En el artículo “Papagayo y Zapotillal: La manipulación de información inexacta e incorrecta” (Semanario UNIVERSIDAD, 16.02.2011), la hidrogeóloga Sandra Arredondo  se defiende de la información publicada en este semanario donde se cuestiona su desempeño en varios proyectos polémicos: la mina en Crucitas, la autopista a Caldera, el acueducto de Sardinal y el proyecto turístico residencial Mar Serena en playas Nombre de Jesús y Zapotillal, en Santa Cruz de Guanacaste.Estos proyectos tienen en común dos características: constituyen potenciales amenazas para el ambiente y el agua y son casos del ámbito público y privado que deben ser aclarados en las instancias judiciales o administrativos correspondientes. En su nota, la señora Arredondo hace una serie de afirmaciones que es importante aclarar.
1. Crucitas. Cuando explica que fue ella la regente ambiental, dice que “eso no significa nada turbio” y agrega que no elaboró ni aprobó los estudios de impacto ambiental. Lo que se cuestiona no es el estudio de impacto ambiental, sino el proyecto en sí, desde su concepción hasta el momento actual. Dada la amplia difusión de este caso, se sabe que desde sus inicios el proyecto Crucitas ha estado plagado de irregularidades y falsedades. Ya el Tribunal Contencioso Administrativo lo confirmó en noviembre. El solo hecho de haber participado en este cuestionado proyecto ya es una mala referencia.
2. Caldera. Otra vez no puede negar que ha participado en un proyecto cuestionado, aunque pretenda suavizar su participación diciendo que cuando ingresó como asesora la construcción se encontraba en un 90% de avance y apoyó en la implementación de medidas de mitigación. Lo cierto es que se trata de un proyecto que se inauguró a la  carrera debido a presiones políticas, que a los pocos meses de entrar en operación cobró vidas humanas y presentó serias deficiencias de construcción, y que hoy está en la picota en la Asamblea Legislativa. Otra mala referencia.
3. Sardinal. Es verdad lo que dice la señora Arredondo: ella no ha tenido ninguna relación con el acuífero de Sardinal. Pero en cambio, sí es la hidrogeóloga privada del acuífero vecino: el de Playa Panamá (Polo Turístico Papagayo). Se trata de un caso más donde se pretende emplear la escasa agua disponible con el fin de construir megaproyectos residenciales y turísticos. En Playa Panamá también abundan las irregularidades, especialmente en lo que se refiere al Departamento de Aguas del MINAET y al AyA.
4. Mar Serena. Nuevamente dice una verdad…a medias. Afirma que no elaboró el estudio de impacto ambiental ni es regente del proyecto. Sin embargo, la empresa la contrató para realizar el estudio hidrogeológico y el Servicio Nacional de Aguas Subterráneas Riego y Avenamiento (SENARA) le solicitó hace más de un año una información para completar los datos para el análisis de la capacidad del acuífero, y hasta la fecha no la ha aportado. Pese a ello, el proyecto hace varios meses inició la primera fase: ya han eliminado decenas de hectáreas de bosque y han realizado movimientos de tierra sobre el área del acuífero.
La señora Arredondo tiene el derecho de defenderse; ella hace las cosas de acuerdo con sus principios y con su visión de desarrollo y progreso, y no dudamos que alguna gente comparte sus criterios. Pero también hay personas que no compartimos esos criterios ni esos principios éticos y así lo manifestamos, con fundamento y con el debido respeto.