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Si alguna vez ha vivido o visitado una casa de adobe, habrá comprobado que la sensación de bienestar es mucho mayor que en cualquier otra edificación. Esa sensación de frescura en el día y calidez en la noche es medida por estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica (UCR), con el fin de establecer los parámetros que hacen de este antiguo material un punto de partida para diseñar un nuevo concepto de viviendas y edificios bioclimáticos.
El estudio se realiza en un seminario de graduación, en el cual se analiza la capacidad térmica de viviendas de adobe, con la participación de los estudiantes Jan Flor, Marcela González Espinoza, Felipe Mora Ramírez, Moisés Obando Robles, Valeza Rodríguez Mora y Álvaro Víquez Quesada, bajo la dirección del Arq. José Alí Porras Salazar. Colaboran de los profesores Arq. Eugenia Solís Umaña e Ing. Gabriel Monge Gapper, de las escuelas de Arquitectura e Ingeniería Mecánica, respectivamente.
El propósito de esta investigación es conocer qué es lo que hace que las edificaciones de adobe sean tan confortables.
Para ello, los investigadores utilizan instrumentos de medición, realizan estudios en el Laboratorio Bioclimático de la Escuela de Arquitectura y, con la ayuda de un software y de un modelo matemático, comparan los datos empíricos con los teóricos por medio de simulaciones. Ello con el fin de aportar a la ciencia las características de los gruesos bloques de tierra para que en el futuro se pueda crear un nuevo cerramiento que emule las bondades del adobe.
Una vez concluida la investigación, denominada Diseño de la envolvente y sus implicaciones en el confort higrotérmico, si se comprueba que el adobe funciona bien en los diferentes climas del país, los arquitectos propondrían la invención de un “adobe sintético” que ofrezca el mismo resultado que el adobe tradicional, que se pueda elaborar con materiales contemporáneos y que cumpla con las disposiciones del Código Sísmico.
CAMBIO CLIMÁTICO
Porras, quien cuenta con una maestría en medio ambiente y arquitectura bioclimática y especializaciones en desarrollo sostenible y políticas energéticas, manifestó que este proyecto se ubica dentro de la agenda Adaptación de los edificios al cambio climático, del Taller de Arquitectura Tropical, la cual busca, entre otras cosas, la reducción del uso del aire acondicionado en las edificaciones. Los sistemas de aire acondicionado representan hasta un 60% del consumo eléctrico de los edificios.
El uso de nuevos materiales para el diseño de viviendas y edificios más confortables es parte de las adaptaciones que tendrán que realizar en el futuro los arquitectos, ingenieros y constructores ante el calentamiento del planeta, sobre todo en la región tropical.
De ahí la necesidad de estudiar el comportamiento del adobe ante el calor y el frío. Para ello, se midió la transferencia de calor del material por medio de dos variables: su capacidad para amortiguar las temperaturas exteriores y para retrasar la entrada de calor.
El volumen de los bloques de tierra que constituyen la piel de los edificios de adobe puede acumular calor antes de empezar a liberarlo en el interior de la vivienda. La importancia de que el material retarde la liberación del calor es que conserva la temperatura confortable por más tiempo dentro de la edificación durante el día y se mantiene caliente durante la noche, cuando baja la temperatura en el exterior.
Por medio de un modelo matemático, los arquitectos están tratando de determinar cuanto tiempo se puede retardar la liberación de calor.
ESTUDIO EN CASAS DE TIERRA
El estudio se realizó en dos regiones climáticas del país: el Valle Central y el Pacífico Norte y aportará una metodología de análisis del comportamiento higrotérmico de las construcciones, que podría aplicarse a otros materiales como madera, bloques, lámina de hierro galvanizada o baldosas prefabricadas.
Asimismo, se establecerá un protocolo para la toma y el análisis de datos, con el cual se podrán comparar los resultados de forma objetiva y metódica. También, mediante la generación de modelos y simulaciones en el programa Autodesk Ecotect Analisys, se estima el comportamiento de los edificios construidos con tierra.
Los arquitectos manifestaron que las construcciones tradicionales de tierra poseen distribuciones y espacios sencillos, casi todas están compuestas por un solo material con aperturas pequeñas (ventanas y puertas). Esto simplificó la toma de las mediciones en las casas y es una característica que facilita el modelado y simulación en los programas de cómputo.
El registro de los datos en las seis casas y ermitas analizadas se hizo en cuatro etapas, con el propósito de abarcar las diferentes estaciones climatológicas durante el año.
NUEVO MATERIAL
Aunque la investigación no contempla la posibilidad de utilizar nuevamente el adobe como sistema constructivo, sí destaca en su propuesta algunas cualidades de las construcciones en tierra cruda, tales como el carácter reciclable, el hecho de ser un material ecológico y sus características de balance térmico que producen confort.
En ella se hace referencia a varios institutos de investigación surgidos después de la crisis energética de 1973, que se dedicaron al estudio del adobe en España, Francia, Alemania, Estados Unidos y Australia y desarrollaron técnicas y manuales de construcción de viviendas antisísmicas elaboradas con tierra, que además eran más resistentes a las inundaciones y se podrían construir en menos tiempo.
El Arq. Porras dijo que en Chile y en Perú existe un sistema constructivo de adobe moderno, que ha dado muy buenos resultados.
Como proyecto futuro, los arquitectos consideran que el estudio podría ser la base para la invención de un material de cerramiento (tipo gypsum), que no constituya un elemento estructural, pero que contenga las bondades del adobe.
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