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La empresa Metales Procesados MRW S.A, subsidiaria en Costa Rica de la compañía canadiense B2Gold, presentó en diciembre del 2010 un plan conceptual a la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA) en el que pretende reactivar los trabajos de explotación y exploración en la fallida mina Bellavista, ubicada en Miramar de Puntarenas.
La propuesta se da luego de que en el 2007 la mina colapsó a causa de un deslave, lo que produjo la suspensión de las actividades. De acuerdo con la compañía, quedan cerca de 4.5 millones de toneladas de mena (roca que contiene oro) extraíble.
El plan conceptual, documento de 23 páginas además de varios planos, fue preparado por TetraTech para Metales Procesados. Esa misma empresa fue contratada por la SETENA para realizar un análisis ambiental y de evaluación de riesgos tras el descalabro de la mina. Esta información se confirma en el sitio web de B2Gold.
La mina Bellavista inició el proceso de extracción de manera formal a mediados del 2005, cuando produjeron el primer lingote de oro.
Respecto a la reapertura de la mina, vecinos de la zona denuncian los eventuales daños ambientales que acarrearían estos trabajos, ya que además de la extracción a cielo abierto, se abrirían túneles en las montañas.
Asimismo, cuestionan que la laguna de relaves -sitio donde se depositan los residuos- estaría en Agua Buena, región donde hay varias nacientes que desembocan en el estero de Puntarenas y llegan al acuífero de Barranca-El Roble, por lo que un ocasional derrame contaminaría toda esa zona.
PELIGROS AMBIENTALES
La empresa Metales Procesados propone extraer 10.5 millones de toneladas de mena en un lapso de nueve años (3560 diarias), utilizando el proceso de lixiviación (que disuelve el oro al utilizar cianuro) en un pozo o bajo tierra, según el plan conceptual. En comparación, en la mina Crucitas –en San Carlos-, se buscaba obtener 6400 toneladas por día.
En una visita de un equipo de UNIVERSIDAD al cantón de Montes de Oro, en Puntarenas, Julio Müller, miembro de la organización Miramar al Grano, aseguró que esta iniciativa es casi idéntica a otra presentada en 1995, la cual fue rechazada por la SETENA.
A pesar de las advertencias de que se estaba colocando mucho material en las pilas de lixiviación, aprobaron el proyecto sin estudio de impacto ambiental, y en su lugar se aceptó un plan de gestión ambiental que homologaron con el primero.
“Vienen casi con un mismo proyecto que ya estaba rechazado. Después decidieron hacer una mina mucho más sencilla y barata en el mismo sitio de la concesión, y ahora el problema es que en ese lugar nunca ha habido campo para hacer una mina”, comentó.
Luego de que se les negó la propuesta, presentaron una revocatoria de apelación que fue aprobada por el Ministerio de Ambiente y Energía, en ese entonces bajo el cargo del hoy canciller René Castro, que le permitió al proyecto seguir respirando.
Además, indicó que se requerirían cerca de 50 litros por segundo de agua para triturar y transportar el material, que se tomaría de los túneles y pozos.
De la misma forma, consideró peligroso el consumo de cianuro, que sería de 500 gramos por tonelada de mena, que se traduce en el uso de 5000 toneladas de dicha sustancia, así como que vuelvan a caer nubes de polvo con metales pesados sobre la población. Tampoco, prosiguió, hay garantía de que se pueda evitar un derrumbe como el del 2007.
En cuanto a los impactos en la población local, aseveró que los y las habitantes ya “no quieren tocar más ese tema”.
“Claro que muchos esperan trabajo directo en la mina; hay negocios que esperan un flujo de dinero más fuerte y rápido. A los líderes los intimidaron, hubo demandas por calumnias incluso a exintegrantes del Concejo Municipal”.
Citó que tiene conocimiento de reuniones que han mantenido con las asociaciones de desarrollo de la región y la municipalidad. De los encuentros con el gobierno local, se desprende de un brochure colgado en el sitio web de B2Gold que “la gerencia ha celebrado reuniones iniciales con resultados positivos con el gobierno central y local, sobre modificaciones al permiso para realizar actividades de minería. La compañía está actualizando un estudio de factibilidad y ha iniciado estudios ambientales”.
Entretanto, Sonia Torres, del Comité Ambiental de Miramar, comentó que hace cinco años era “voz popular” que en la mina había un problema de deslizamiento en las pilas de lixiviación y movimientos extraños dentro de las masas de rocas que se habían colocado, lo que se confirmó cuando la esquina sureste de esa pila cayó sobre la planta de procesamiento.
Recordó que “en ese momento la compañía paralizó por cuenta propia las operaciones para evitar el cierre que era inminente, y sin ningún control empezaron a echarle agua a la pila”.
Torres reprochó que la misma empresa que hiciera el análisis de los daños ocasionados en ese entonces sea la que elaboró el reciente plan conceptual. Añadió que es inadmisible que no haya un estudio de impacto ambiental, máxime que el objetivo de esta corporación es proseguir con la minería a cielo abierto, implementar la subterránea y continuar trabajando con las colas procesadas en la pila de lixiviación ya existente.
Alertó que en el país aún existen varios expedientes mineros vigentes que están libres para solicitar su reactivación, como la mina Macacona en Esparza y la de Abangares.
Sobre las reformas al Código de Minería que declararon el año pasado a Costa Rica libre de minería metálica a cielo abierto, Torres enfatizó que Metales Procesados tiene una concesión otorgada bajo el código que data de 1958, y debido a que la ley no es retroactiva, es posible volver a iniciar el proyecto.
PRESIÓN
Consultada sobre los cambios que ha visto por el trabajo de la empresa minera, Gloria Vargas, vecina de Miramar, relató que ha percibido modificaciones en las montañas y ríos.
“Las coloraciones de los ríos eran increíbles, eran color lechoso, nada natural. Fue muchísimo el daño que se provocó, se hablaba de que jamás se iban a romper las lagunas, y eso jamás lo pudieron sostener; se vino abajo y no se pudo hacer absolutamente nada”, manifestó, mientras señalaba las escombreras de la mina, el paisaje que se impone desde el corredor de su casa.
Lamentó que el terreno es muy vulnerable y que por la lluvia es normal que se venga abajo, y que ese material se dirige directamente al río y después a manglares.
Vargas recordó que era común escuchar fuertes detonaciones y ver maquinarias en las montañas y columnas de polvo que se levantaban.
“Espero que el Gobierno jamás permita una cosa de estas; ya vimos que de ninguna manera se puede dar, porque es una zona de deslizamiento, y siempre está en movimiento; año con año se ve cómo se van haciendo hundimientos. La profundización (de las excavaciones) va a ser increíble, 100 metros y más, y las aguas que están arriba en las montañas y nacientes van a ser absorbidas por esos proyectos; no va a ser solo el daño en Montes de Oro, sino también en Agua Buena, donde se van a trasladar”, expresó.
Por su parte, Nuria Corrales, exregidora de Montes de Oro, contó su experiencia dentro de la municipalidad, cuando en la administración pasada había cuatro integrantes del Concejo Municipal (ella, del Partido Autónomo Oromontano y luego independiente, de Unidad Social Cristiana, Acción Ciudadana y Liberación Nacional) que se unieron para pedirle cuentas a la empresa minera por los compromisos que tenía con el pueblo, pero que nunca recibieron respuesta.
“Quisimos mocionar para suspenderles la patente, pero llegan y amenazan, intimidan; usan ese método. Hubo muchos compromisos que no cumplieron, porque dijeron que era mientras estaban en proceso de extracción, afirmó Corrales.
Indicó que las personas no están opuestas porque la compañía les brinda ayuda, pero a cambio de correr el peligro de dejar los suelos y aguas contaminados.
La exregidora comparó este caso con el de Crucitas, y aseveró que las promesas al pueblo son semejantes, por ejemplo de aumento de trabajo.
“No veo a Crucitas ni parecido, lo veo exactamente igual, la única diferencia es que Óscar Arias aquí no ha dicho que esto es de conveniencia nacional”, concluyó.
Allan Astorga:
Se puede repetir la historia de Crucitas
El geólogo Allan Astorga, coordinador de la revisión del estudio de impacto ambiental presentado en 1995 por la empresa Metales Procesados a la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA), explicó a UNIVERSIDAD que en ese entonces este documento se rechazó porque se enfocaba en el proyecto en sí y no analizaba las consecuencias ambientales; además, le faltaban argumentos técnicos y el detalle de las eventuales secuelas sobre los recursos hídricos.
Tras la negativa, la empresa presentó un recurso de revocatoria y apelación, y el exministro de Ambiente y Energía, René Castro (en la actualidad canciller), ordenó retrotraer todo el proceso, es decir, retroceder al punto donde estaba antes para tomarlo como referencia, lo que le permitió a la empresa seguir en su lucha por la explotación minera.
Para Astorga, lo más alarmante es que luego se otorgó la viabilidad ambiental al proyecto, al aprobarse el plan de gestión ambiental. “Eso fue un error, es un fenómeno similar a Crucitas, que debió hacer otro estudio de impacto ambiental. Esto merece ser investigado por alguna entidad como la Contraloría”.
El también exsecretario de la SETENA (1997-1998) opinó que ahora la compañía debe presentar un nuevo estudio de este tipo, puesto que la viabilidad ambiental tiene vigencia por dos años, y esta se suspendió hace casi cuatro, con el colapso de la mina.
Declaró que con el plan conceptual presentado por la empresa, solo se podría determinar una viabilidad ambiental potencial.
Resaltó que se debe valorar la parte económica de la propuesta, porque se tiene que sopesar el beneficio neto que le dé al país respecto del riesgo.
Igualmente, destacó que de continuar este proceso, es fundamental abrir un espacio de discusión con la ciudadanía, el cual no se facilitó con el caso de la minera en Cutris de San Carlos.
“Espero que SETENA haya aprendido la lección del contencioso administrativo (que anuló la concesión a la empresa Industrias Infinito). La ley del Ambiente permite mecanismos de participación pública; el proyecto debe ser sujeto a consulta pública, sino se va a repetir la historia con Crucitas”.
Agregó que este proyecto no sería afectado por el decreto de moratoria emitido por la presidenta Laura Chinchilla, porque establece que los derechos adquiridos previamente serán respetados, y no detalla los alcances que tiene.
Alcalde de Montes de Oro sin respuesta
UNIVERSIDAD buscó la opinión del alcalde de Montes de Oro, Álvaro Jiménez. Como parte de la gira, se trató de concertar una entrevista previamente; sin embargo, ese día el representante se encontraba en San José. Se acordó con su secretaria enviar un cuestionario por correo electrónico, el cual se remitió el 19 de febrero. A pesar varias llamadas, a la hora del cierre no hubo respuesta. Estas fueron las preguntas:
-¿Por qué apoyar un proyecto minero en lugar de otras formas de actividades económicas para el desarrollo local? ¿Cómo puede colaborar esta mina para sacar adelante al cantón de Montes de Oro, y en específico a Miramar?
-Si el proyecto minero desarrollado por esta empresa canadiense tuvo un fuerte impacto que lo llevó a su colapso en el 2007, ¿por qué motivos se pretende reactivar? ¿Cómo evitar que vuelva a suceder un accidente de este tipo?
-¿Qué conversaciones ha tenido usted como alcalde con personeros de la empresa Metales Procesados MRW S.A sobre este tema? Esto, ya que la compañía señala que se han efectuado “reuniones iniciales con resultados positivos con el gobierno central y local sobre modificaciones al permiso para realizar actividades de minería”.
-¿Ha habido donaciones por parte de esa compañía minera, tanto al gobierno local como al pueblo?
-¿Qué tipo de recursos se le han brindado o a qué acuerdos ha llegado la municipalidad con las asociaciones de desarrollo para que apoyen la puesta en marcha de la explotación minera en Bellavista?
-¿Estaría dispuesta la municipalidad a otorgar permisos para cambio de uso de suelo en la finca Carmona, al sur del río Ciruelas, donde se ubican las nuevas escombreras, y en la finca en Agua Buena, donde se pretende construir la laguna de relaves?
-Al ser minería a cielo abierto, este proyecto se compara con el de Crucitas ¿Cómo asegurar que el trabajo en la mina Bellavista no acarree las mismas consecuencias ambientales que se han denunciado en los últimos años en ese otro caso, un proceso jurídico similar de presentarse recursos en contra, o incluso el rechazo de gran parte de la población costarricense a esta propuesta de reactivación?
Empresa minera: “Se reduce al mínimo impacto ambiental”
La empresa Metales Procesados MRW S.A, concesionaria de la Mina Bellavista, señaló en el estudio de plan conceptual presentado a la SETENA en diciembre pasado, que el impacto ambiental por la propuesta que pretende reactivar la exploración y explotación en la Mina Bellavista será mínimo. Estos son algunos extractos del informe:
-“Tetratech evaluó la topografía actual junto con el modelo que le entregó a Metales, y determinó que hay suficiente espacio para proseguir la minería del pozo actual sin ir más allá de los límites actuales. Esa decisión se basó en el drenaje del área del proyecto en las restricciones relativas a los cursos de agua, en que no sería necesario talar ningún árbol, y en que, al mantener el impacto del pozo actual se minimiza la roca en desarrollo. Este enfoque reduce al mínimo el impacto ambiental”.
-“El programa necesita que la totalidad del material de menas que se procesaron parcialmente y se encuentran en la pila se procesen en un lapso de siete años, da lugar a la recuperación de las instalaciones de la pila de lixiviación original y mantiene la producción de las fuentes de mena reciente durante dos años más, con lo cual la vida de mina (sic) es de nueve años”.
-“Se usarán las infraestructuras que existen, que comprenden oficinas administrativas, laboratorios, sala de testigos de minerales y sondajes…taller de mantenimiento, bodegas, invernadero, caminos, cafetería y demás. Podría ser que se construyera más infraestructura, como pozos de agua, tanques de almacenamiento y de ruptura de carga, un sistema de banda sin fin para enviar la roca en desarrollo al sitio de su almacenamiento, un taller de mecánica automotriz y otro y mejor camino de acceso a la planta, en el área de Agua Buena”.
Este semanario realizó varias llamadas a las oficinas de Metales Procesados, previo a la gira efectuada en Miramar, con el fin de concertar una entrevista. Al momento de llegar a la zona, se acudió a las instalaciones de la mina, y se informó que los personeros ya se habían retirado. El día del cierre se continuó insistiendo con las llamadas y se envió un fax con una carta explicando la situación y un cuestionario, pero no se tuvo contestación.
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