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Si no se logra implementar medidas y reestructurar la planificación de políticas públicas y sociales, continuará la tendencia en el aumento de la desigualdad y la disminución de la equidad en la sociedad costarricense.
Esa fue la idea que prevaleció en el foro “Estado de la Nación, Impactos de la gestión del Estado costarricense en la equidad e integración social”, el cual se llevó a cabo en la Sala de Exdecanos del Centro de Estudios Generales de la Universidad Nacional (UNA).
Los expositores invitados fueron Helio Fallas Venegas, exministro de Vivienda; Henry Mora Jiménez, economista de la UNA; Guido Barrientos, del Programa Estado de la Nación; y Roxana Morales, investigadora de la Escuela de Economía de la UNA.
Los más recientes indicadores económicos sobre equidad social y su evolución en los últimos años en la sociedad costarricense son recogidos en el Informe Estado de la Nación.
Si bien, hay avances importantes en materia de salud y educación, el estudio muestra que prevalece la desigualdad. “El tema de ricos y pobres no es nuevo, pero hoy en día nos encontramos en el nivel más alto de desigualdad en la historia del país”, señaló Guido Barrientos.
Los más perjudicados vienen a ser los ubicados en el lugar más bajo de las clases sociales. Los obreros agrícolas y los trabajadores industriales son quienes más han visto afectado de manera negativa sus ingresos, ya que estos no han variado con el paso de los años. Esta situación contrasta con la de la clase alta, la cual ha acrecentado sus ingresos hasta en un 100%. “Hemos impulsado un estilo de desarrollo que beneficia a unos, y perjudica a otros”, enfatizó Barrientos.
Barrientos también se refirió a la relación entre el aumento de la pobreza, la desigualdad y la inseguridad social. Así lo correlaciona el más reciente Estado de la Nación, el cual expone que el número de delitos contra la vida se incrementó, así como el número de hogares pobres.
El informe deja ver que el rostro del desempleo tiene una cara femenina, una rural y otra joven. “El mayor desempleo se da en jóvenes entre 15 y 24 años; entre mujeres es de mayor incidencia el desempleo”, explicó la investigadora Roxana Morales. A esto se suma que las mayores tasas de pobreza se presentan la región Chorotega, Pacífico Central y la Brunca, tanto en pobreza como en pobreza extrema.
RAZONES
Los procesos de planificación, gestión y evaluación de la política social, presentan el principal problema para revertir los indicadores negativos de equidad social, comentó el economista Henry Mora, para quien “hay un debilitamiento de la capacidad para formular y ejecutar políticas de desarrollo y, en consecuencia, de la planificación nacional y sectorial”, como tampoco hay coordinación o programas apropiados para integrar las distintas instituciones.
Por otra parte, sobre una de las posibles y más importantes razones de la situación de desigualdad social en el país, Morales dijo que “las tendencias están claras en el aumento de la desigualdad; no hay políticas definidas que definan la manera de combatir esto”.
Mientras tanto, Barrientos enfatizó que “Costa Rica aún enfrenta problemas institucionales para ejecutar política pública, que acreciente el desarrollo humano de la población”.
En este sentido, Morales agregó que “se requiere que las instituciones se integren para combatir los problemas, que las políticas estén de la mano con políticas de crecimiento. Es más interinstitucional. Unas van por un lado y otras por otro; se debe de lograr esa integración institucional”.
Ella planteó, como posibles soluciones, implementar una política de seguridad alimentaria, que permita a la población acceder a los alimentos básicos sin depender tanto del mercado internacional, ya que se protegería así a los más pobres ante el alza de los precios de los alimentos.
En segundo lugar, propuso una política de empleo que incluya capacitar mano de obra para enfrentar los cambios estructurales de la economía; asimismo, organizar las condiciones para que los jóvenes que se incorporan al mercado laboral tengan acceso a empleo digno.
Morales aprovechó para insistir que una nueva política fiscal, bien estructurada y más integral, es necesaria. “Tiene que estar encaminada a abarcar problemas de recaudación de impuestos, de gastos, más coyuntural, no pretender solo resolver un problema a corto plazo. El nivel de rendición de cuentas hacendaria y de las demás instituciones es muy escaso”, acotó.
De no tomarse medidas inmediatas y concretas, se continuará con estas tendencias de inequidad social; si bien se ha mejorado en otros campos como la salud y la educación, esto no logra combatir esta problemática de raíz, advirtieron los especialistas.
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