universidad de Costa Rica, sobre una evaluación del tramo II del proyecto (entre Ciudad Colón y Orotina) encargada por el Gobierno.
Es tal la gravedad y el número de fallas y deficiencias del proyecto, que les preocupa que su corrección quede en las manos de los mismos funcionarios responsables del control y la fiscalización, que debieron haber velado por que se cumplieran los estándares de calidad de la obra y los requisitos previstos en el contrato, explicó el diputado Manrique Oviedo, del Partido Acción Ciudadana.
Mientras tanto, Víctor Emilio Granados –del Partido Accesibilidad Sin Exclusión y presidente de la comisión investigadora- destacó que el informe de LANAMME es un estudio preparado por 20 especialistas, lo cual le da una contundencia que no había tenido hasta ahora la comisión, y ni siquiera fue desvirtuado por ninguno de los diputados presentes en esta.
Entre otras cosas, ese estudio concluye que hay estándares de calidad inferiores a los que contractualmente estaban previstos, y detectó que hay deterioros prematuros en la mezcla asfáltica, que se van a agravar especialmente cuando termine el período de la concesión, lo cual significará un costo adicional para el Estado.
Por ejemplo, en el caso del kilómetro 47 donde la concesionaria Autopistas del Sol ha alegado que el hundimiento de la vía se debió a causa de fuerza mayor por una cantidad extraordinaria de lluvias, el informe concluye que lo que hay es un pésimo manejo de las aguas, además de que los planes remediales que en su momento se aplicaron son insuficientes, observó Granados.
“Son señalamientos técnicos evidentemente graves, que ponen de manifiesto la falta de fiscalización de parte del Estado, la ausencia de controles para garantizar que se cumplieran los estándares de calidad que estaban en el contrato”, dijo el diputado.
La puesta en servicio de la vía hace un año fue prematura, concluyó el estudio del LANAMME, el cual contiene diversos informes sobre la evaluación geotécnica, hidrológica, hidráulica, ambiental y la estructura del contrato hecha.
La carretera concesionada a Autopistas del Sol ha presentado hundimientos, desprendimientos de taludes y otras fallas que han obligado a hacer cierres para reparaciones, y han ocasionado accidentes incluso con saldo de una víctima mortal y varios heridos.
Uno de los capítulos concluye que no se tiene evidencia de la existencia de diarios del proyecto (cuadernos con una bitácora de las obras), donde se registraran observaciones de los ingenieros responsables del diseño e inspección de las obras geotécnicas del tramo analizado.
Se detalla que cuando se solicitó al Consejo Nacional de Concesiones las libretas de taludes,  trasladó el pedido a la empresa supervisora y esta respondió que no encontró en el archivo digital ningún archivo con ese nombre. Esto hace suponer, dice el LANAMME, que en la construcción de taludes y de rellenos no se registraron libretas o diarios del proyecto, o no fueron entregados por la constructora a la supervisora para su revisión y control.
También se indica que no hay evidencia de que hubiera geólogos o ingenieros especializados en geotecnia e hidráulica durante la construcción de los taludes, los rellenos y las obras hidráulicas asociadas, que funcionaran como inspectores y supervisores de estos trabajos.
En el cuaderno de bitácoras de la sección II, solo se encontró que se trabajaba en un relleno, sin hacer referencia alguna a ensayos o pruebas realizadas al material usado, al proceso constructivo, o a resultados de ensayos de laboratorio de campo.
Tampoco se tiene constancia de registros realizados por ingenieros del proyecto, inspectores o supervisores, durante la construcción de los taludes y terraplenes efectuados a lo largo del proyecto, anota.
El estudio hidrológico e hidráulico realizado en cinco puntos de la carretera, concluye, entre otras cosas, que la concesionaria debió haber realizado un estudio de intensidades de precipitación (lluvias) específico para la zona del proyecto, utilizando las estaciones meteorológicas disponibles de acuerdo con la ubicación geográfica (solo se utilizó una estación en Puntarenas).
Por otra parte, la colocación de cunetas y contracunetas no obedeció a una planificación sistemática y a criterios de ingeniería, sino al resultado de la oportunidad y las situaciones inesperadas, anota entre otros extremos.