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Para acabar con la discriminación que persiste dentro del campus

Como cualquier otra pareja, el 23 de febrero, dos estudiantes de la Universidad de Costa Rica (UCR) que se encontraban dentro del campus compartieron un beso. Ambas mujeres  fueron cuestionadas por un guarda de la institución, quien les pidió retirarse de las mesas en las que se encontraban sin mayor justificación que “respetar el espacio de los demás”. Asimismo, se les pidió identificarse con sus nombres, su número de carné y la carrera que cursaban.

Como cualquier otra pareja, el 23 de febrero, dos estudiantes de la Universidad de Costa Rica (UCR) que se encontraban dentro del campus compartieron un beso. Ambas mujeres  fueron cuestionadas por un guarda de la institución, quien les pidió retirarse de las mesas en las que se encontraban sin mayor justificación que “respetar el espacio de los demás”. Asimismo, se les pidió identificarse con sus nombres, su número de carné y la carrera que cursaban.
Como miembros de esta institución de educación superior y representantes estudiantiles, el colectivo de la Asociación de Estudiantes de Comunicación Colectiva (AECCC) hace un llamado a no pasar por alto este hecho y reflexionar acerca de los pilares humanistas que sostienen a la UCR y que resguardan los derechos de todas y todos sus estudiantes, sin importar su sexo, género ni orientación sexual.
Hacemos un llamado a las autoridades universitarias a no sólo cumplir con la búsqueda de respuestas y soluciones particulares para este hecho, sino a reconsiderar la manera en que la libertad de orientación sexual es presentada a quienes trabajamos y estudiamos dentro de esta universidad.
 
Nos sentimos especialmente preocupados por la manera en que se manejan los discursos de igualdad y tolerancia en las esferas académicas y que, sin embargo, no se toman medidas reales para que dichos discursos alcancen las esferas administrativas y misceláneas de la Universidad, personal que igualmente es vital en nuestro día a día dentro de la institución y parte integral de nuestra experiencia como estudiantes.
Instamos a la jerarquía universitaria a continuar promoviendo una cultura pluralista, tolerante, abierta y respetuosa mediante campañas y talleres de sensibilización que involucren la participación de docentes, personal administrativo, de seguridad y misceláneo de la Universidad. Recomendamos que el desarrollo de estos talleres se lleve a cabo dentro del plazo del primer semestre de este ciclo lectivo, con el fin de dejar claro que se han tomado acciones para contribuir con una educación con miras a reducir la discriminación de todo tipo.
Con motivo de este caso se contactó a la Federación de Estudiantes (FEUCR), la cual ha comenzado por su cuenta labores para evitar que se presente nuevamente un hecho así, por medio del Consejo Universitario y apoyando a las estudiantes afectadas, a presentar una denuncia formal a través de la Defensoría Estudiantil Universitaria.
Consideramos de gran importancia que todos los grupos universitarios se encuentren involucrados en la promoción de los derechos humanos de los estudiantes y que se vele por el bienestar de cada uno de ellos, sin importar su orientación sexual ni ninguna otra condición que históricamente haya dado pie a exclusión o discriminación.
Creemos que aplicar los reglamentos universitarios basándose en criterios discriminatorios,  viola estas disposiciones. Fustigamos la interpretación con doble moral de cualquier reglamento que permita las escenas amorosas exclusivamente a personas heterosexuales y castigue con humillación a parejas del mismo sexo, así como el uso de sanciones en tanto no se quebrante el reglamento interno de la Universidad.
Como estudiantes y como seres humanos, instamos a reflexionar tanto dentro de nuestra universidad, como del resto de instituciones de educación del país, sobre la necesidad de promover acciones concretas y simples que se pueden implementar desde estos centros, para detener acciones discriminatorias y humillantes.
Es en las casas de educación donde no sólo se deben emitir pronunciamientos y disposiciones para cumplir con la obligación de proyectar una imagen humanista, sino donde se debe trabajar en la construcción de una cultura inclusiva y fundamentada en los derechos humanos por medio de actividades concretas de reflexión.
( ) Representantes de la Asociación de Estudiantes de Ciencias de la Comunicación Colectiva (AECCC)  de la Universidad de Costa Rica.

  • Natalia Díaz Zeledón 
  • Opinión
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