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Una nueva apología

No deja de deslumbrar el hecho de que Centroamérica es una de las regiones de más marcada explotación en el mundo. El costo de la canasta básica de cuatro de las repúblicas es superior en más 125 dólares al sueldo mínimo (cuando este se paga). Se   está intentando matar al pobre con desnutrición, falta de sistemas de salud y falta de sistemas de educación.En Costa Rica la educación superior privada no tiene ránking internacional. Dicho bochorno llega a tal punto, que el Banco Mundial mismo encontró que la proliferación de tantas universidades privadas, estaba frenando al desarrollo del país. Todo desde luego basado en esa preciada libertad empresarial, que puede derogar los altos valores de la educación, la religión y la salud. ¡Y convertirlos en un negociazo! El paradigma y el modelo empresarial como definición del hombre, es un veneno que prolifera la polarización entre el tugurio y la mansión. Nos acercamos lentamente a Semana Santa. Las vacaciones como chunches que se compran supersticiosamente. La invasión de lo sacro por medio del engaño y de la mentira. Son tantas profanaciones del templo humano. El consumismo es una enfermedad, pero propagarla es un salvajismo y un crimen.

No deja de deslumbrar el hecho de que Centroamérica es una de las regiones de más marcada explotación en el mundo. El costo de la canasta básica de cuatro de las repúblicas es superior en más 125 dólares al sueldo mínimo (cuando este se paga). Se   está intentando matar al pobre con desnutrición, falta de sistemas de salud y falta de sistemas de educación.En Costa Rica la educación superior privada no tiene ránking internacional. Dicho bochorno llega a tal punto, que el Banco Mundial mismo encontró que la proliferación de tantas universidades privadas, estaba frenando al desarrollo del país. Todo desde luego basado en esa preciada libertad empresarial, que puede derogar los altos valores de la educación, la religión y la salud. ¡Y convertirlos en un negociazo! El paradigma y el modelo empresarial como definición del hombre, es un veneno que prolifera la polarización entre el tugurio y la mansión. Nos acercamos lentamente a Semana Santa. Las vacaciones como chunches que se compran supersticiosamente. La invasión de lo sacro por medio del engaño y de la mentira. Son tantas profanaciones del templo humano. El consumismo es una enfermedad, pero propagarla es un salvajismo y un crimen.
Se han hecho fortunas enteras en Centroamérica y en Costa Rica, disminuyendo cada vez más el nivel de calidad de vida de la fuerza obrera y campesina. El genocidio tiene muchas caras y una de ellas es matar a un pueblo de hambre por desnutrición y enriquecerse a consecuencia de ello. Al menos las principales religiones del mundo repudian dicha barbaridad. Pero ir a misa el domingo o un día especial, mas no practicar el mensaje de los evangelios en la vida diaria, permite que legiones de profesionales se sientan justificados con dichas formas de vida, que oprimen al pobre pero enriquecen a unos cuantos. El hecho sacramental reducido a la cosificación y a la costumbre ocasional, mas no a la conversión.
He indicado en trabajos anteriores que Hackman et al. (2010) han reportado que la turgurificación disminuye en niños pobres la relación de peso cerebro/cuerpo con respecto a niños de clase media o burguesía. También han indicado que esta disminución en el tamaño del cerebro está correlacionada con la hormona del estrés o el CRF. Similarmente indican que sujetos de las clases pobres denotan averías en el lenguaje, funciones ejecutivas, control de pulsiones y diversas mediciones neurocomportamentales, con respecto a sujetos que provienen de clases más adineradas. Se está pues condenando a niños a vivir toda una vida de inferioridad, solamente debido a que se desea tener una fuerza obrera que devenga sueldos incapaces de permitir una nutrición y alimentación, digna de un ser humano.
Conozco el caso de jóvenes que se dedican a enviar misivas tipo spam a las direcciones electrónicas que disponen. Generalmente se estructura un engañoso mensaje verbal y se pide que se active un link. En la cultura spam del modelo empresarial, todo es permitido. El ganador es el victorioso, y eso se considera un bien si redunda en más dinero. Siempre la libertad está del lado del que abusa al inocente. Y a eso se le llama “empresa privada”. Es pues un mundo de propaganda comercial, sin conciencia superior al de obtener dinero. En dicho paradigma, inversiones como las Crucitas están justificadas, pues desarrollan al país, aunque envenenen seres humanos y destruyan la flora y la fauna.
La inversión es entonces un concepto enteramente desarrollado para enriquecer a solamente algunos y si no que lo comprueben los datos estadísticos del Informe Sobre La Nación, que indican que el 40 por ciento de los empresarios pagan menos que el sueldo mínimo en Costa Rica. También indica que ha habido un aumento en la tugurificación o vivienda inaceptable en el país en el último año. No se está ni pensando en invertir en seres humanos. El mercado neoliberal es totalmente inflexible y cortante en eso, ya que la inversión en el ser humano, detracta de su competitividad. Así pues,  ponen impuestos a las pensiones de los miembros viejos del magisterio, y esto recorta la longevidad de estos, en muchos casos. ¡Competitividad basada en el asesinato!
Desafortunadamente demasiadas personas desean hacerse empresarios. En la presente amoralidad van a buscar sus propios medios de hacer dinero. Un capitalismo así es desechable y rechazable. ¡No es más que otra dictadura revestida por encima de democracia y libertad!
En la presente moralidad siempre se buscará una mejor pastilla para el reducir el estrés y no un mejor ser humano, que luche contra las causas sociales y personales que produce dicho estrés. Son necesarias ambas. ¡Mas el paradigma empresarial actual no es un paradigma de desarrollo humanista! El desarrollo es tecnológico a expensas del panorama total del hombre. Un espectrum reducido.
¿Por qué es que siento que a los 68 años de edad me debo excusar yo de ese desastre cuando no tuve nada que ver con ello? ¡Será que los viejos tenemos más conciencia moral y alguien tiene que excusarse!

  • Carlos Ml. Quirce Balma (PhD Catedrático/Investigador UCR)
  • Opinión
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