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Productor de “Costa Rica S.A.” afirma que documental asustó embajada de EE.UU

El documental “Costa Rica S.A.”, dirigido por Pablo Ortega en el 2006, llamó poderosamente la atención de la embajada de Estados Unidos en Costa Rica. De hecho, figura en la lista de los cables que Wikileaks le facilitó al periódico La Nación. Esta lo reprodujo el jueves 3 de marzo.

El documental “Costa Rica S.A.”, dirigido por Pablo Ortega en el 2006, llamó poderosamente la atención de la embajada de Estados Unidos en Costa Rica. De hecho, figura en la lista de los cables que Wikileaks le facilitó al periódico La Nación. Esta lo reprodujo el jueves 3 de marzo.
El cable de la embajada se compone de ocho puntos. En ellos se hace un análisis detallado de los públicos que podría influenciar más, en ese momento, la mencionada producción. Entre ellos sobresalían los estudiantes y “los tontos”.
“Costa Rica Sociedad Anónima” se transmitió primero por capítulos en Canal 15 de la Universidad de Costa Rica (UCR). Pretendía crear conciencia entre la población sobre el impacto negativo que traería al país la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, el cual fue aprobado, finalmente, por la Asamblea Legislativa, tras el referéndum del 7 de octubre de 2009.
 
UNIVERSIDAD conversó con el director del documental para conocer sus consideraciones en relación con la mención de su documental los cables de la embajada, obtenido por Wikileaks junto con 250.000 reportes más del gobierno de Estados Unidos en casi todo el mundo.
 ¿Le sorprendió que la embajada estadounidense haya puesto tanta atención a su documental?
-Ciertamente me sorprende, sobre todo porque es todo un cable dedicado al documental, con referencias a tantos detalles (incluso a la «Mujer Maravilla de Alajuelita»). Por otra parte, en su momento el documental fue muy visto y generó mucho cambio de opiniones. Así que era natural que los funcionarios gringos mencionaran algo si estaban preocupados porque la gente comenzara a darse cuenta lo que decía el dichoso Tratado.
¿Sufrió algún tipo de represión por parte de la embajada?
-No, directamente. No obstante, me llama la atención que algunas cosas dichas por el embajador son muy parecidas a algunas aseveraciones que funcionarios de Comercio Exterior (COMEX) manifestaron, como si hubieran directrices que compartieran desde esta embajada y este Ministerio. También, me llama la atención la parte en que el embajador lamenta que el documental está hecho de tal manera que cualquier demanda contra él, por parte de los negociadores, fracasaría.
Según se desprende del cable, le temían al contenido, sobre todo, por el impacto que podía causar en los más jóvenes ¿Qué piensa al respecto?
-De nuevo, es llamativo que les preocupara tanto, sobre todo porque en esa época no se hablaba de referéndum. En el fondo creo que este mismo cable subestimó un poco el documental, pues el embajador dice que solo va a ser efectivo con la gente que ya de por sí se opone al TLC. Creo que la virtud que tenía “Costa Rica, S.A.” es que daba muy buenos argumentos para que cualquier tipo de persona revalorara la conveniencia del Tratado tal y como quedó.
Desde el punto de vista ideológico, ¿qué opinión le merece que una embajada tenga tanta injerencia en los asuntos internos de un país?

–Te diría que es una pena que un país como Costa Rica, que por décadas supo aguantar muy bien las presiones de Washington para conformar su modelo de sociedad, durante la época del TLC prácticamente tomó instrucciones del embajador.
El informe, sin embargo, no le niega al documental su buen humor, no obstante, lo tilda de maniqueo. ¿Qué opinión le merece dicha consideración?
-Al menos al embajador el documental le pareció entretenido, y hasta le gustó mi Mujer Maravilla, a pesar de que era ideológicamente incómodo a sus intereses. Ironía: hay críticos y entendidos del medio audiovisual nacional que no tienen tanta objetividad.
Por supuesto que la idea de que el documental solo va a convencer a ingenuos y estudiantes por manipular imágenes de Hitler no le hace justicia a una producción que ofrece todo tipo de argumentos por una hora y cuarenta minutos. Por lo demás, invito a la gente a que lo vea por Youtube y compare sus predicciones con lo que está ocurriendo ahora, a ver si como dice este señor, el documental no es más que una especie de libelo audiovisual.

  • Jose Eduardo Mora 
  • Cultura
Hitler
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