El concepto de aristocracia del filósofo Heráclito de Éfeso (siglo VI A.C) es una carta o escalerilla en flor que todavía no ha jugado la humanidad.
No es una aristocracia del dinero o del poder monárquico necesariamente, aunque Heráclito fuera hijo de los reyes de Éfeso. Es una aristocracia en el sentido del mejor individual y humanamente. El concepto de aristos (el mejor) en la filosofía de Heráclito de Éfeso es el siguiente: es el mejor en el sentido del que más lucha consigo mismo, el que más se supera o crece mentalmente, el que más se esfuerza, el más sincero, el más valiente, el más bueno, el “más digno de confianza”, el más altruista, el más generoso, el más humilde, el más justo, el que más sueña, “el que más se acerca a las cimas del alma humana”.
El aristócrata heraclíteo se eleva sobre una humanidad hipócrita, sádica, egoísta, mediocre. Algunos dirán que es una visión utópica o un sueño irrealizable, pero estamos en desacuerdo.
La aristocracia heraclítea no es una visión racista de la vida. No es el mejor en el sentido de superior, ya que este es un concepto peligrosísimo: es el mejor en el sentido  del que más vale humana y moralmente. El aristócrata heraclíteo es el más solidario con los otros, el más paterno, el más valiente, el más romántico.