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El viceministro de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones, Andrei Bourrouet, asegura que no pretende quedarse demasiado tiempo a cargo de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA) y pretende impulsar cambios que mejoren el trabajo de esta criticada institución.
Además del viceministerio, Bourrouet tiene como recargo la secretaría general de la SETENA desde agosto del 2010, tras la salida de la anterior secretaria, Sonia Espinoza.
En entrevista con UNIVERSIDAD, el funcionario reconoce que la sentencia del Tribunal Contencioso Administrativo en el caso de la mina en Las Crucitas pudo haber afectado la imagen externa de la SETENA, pero considera que a esta institución no se le puede juzgar solo por un proyecto.
Hay gente molesta en SETENA porque considera que usted no pasa el tiempo suficiente en la institución…
-El primer molesto soy yo, que tengo el recargo de un trabajo que es en sí mismo como dos trabajos a la vez; prácticamente a mí me tienen liquidado con la agenda. Quien tiene más ansias de terminar ese rol, de tener un recargo como secretario general, soy yo.
Por supuesto, es comprensible que haya inquietud, aunque desde el punto de vista administrativo las cosas han ido caminando correctamente. He tenido el apoyo de todo el equipo y principalmente del director ejecutivo; entonces digamos que, a diferencia de otras ocasiones, el trabajo que hemos estado haciendo es una labor de equipo, no solo con la Comisión Plenaria sino también con el equipo de directores de cada una de las unidades técnicas.
¿Hay real interés en el Gobierno de nombrar un Secretario General?
-Por supuesto, si no yo me hubiera ido del Gobierno. El tema está encaminado a resolverse; estamos en los trámites administrativos. En la comisión plenaria ya tenemos el nombramiento del representante de las universidades, que tardaron un año para que nombraran un representante. Ahora se tiene que hacer el trámite para hacer su nombramiento, y estamos en eso.
Miembros de “Llamado Urgente por País” dice que hay incompatibilidad legal de su cargo como viceministro con el de secretario general de la SETENA, pues podría ser “juez y parte” en las apelaciones que van al MINAET.
-No hay ninguna incompatibilidad legal; eso fue lo primero que se revisó. El requisito es que haya un representante del Ministro o del Ministerio de Ambiente en la Comisión Plenaria y que funja como Secretario General.
Hay gente que anda persiguiendo fantasmas. Dicen que se están metiendo temas políticos en SETENA, pero yo nunca he estado en política; si hay algo que tengo es que soy de la cantera del área técnica. Fui profesor universitario de la Escuela de Ingeniería Civil; he sido ingeniero civil toda mi vida; el rigor técnico que estoy metiendo a los cambios en SETENA es visible.
¿Cómo encontró la SETENA cuando llegó?
-Encontré una SETENA con cero características de administración gerencial moderna; todo estaba centralizado en el secretario general, lo cual es absurdo.
El Secretario General es como un gerente, es un administrador, tiene que tener -aparte de herramientas técnicas- mucha capacidad para poder administrar recursos humanos y recursos financieros, enfocar la estrategia de la institución hacia un norte y proponer cambios que sean pertinentes desde dentro de SETENA.
En ese sentido, cuando llegué percibí una SETENA completamente cerrada, con un divorcio completo entre la Comisión Plenaria y el área técnica, con una comisión plenaria poco involucrada en el quehacer de la secretaría, tomando decisiones, pero poco vinculada con los directores, poco vinculada con el equipo técnico y creo que eso se ha roto.
Ahora estamos poniendo mucha atención a un estudio de la Contraloría General de la República, en cuanto a modificaciones que se deben hacer internamente y estamos trabajando muy intensamente, principalmente para simplificar los 22 reglamentos que tiene la Secretaría, que es un absurdo administrativo.
¿Se ha pensado convocar a la Comisión Mixta de la SETENA para impulsar estos cambios?
-No se ha contemplado eso. Convocar a la Comisión Mixta es discrecional del Gobierno de la República, y en este momento no se ha visto la necesidad de convocarlo.
¿Por qué no? ¿Sería complicado?
-No es que sea complicado; es un tema de definir si es pertinente o no. Consultas se han estado realizando a todos los sectores, de manera constante. Las mismas partes que forman la comisión mixta, han sido tratadas en diversas reuniones, y en ese sentido no se considera necesaria la convocatoria.
¿Pero si se ha consultado a todas las partes, no sería mejor convocarlas y consultarles formalmente con este instrumento que tiene la SETENA?
-Eventualmente…
¿Lo descarta?
-No, para nada; es una herramienta que puede ser útil siempre y cuando no se tuerzan los objetivos para lo cual fue creada. La Comisión Mixta en algunos casos se ha torcido de los objetivos que se perseguían y ha pasado de un ente consultivo a un ente de toma de decisiones y eso según el decreto de creación de esta comisión no es correcto.
¿Qué cambios se están promoviendo en cuanto al papel de los consultores?
-Este es un tema viejo que inició antes de que el nuevo gobierno entrara. Nosotros lo que estamos intentando es cerrar el ciclo de una consultoría que se contrató de manera adecuada, para tener la opinión de gente externa, no solo del consultor contratado.
El consultor cuando funciona como regente ambiental, es una voz, una conciencia, no del desarrollador, sino de la administración pública, para apoyar en la labor de supervisión y seguimiento de la gestión ambiental de los proyectos.
Pero desgraciadamente esto no ha sido así, y tenemos muchas deficiencias, muchas malas prácticas de los consultores y en los que no cumplen con ese rol, pues más bien se exponen a problemas legales, puesto que son responsables solidarios de los problemas ambientales que puedan aparecer en los proyectos.
En ese sentido hay todo un tema que se ha estado evaluando, para determinar cuáles herramientas pueden ser útiles para verificar el desempeño ambiental de los proyectos.
¿Considera un problema el que los consultores sean pagados por las empresas?
-En la situación actual sí, cuando no hay los efectivos controles y se han suscitado problemas. Hay muchas empresas que son éticas, que entienden el rol del regente ambiental, y consultores que también tienen claro su rol. Pero, el rol de los regentes no es 100% eficaz; hay muchos casos denunciados, tanto a nivel de SETENA como del Tribunal Ambiental Administrativo.
Se ha criticado que la SETENA tiene poca capacidad de fiscalizar los proyectos. ¿Cuánto se ha avanzado en ese sentido?
-Ha habido suficientes avances. Una es el reforzar la comunicación con el Tribunal Ambiental, estrechar la coordinación que permita diseñar un mecanismo de coordinación, sin que se superpongan los roles y funciones.
Otra, que las mismas unidades técnicas dentro de SETENA permitan agilizar la supervisión, de manera que se priorice sobre proyectos delicados, y el tercer factor -que no se estaba dando en los últimos tiempos- era el hecho de que los equipos técnicos que trabajan en diferentes unidades, ahora se pueden interrelacionar de mejor manera.
Para nadie es un secreto que SETENA tiene una carencia importante en ciertas áreas del conocimiento: ingeniería civil, geología, y sobra en otras áreas. Se está invirtiendo en recursos humanos, de manera que se pueda hacer un balance lógico y sostenible en este proceso.
¿Siente que la credibilidad de la SETENA se golpeó con la sentencia del Tribunal Contencioso Administrativo?
-Los que no conocen a SETENA pensarían que sí. Pero SETENA y cualquier otra institución del Estado están por encima del bien y el mal de un proyecto. SETENA tiene 25.000 expedientes abiertos de diverso tamaño y complejidad.
Si SETENA comienza a sufrir por un proyecto y piensan que ese proyecto va a hundir a la SETENA, están un poco equivocados, porque realmente la Secretaría tiene un valor agregado por encima de un solo proyecto.
No estoy defendiendo Crucitas, pero como cualquier otro proyecto tenía el derecho de ser defendido técnicamente, y me parece a mí que ahí hubo un desfase en el intercambio de opiniones de fuera de SETENA, con el intercambio del desarrollador y diferentes opiniones externas. Si quieren evaluar a SETENA no se pueden concentrar en un solo proyecto.
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