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La sombra del descenso a la segunda división persigue al equipo de la Universidad de Costa Rica (UCR) en el campeonato nacional. Básicamente por la monumental diferencia de puntos que lo separaba de otros clubes antecesores en la parte baja de la clasificación. Diez puntos eran la diferencia que separaba a la UCR, último de la clasificación general con Puntarenas, penúltimo a la hora en que arrancó el Torneo de Verano.
Pero, en el ínterin sucedió un hecho que estremeció los cimientos de la organización del fútbol costarricense: la captura en los Estados Unidos de Minor Vargas, propietario de los clubes Brujas y Barrio México. Esto provocó la posterior desbandada de los jugadores hechiceros. La fuga y venta casi masiva de las mejores figuras barriomexicanistas.
En otras palabras, de repente, a la Universidad de Costa Rica se le presentó la oportunidad de contar con más rivales en zona de descenso, pues aparte de Puntarenas que estaba más a tiro, y el Santos de Guápiles que no caminaba muy alejado, se unirían Brujas y Barrio México, desmembrados y casi arruinados futbolística y económicamente. Era lógico que ese par de equipos empezara a perder partidos al tener que presentar formaciones con jugadores reservistas o juveniles, oportunidad real para los celestes de sacar la nariz del sótano.
Así pintaba el panorama, cuando la UCR sufrió una derrota aparatosa en la fecha cinco del torneo. Al caer derrotaba en su propio patio contra Puntarenas 2-0, traspié que fue declarado por el propio técnico del equipo, Iván Mraz, como de fatales consecuencias.
“No metemos goles y si no metemos goles no podemos ganar los partidos. Nos hacen uno y listo. Lamentablemente, tendremos que acostumbrarnos a que vamos para la segunda división”, expresó el checo honestamente en el Estadio Ecológico.
Sin embargo, vendría un sorpresivo “levantín”.
GOLES Y PUNTOS
Mientras, como se suponía, Brujas caía en picada con un remedo de alineación y Barrio México —sin 17 jugadores de su nómina— igual perdía puntos valiosos, el equipo de la UCR se metió en una racha valiosísima que le deparó siete puntos en tres partidos, una vez que sus integrantes finalmente hallaron el camino a la red.
En un juego de visita, la Universidad derrotó a Barrio México 4-2. Después como anfitrión, se impuso a uno de los líderes del certamen (San Carlos 2-1) y, sorpresivamente, le empató al campeón nacional (el Alajuelense, en el Morera Soto, 2-2). En tres partidos, los celestes anotaron ocho goles y se pusieron a tiro de brujos, mexicanistas y chuchequeros. Esto antes que llegara la jornada del fin de semana pasado, la cual presentaba un partido crucial para las huestes universitarias.
Recibían en el estadio de Heredia a Brujas. Era un partido de seis puntos. Si ganaba la U, se ponía a solo cuatro unidades de distancia de los hechiceros, con otro partido pendiente entre ellos. Si la Academia triunfaba y Puntarenas perdía en el Saprissa, como de hecho sucedió, los celestes se instalaban a solo tres puntos de los chuchequeros.
Partido crucial, decisivo, de urgente y obligada victoria para la Universidad. Se podía afirmar que en este juego la UCR se jugaba el descenso. Pero, lo perdió 2-1, después de ir ganando 1-0 desde el minuto seis. Lo peor, jugaron muy mal al fútbol y de forma desganada.
Esta caída ante Brujas, fue un golpe letal en el corazón de los seguidores del club de la Alma Máter. Ahora los brujos se le escaparon a diez puntos (29-19), exactamente la misma diferencia que la U tenía con Puntarenas al inicio de este campeonato. Pero ahora solo faltan siete fechas para que termine el campeonato. No dieciséis. En cuanto a los puntarenenses, estos se mantienen los 6 puntos de diferencia. Pareciera los estudiantes deben agarrarse de aquí como última opción a evitar el descenso.
CAMINO PENDIENTE
A la Universidad le quedan siete partidos. Dos contra Herediano, dos contra Santos y uno frente a la Liga, San Carlos y Brujas. Puntarenas, por su parte, enfrenta dos veces a Pérez Zeledón, otro par de ocasiones a Limón y luego un partido contra Saprissa, Barrio México y Cartago.
Hay que introducir en una licuadora estos 14 partidos para ver si sale la fórmula que salve a los celestes. Todo, todo sería bien diferente si la Universidad no hubiera perdido ante Brujas.
En el papel y hablando con cierta lógica, podríamos suponer que la UCR tiene chance de ganarle los dos juegos al Santos y el de Brujas, para sumar nueve puntos.
El Puerto tendría que ganarle a Barrio México y perder los otros seis partidos: los dos contra la “Tromba” Limonense, equipo que está volando; los dos ante Pérez, un equipo que no camina bien y derrotas previsibles ante Saprissa y el Cartaginés. ¡Casi imposible!
Otro chance para la Academia sería que Brujas se hunda y no vuelva a ganar. Puede que pierda sus partidos que restan ante Herediano dos veces, el Alajuelense dos veces y digamos que San Carlos. Pero es posible que sume ante la propia Universidad y el Santos.
Mírese por donde se quiera mirar, la cosa está horrible para los celestes que prácticamente firmaron su viaje al descenso, el pasado sábado con esta lamentable derrota ante los mutilados hechiceros.
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