Están pasando en canal Universal “Terminal”, una excelente película de Steven Spielberg con los actores Tom Hanks y Caterine Zeta Jones. Además de entretenernos un gran rato, Spielberg plasma su visión de la vida: individualismo más solidaridad humana. Películas del gran director como “Imperio del sol”, “Siempre” y “Terminal”, son en cierto sentido autobiográficas: es un poco la vida de Steven Speilberg en libretos y guiones cinematográficos.
El individuo tiene que luchar en la vida, moverse, soñar, tener metas, realizarse, hacer lo que le gusta, de lo contrario la mente lo atrapa y lo vuelve un mediocre y un amargado. “Un hombre sin ideales no es hombre”, dice Nietzsche. No es un individualismo a ultranza: es un individualismo moderado. El personaje central de “Terminal”, atrapado, enjaulado en un aeropuerto de Nueva York, comienza a luchar, a adaptarse, a sobrevivir. El aeropuerto es un poco un símbolo del mundo mismo.
 Igual enseñanza encontramos en “Imperio del sol” donde un niño atrapado en un campo de concentración digamos que, para utilizar una expresión popular, “se la juega como un vikingo”.
En “Terminal”, Spielberg no se ensaña o critica trasnacionales como “Burger King” y “Hugo Boss”, más bien las elogia: el personaje principal compra un traje en baratillo en “Hugo Boss” y come dos veces en “Burger King”. En la mente de Spielberg convergen dos elementos igualmente poderosos: hombre de negocios o capitalista y genialidad.
De paso, el director y productor hace una crítica rotunda a las autoridades y departamentos de inmigración que patentiza su calibre humanista y solidario. La escena donde el hostil oficial descubre al grupo de chinos sin los papeles en regla, es un golpe valiente a las políticas de inmigración de los Estados Unidos.
El director Robert Zemeckis, gran amigo y en cierto sentido discípulo de Steven Spielberg, sigue el pensamiento de este en la memorable película “Forrest Gump”, con el actor Tom Hanks. Hanks hace el papel de Forrest Gump, un personaje con un poco de retardo mental, pero adorable, especialísimo, que triunfa en el negocio de los camarones: se vuelve millonario. Forrest, a pesar de su retardo, es trabajador, valiente, soñador. Zemeckis vuelve a utilizar al actor Tom Hanks en “Náufrago”, un filme donde el personaje principal queda abandonado en una isla y aprende poco a poco a sobrevivir. Hanks es elegido por Spielberg y Zemeckis por ser un actor natural: encarna a la perfección los personajes que interpreta. Hay actores no naturales: fingen el papel. Los malos actores fingen.
 Steven Spielberg es un multimillonario que ha podido realizar sus sueños en una tierra donde es posible hacer esto. Algunos dirían que Spielberg encarna un poco “al sueño americano”. Spielberg es dueño y creador de “Dream works”, una compañía productora y distribuidora de películas en el nivel universal. El director es todo un señor, vale mucho como persona, digno de admiración y respeto, que ha dado muestras de solidaridad con el prójimo muchas veces. ¡No reconocerle el genio y la calidad humana al brillante director es ser un gran egoísta! Spielberg abandonó el país de las mediocres personas hace mucho tiempo. ¡Es un guerrero de primera línea! Hace cosas, se mueve, está en la jugada. ¡Es un tipo admirable!
No es un aristócrata en el sentido tradicional y clásico del término, es decir, un tipo arrogante, orgulloso, que se cree superior a los demás. Más bien es un tipo humilde; nunca olvidamos una fotografía suya que vimos en una revista hace muchos años (no llevaba barba): ¡la ingenuidad o inocencia estaba encarnada en el rostro de este!