El gobierno de Laura Chinchilla no ha terminado su primer año de gestión y ya ha tenido que enfrentar divisiones y roces en el Poder Legislativo; lo inédito de esta situación es que los conflictos se han dado a lo interno de la misma bancada liberacionista.
Días atrás, once de los 24 diputados del Partido Liberación Nacional decidieron no apoyar la reelección de la jefa de fracción, Viviana Martín, debido a una serie de debilidades en el manejo de la comunicación, participación y discusión política a lo interno de la Asamblea, según confirmó la vocera de este grupo, la legisladora Sianny Villalobos a UNIVERSIDAD.
Adicionalmente, la diputada Xinia Espinoza afirmó en medios de comunicación no estar segura a cuál grupo apoyaría, lo que deja a la bancada dividida a la mitad, debilitando la posición de Chinchilla.
A pesar de esta oposición, en una reunión llevada a cabo por la Presidenta Laura Chinchilla, la mandataria impuso su criterio e hizo evidente su apoyo a la diputada Martín.
Esta ruptura, insólita en la historia nacional, deja a la vista una fuerte lucha de poder y tendencias que pone en entredicho la posibilidad de que el segundo año de gobierno, que siempre tiene tanto peso en una administración, no vaya a fluir con facilidad para la Presidenta.
“Considero que aquí no mediaron temas ideológicos, conceptuales ni doctrinarios, no se trata de una diferencia de pensamientos como han querido hacernos creer, sino que es una de las formas más bajas de las pasiones políticas.  Se trata de un grupo de diputados, elegidos por los costarricenses para legislar estos cuatro años, que están pensando en los próximos cuatro años en un eventual gobierno de Rodrigo Arias”, comentó el politólogo, Víctor Ramírez.
Para el experto, la división interna en la fracción liberacionista es poco moral y atenta contra los principios fundamentales de la vida política y constitucional de Costa Rica.
“En realidad, este grupo arista está molesto porque los otros diputados verdiblancos estuvieron de acuerdo con establecer una comisión investigadora del BCIE y otra sobre concesiones, lo que demuestra que no se trata de un problema ideológico”, dijo Ramírez.
Por su parte, Sianny Villalobos afirmó que no están de acuerdo con la continuidad de Martín, porque están tras un aire fresco y consideran que la participación de cualquier otro compañero hubiese sido oportuna para cumplir el plan de gobierno de Laura Chinchilla.
“No hemos desistido de nada, pero hemos dicho claramente que respetamos el apoyo que da la Presidenta a la diputada Martín, consideramos que ella tendrá sus razones de peso para haber tomado la decisión y como hay mayoría con la reelección, la mayoría decide.  Si la jefa de fracción realmente quiere cambios deberá impulsar una mayor apertura”, explicó Villalobos.
¿MAYO NEGRO?
En la administración de Luis Alberto Monge, en 1985, las diferencias dentro de la fracción liberacionista hicieron que un grupo de diputados verdiblancos aliados con los de la Unidad, dieran el golpe de gracia a la elección de la entonces legisladora Matilde Marín, quien aspiraba a ser la Presidenta de la Asamblea Legislativa, lo que en esa época se llamó el Mayo Negro.  Hay algunos que estiman que la situación se podría repetir en esta ocasión.
Sin embargo, José María Villalta, diputado del Frente Amplio, afirmó que en el segundo año difícilmente el bloque liberacionista pondría en riesgo el control que tienen sobre el control del Directorio Legislativo.
La fracción del Frente Amplio impulsa junto con la del Movimiento Libertario, Partido Acción Ciudadana y Unidad Socialcristiana, un directorio compartido para este primero de mayo, que desbancarían a la de Liberación Nacional, la cual comparte sillas con diputados de agrupaciones cristianas y los libertarios.
No obstante, al cierre de edición se avanzaba en el diálogo, pero no había un acuerdo en firme sobre esta propuesta.
Villalta es de la tesis los liberacionistas se reagrupan ante la mínima posibilidad de pérdida de poder.
Por su parte, el politólogo Víctor Ramírez, recordó que en la época de Monge el PLN tenía mayoría en la Asamblea y aún así no lograron la elección.
“Ahora la situación es más complicada, pues tienen minoría, y está dividida, por lo que están abiertas todas las opciones”, detalló el experto.
Ante la próxima elección del Directorio Legislativo, Ramírez aseguró que muchos de los legisladores no sienten que pierdan nada si queda en manos de la oposición o del PLN y que es difícil que se unan para este fin.
Por el contrario, un Directorio de oposición sí representaría una complicación para la administración Chinchilla.
De esta forma, el segundo año de la Presidenta se torna sombrío y con pocas esperanzas, pues la situación económica y social costarricense es difícil, con una minoría en la Asamblea Legislativa y además fracturada, con una herencia de problemas, como el déficit fiscal, Caldera y muchas otras.
Para el analista político Manuel Rojas del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de la Universidad de Costa Rica esta problemática se visualiza, como el momento en que la Presidenta Chinchilla tendrá que reestructurar su estrategia y subir la guardia para retomar el mando.
“Las encuestas no mienten, Rodrigo Arias está muy mal y la popularidad de Óscar Arias ha caído, y de paso le dividieron la fracción legislativa, entonces llegó la hora de que Chinchilla cambie el rumbo, asuma su liderazgo y le diga al pueblo hacia dónde va exactamente, pero no debe olvidar que existe una división entre poderes y que ella al imponer a Martín está sobrepasando este límite”, detalló Rojas.

Diputada Viviana Martín
“Ya se están resolviendo las demandas de los compañeros de la bancada”
Para la actual jefa de fracción de la bancada liberacionista la situación se ha complicado, pues la mitad de los diputados de su partido están en contra de su reelección en el puesto.
UNIVERSIDAD conversó con Martín para conocer su posición al respecto.
¿Qué cree usted que le cobra este grupo de la fracción?
El panorama natural del 1 de mayo es la búsqueda de espacios para los puestos políticos. La fracción completa está enfocada a crecer en una mejor comunicación, información y el discurso político que todos y todas compartimos. Eso es en lo que estamos trabajando en conjunto para mejorar con el nuevo ministro de la Presidencia Carlos Ricardo Benavides.
¿Considera que esta división afectará la gobernabilidad en el próximo año de gobierno?
No. Es común que cada mayo exista una búsqueda de espacios y eso provoca que se creen grupos en su búsqueda. Este es un partido que tiene 60 años de existir y ha sabido volverse a conjuntar luego de los procesos. En eso estamos ahora.
¿Existen vías para resolver esta situación?
Ya se está resolviendo con la atención seria a las demandas y preocupaciones de los y las compañeras de bancada, lo que consolidará nuestra unión.
¿Qué apreciación tiene sobre el nombramiento de Ricardo Benavides como ministro de la Presidencia?
Fuimos compañeros como ministros en la administración anterior y sé que es un funcionario de grandes capacidades. En cuanto a sus fortalezas es  una persona que tiene experiencia en la negociación, conoce la Asamblea desde adentro,   fue diputado y jefe de fracción.
Este año ha sido un poco complicado y se ha avanzado muy poco en diversas áreas, con la división del grupo, ¿cree usted que la situación será más complicada aún?
Durante este año hemos avanzado bastante y el resultado es evidente, 96 leyes aprobadas demuestran que a través del diálogo y búsqueda de acuerdos se puede construir por el país. La dinámica de la Asamblea no permite conducirnos con la celeridad que quisiéramos, pero hemos sido más eficientes  que otras administraciones en la producción legislativa.  Algunas de las legislaciones  aprobadas son muy significativas como el aumento al 8% del PIB para la Educación, Ley de Manejo de Residuos Sólidos que los especialistas señalan como ley de primer mundo, casi 900 millones de dólares en empréstitos en infraestructura vial para favorecer el desarrollo de regiones deprimidas y reformas a la penalización de violencia doméstica, son ejemplo de nuestro trabajo en conjunto con todas las fracciones representadas en la Asamblea.