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Presidente del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), exdiputado, expresidente del Banco Central y exministro de Economía y Hacienda, el economista Bernal Jiménez considera que el Gobierno debe negociar con los partidos “progresistas” para modificar el proyecto de reforma fiscal que la administración de Laura Chinchilla envió a la Asamblea Legislativa.
En contraste con lo que ha dicho el Gobierno, señala que el proyecto mantiene la regresividad del actual sistema de impuestos (con una carga injusta de tributos indirectos que pagan ricos y pobres por igual) y advierte que la evasión seguirá sin una reforma de las normas y procedimientos tributarios. El siguiente es un extracto de una entrevista concedida a UNIVERSIDAD, el pasado 30 de marzo.
¿Ha manejado bien el Gobierno el envío del plan fiscal a la Asamblea Legislativa, ha tenido estrategia?
-Hay que ver dos cosas. Primero, parece que sí se lo presentó (antes de enviarlo al Congreso el pasado 17 de enero) a los distintos grupos del sector privado, sindicatos y demás. Pero lo esencial aquí es hacer un buen proyecto.
¿Se puede pasar una reforma fiscal en Costa Rica sin haber realizado primero todo un diálogo y lograr un consenso nacional, como están pidiendo los partidos?
-Nosotros (durante la administración de Abel Pacheco 2002-2006, cuando Jiménez fue diputado y presidió el Legislativo) nos sentamos con una comisión en que estaban los sindicatos, solidaristas, cooperativistas y la empresa privada, todos los sectores, y así la sacamos (una reforma fiscal que la Sala Constitucional anuló luego por razones de procedimiento).
Esta vez no se está haciendo así…
-No. Creo que el Ministro (de Hacienda Fernando Herrero) siempre habla con las cámaras. Eso sí, no podés legislar con las cámaras, la que legisla es la Asamblea Legislativa, no es un gobierno corporativo. Para modificar un proyecto, el Gobierno debe conversar y negociar más con los representantes de los partidos progresistas, que son varios en la Asamblea Legislativa.
¿Hay que tomarse entonces el tiempo para acordar un buen proyecto?
-Una reforma tributaria no se puede festinar. Se debe hacer técnicamente muy bien y negociada políticamente. Si hacemos una reforma tributaria progresista, técnicamente fundamentada, los partidos que no son el Libertario deberían apoyarnos.
¿Cuál es la carga tributaria que debería tener Costa Rica?
-Este país debería tener por lo menos 18% de carga tributaria (actualmente es de aproximadamente 13.5%), comparado con un país como Chile, para que se desarrolle. Esto es importante desde el punto de vista macroeconómico, por la estabilidad, y es no menos importante desde el punto de vista de la justicia social, porque el gasto social es fundamental para el desarrollo, es importante para todas las funciones del Estado, para la infraestructura.
Con la anulación por problemas de procedimiento de la reforma fiscal que nosotros aprobamos en el 2006 se le hizo un gran daño al país. Según el Presidente de la Corte (que firmó el voto positivo de minoría entonces) no había razón ninguna para que pudiera anularse. Esa es una de las fallas tremendas de la Sala IV, que le hizo un gran daño al país y todo esto fue intrigado por los libertarios.
Era una reforma integral y muy progresiva, porque comprendía el impuesto a la renta global y universal, el código tributario y el impuesto al valor agregado (IVA).
¿El proyecto que ha presentado el Gobierno no es progresivo como dice el Ministro de Hacienda?
-Esta reforma no es tan progresiva como el planteamiento que nosotros hicimos.
Quiere decir que no es la reforma que necesita el país…
-La parte positiva de la propuesta es que este país necesita absolutamente, por razones macroeconómicas, una reforma tributaria. Pero tan importante como eso son las razones de justicia social, por lo que el país necesita cambiar el sistema tributario. Sobre todo el sistema de impuesto a la renta, que es absolutamente anticuado y regresivo y, por lo tanto, socialmente injusto.
El Gobierno presentó los dos impuestos en los que un sistema tributario moderno debe fundamentarse: el impuesto a la renta y el impuesto al valor agregado, esa es la parte necesaria y el Gobierno hizo muy bien en presentarla.
Pero el proyecto que el Gobierno mandó debe ser modificado, para hacerlo progresivo. No es progresivo, no solo mantiene sino que intensifica la injusticia tributaria.
¿Por qué lo considera así?
-En el impuesto de la renta hay dos sistemas: un sistema cedular, que es el que existe ahora (y se mantiene en la propuesta), y un sistema global. El impuesto cedular grava los productos, es decir, grava per se el ingreso de alquileres, intereses o de salarios, independientemente de la capacidad económica de la persona.
La renta global en cambio reúne todas las rentas de la persona y grava el ingreso total. Es más justa, porque es injusto cargarle el impuesto en igual proporción a un rico que tiene alquileres, que a un pobre que vive en una casita alquilada. El principio es que cada quien pague conforme a su capacidad y ese principio solo se logra con la renta global.
Por otro lado, ahora no se está exigiendo lo que es absolutamente necesario: una declaración de los sectores de mayores ingresos, que son los que tienen que tributar. Una declaración anual donde se especifiquen y se engloben todos los ingresos y las deducciones que corresponda hacer desde el punto de vista social para la clase media.
¿Cómo debería ser el impuesto a la renta?
-Yo eximiría de ¢800.000 para abajo, y la tabla del impuesto deber ser progresiva entre 5 y 25%, para el que más paga. Entonces que tribute un estrato superior con el 20 y 25%, y que en la clase media solo tribute el 3%, es decir, los que ganan de ¢800.000 para arriba, con tasas de 5 y 10% según suba el ingreso, pero no llegarían al 25 % que pagarían los ricos.
Estamos hablando de un impuesto para las personas, no para las empresas. Para las empresas el impuesto quedaría como está, y yo estaría de acuerdo en disminuir una parte respecto a las utilidades que reinviertan para generar desarrollo.
¿Una tasa única no simplifica el cobro del impuesto y desestimula la evasión como ha argumentado Hacienda?
-Ese es un argumento absolutamente inaceptable. ¿En qué país avanzado del mundo existe algo así? Ni en Chile o Uruguay, que son países más avanzados. Para los intereses sí, porque es más simple, pero la tasa de 15% me parece alta para los intereses, debía ser 10 o 12% máximo.
¿Usted introduciría la renta universal?
-Es otra razón por la que no conviene poner muy alto los intereses, porque si usted le pone impuesto a los intereses altos, sin renta universal, se la va afuera toda. Aquí tengo que pagar el 15% y allá no pago. Entonces, sin renta universal eso no funciona. Es un requisito absoluto para lograr la justicia tributaria.
Hablemos del IVA, ¿está de acuerdo con elevar la tasa de 13 a 14%?
–Estoy en contra de una sola tasa, no ha sido la tradición socialdemócrata de este país. Cuando aquí teníamos en el Banco Central las sobretasas, nunca gravamos igual todos los artículos. Los artículos fundamentales de la canasta básica deben ser tasa cero, los que no son tan fundamentales un 5%, los servicios y otros un 10%. Hay servicios como transporte público, que deben ser cero. La tasa puede variar. Es la inercia burocrática la que quiere poner una sola tasa.
¿Qué dice del argumento de que hay que empezar por mejorar la recaudación de los actuales impuestos?
-Yo soy partidario que se le den recursos físicos y humanos a la administración tributaria para evitar la evasión. La evasión que hoy existe y la que va a pasar con este proyecto va a ser la misma. La evasión no es solo por la administración, es por el tipo de impuesto que se tenga también… la evasión va a seguir (si no se cambia el sistema).
¿Es necesario entonces modificar el código de normas y procedimientos tributarios?
Por supuesto. Hay varias cosas en que habría que modificarlo para evitar la evasión.
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