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¡Esto es lo que tenemos de Selección!

No faltó casi nadie, no nos referimos al coro de figurones y bombetas que acudió masivamente a la ceremonia inaugural del Estadio Nacional, sino que hablamos de la formación de la Selección Nacional, la cual está colmada de jugadores costarricenses que militan en el fútbol internacional y (se supone) son mejores que los participantes del campeonato nacional.

No faltó casi nadie, no nos referimos al coro de figurones y bombetas que acudió masivamente a la ceremonia inaugural del Estadio Nacional, sino que hablamos de la formación de la Selección Nacional, la cual está colmada de jugadores costarricenses que militan en el fútbol internacional y (se supone) son mejores que los participantes del campeonato nacional.
Los legionarios (como los llaman, aunque no son legión) ocuparon nueve de las once plazas ordenadas por el director técnico, Ricardo La Volpe, para enfrentar a la Selección de China en el primer partido del nuevo coliseo. Este finalizó empatado 2-2, después de que los tricolores dejaron ir una ventaja (de 2-0) al término de la primera parte.
Solo el defensor derecho Dave Marie (quien juega para Limón) y el pequeño delantero Randall “Chiqui” Brenes (goleador del Cartaginés) habitan en el campeonato criollo. Los otros nueve titulares juegan en el fútbol profesional de Europa y los Estados Unidos. De manera que estos futbolistas, quienes opacaron con su gris desempeño la espectacular noche de la magna inauguración, forman lo más selecto y granado de nuestra sociedad balompédica. Esto, dado su flojo desempeño, genera dudas e interrogantes con pocas respuestas, ya que a pocos meses arranca en los Estados Unidos, la Copa Oro, en torno de las selecciones más selectas de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe (Concacaf).
 
El portero Esteban Alvarado juega en Holanda; los jugadores Michael Umaña y Álvaro Saborío, en Estados Unidos; Cristian Bolaños y Dennis Marshall, en Dinamarca; Bryan Oviedo, Celso Borges y Michael Barrantes, en Noruega, y el defensa Gilberto Martínez, en Italia.
Con este equipo de lujo para el fútbol nacional, Costa Rica no solo no pudo derrotar a China —esta lució muy superior en la cancha, con un fútbol más pujante, inteligente y veloz—, sino que tuvo una presentación tan deslucida. Esto provocó la protesta de los aficionados desde el minuto 15 de la primera parte, quienes empezaron a silbar a la Nacional y a corear “olé, olé, olé” a favor de los orientales.
Esta reacción negativa y madrugadora de un sector de la afición provocó en los vestuarios el reclamo del entrenador La Volpe. Este mandó un recado a los seguidores de la Selección, en el cual dijo que Costa Rica no es ninguna potencia futbolera mundial, no está obligada a meterle tres goles a China en 15 minutos, pues el rival también juega. Por tanto, si en lugar de apoyar al equipo, lo van a silbar, meditará muy bien trasladar los partidos de la eliminatoria mundialista, al estadio Ricardo Saprissa.
“A mi el estadio nuevo o viejo no me importa. Si no hay calor humano, afecto y apoyo para mis jugadores, me voy a otro estadio más caliente, donde el público meta presión al rival, en lugar de desmotivar al nuestro”, en franca alusión a la comunión que solo se da en el estadio Ricardo Saprissa entre jugadores y aficionados.
ESCASOS RETOQUES
A esta alineación estelar planteada por Ricardo La Volpe contra China, muy pocos retoques se le pueden dar de cara a la participación en la Copa de Oro. Faltaron dos titulares indiscutibles: el portero Keylor Navas del Albacete de España y el publicitado Bryan Ruiz del Twente de Holanda. Navas fue reservado para el partido amistoso contra Argentina. Ruiz es el trapito de dominguear de los futbolistas ticos en el extranjero. No fue alineado ante los chinos para darle reposo a una lesión que lo aqueja. Ruiz estaba en duda para jugar ante los “ches”, pero estará listo para la Copa Oro salvo otra desventura física.
En el marco, Navas tampoco hace enorme diferencia con  Esteban Alvarado. Son dos porteros jóvenes de enorme proyección. Incluso Alvarado logró la titularidad en el AZ Alkmaar de la liga holandesa, mientras Navas defiende la portería del modesto Albacete de la segunda división española, ocupante del penúltimo lugar de la tabla. Alvarado, quien pudo hacer algo más para evitar el par de goles de los chinos, juega en una liga mucho más competitiva que Navas. En todo caso, este pinta como titular.
Bryan Ruiz tomaría el puesto de Randall Brenes, como enlace al lado de Cristian Bolaños para jugar a la espalda de Álvaro Saborío. A pesar de tantas deficiencias técnicas, el fútbol costarricense no cuenta, ni por asomo, con un número nueve como Saborío. Para jugar al fútbol sin Álvaro, el entrenador argentino tendría que darle un vuelco al sistema táctico de Costa Rica. De manera que nos olvidáramos de este centro delantero potente y pivot, para dar paso a la velocidad de otro tipo de futbolistas, casos del propio Brenes, Marco Ureña o César Elizondo, todos seleccionados. Pero, no hay tiempo ni espacio para el experimento.
Una inyección ofensiva, al tridente formado por Ruiz, Bolaños y Saborío, sería la presencia del citado Ureña, un delantero trepidante, muy veloz y de excelente remate. Marco Ureña, es el primer relevo ofensivo del equipo.
Otro par de caras que faltaron ante China son el defensor derecho Cristian Gamboa y el volante de marca Randall Azofeifa. Probablemente, los dos estarán en Copa Oro. Ya La Volpe los ha citado a eventos anteriores, pero ellos tampoco le cambiarán mucho la fisonomía al equipo. Gamboa es más técnico que Marie, pero menos potente; Azofeifa marca mejor que Barrantes, pero no cuenta con la sabiduría de Michael Umaña para el servicio (engendró los dos goles ante China). Además, en el campeonato nacional no hay muchas caras que puedan revolucionar la formación del seleccionado.
Entonces, esto es lo que tenemos, lo que se vio contra China, más Navas y Ruiz, y punto. Falta mucho trabajo, mucho fogueo, más horas juntos y más prácticas.
Floja Costa Rica, muy floja.
Estos muchachos, la mayoría bendecidos por su buena calidad y millonarios de la disciplina, están en la obligación de jugar mejor y Ricardo La Volpe, igual, porque ya es hora de que nos ponga a ganar. Mucho bla, bla, bla, billetera repleta de dólares, ciclos y microciclos de entrenamientos, todo aún sin conquistas.

  • Gaetano Pandolfo Rímolo 
  • Deportes
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