Abrir Noticia Guardar

Informe revela que universidades forman profesionales en educación para un mercado saturado

El gráfico muestra como tanto en universidades privadas, como en públicas, la gran mayoría de los profesionales que se gradúan son de ciencias sociales y educación, provocando saturación en esta última área. (Fuente: Informe Estado de la Educación)

El gráfico muestra como tanto en universidades privadas, como en públicas, la gran mayoría de los profesionales que se gradúan son de ciencias sociales y educación, provocando saturación en esta última área. (Fuente: Informe Estado de la Educación)

Las universidades públicas y privadas gradúan cada año casi 7.000 nuevos profesionales en educación, para un mercado laboral que tiene cada vez menos espacios de trabajo disponibles.
Las universidades públicas y privadas gradúan cada año casi 7.000 nuevos profesionales en educación, para un mercado laboral que tiene cada vez menos espacios de trabajo disponibles.
 
Las universidades públicas y privadas gradúan cada año casi 7.000 nuevos profesionales en educación, para un mercado laboral que tiene cada vez menos espacios de trabajo disponibles.

Así lo señala el tercer informe Estado de la Educación, y lo confirman los sindicatos, académicos y expertos del sector educativo consultados por UNIVERSIDAD.

El estudio revela que en las universidades tanto públicas como privadas las carreras de Ciencias Sociales y Educación son las que dominan en la titulación, a pesar de que la demanda en estas áreas no es tan alta.
Para el año 2009, los títulos en educación entregados por las universidades privadas representó el 30% de los casi 34.000 graduados ese año; mientras que en las universidades públicas cerca del 32% de los títulos otorgados correspondió a esta misma área.
Al sumar la graduación en educación con las ciencias sociales, se tiene que estas representan un 65,9% en la graduación de las universidades estatales y un 72,3% en los centros de educación superior privados.

MEJORAR LA ACREDITACIÓN

Isabel Román, coordinadora del informe Estado de la Educación, indicó es claro que el sistema educativo costarricense no está en capacidad de absorber a 7.000 nuevos profesionales cada año, sobre todo cuando la matrícula en los ciclos de primaria empieza a mostrar una disminución por la evolución demográfica del país.
Para Román, hay claras diferencias de calidad entre las carreras que ofrecen universidades públicas y algunas privadas, por lo que considera importante fortalecer los sistemas de acreditación, pero sobre todo, hacer valer esa acreditación.
“ Se requiere mayor regulación de las carreras de formación docente, que se acrediten más. Cuando vos llegás a que te contrate el MEP, no importa que vengás de una carrera acreditada o no, es lo mismo”, afirmó Román.
“No importa que la Universidad Nacional, por ejemplo, haga un esfuerzo por acreditar sus carreras en educación, si a la hora de la contratación en el Ministerio de Educación, vienen seis aspirantes de carreras no acreditadas, e igual los van a contratar, eso no se vale”, apuntó la investigadora.
Si bien se reconoce una mejora en el trabajo del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES), de los 1.139 programas académicos que imparten las universidades del país, solo 62 han recibido la acreditación, lo que representa apenas un 5,4%.
“NO SOBRAN PROFESORES”
El rector de la Universidad Estatal a Distancia, Luis Guillermo Carpio, reconoció que en el sistema universitario público la graduación de profesionales en educación y ciencias sociales tiene un gran peso, pero indicó que también hacen esfuerzos para promover otras áreas como las ingenierías.
Para Carpio, el que haya menos graduados en las ingenierías (que solo representaron el 8,8% de la graduación en 2009) y ciencias básicas (8,6% de graduados) puede tener múltiples causas, como la dificultad que presentan los estudiantes para afrontar ciertas materias.
“Es posible que parte de la deserción en las ingenierías, se deba a la dificultad que encuentran en matemática, física y química, por la preparación que recibieron en primaria, preescolar y secundaria en estas áreas”, comentó Carpio.
En cuanto a la graduación de educadores, Carpio opinó que en Costa Rica “no sobran profesores”, sino que se debe hacer un esfuerzo para que estos profesionales sean más especializados, así como el ampliar más la cobertura en primaria y secundaria.
El académico considera que si se hace una revisión del sistema educativo, y se logra reducir la cantidad de estudiantes por sección, ahí puede haber espacio de mayor empleo en el sector educación, al tiempo que se mejora la atención integral de los estudiantes por parte de los profesores.
Por el contrario, la presidenta de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), Mélida Cedeño, asegura que sí hay saturación de profesionales en algunas de las materias de secundaria, mientras que en otras más bien hacen falta graduados.
“Necesitamos que el Servicio Civil nos indique con claridad cuáles son las materias que tienen saturación y cuáles no, para que no se engañe a los jóvenes y no estudien algo en lo que no van a encontrar trabajo”.
La investigadora de la Universidad de Costa Rica, Eleonora Badilla, declaró que debe promoverse una autorregulación de las carreras, para elevar los criterios y condiciones tanto de ingreso como graduación y contratación de estos profesionales.
“Se podría garantizar así que cada vez sean mejores los docentes que ingresan al sistema educativo. Pero esa autorregulación no funciona si se hace solamente en unos centros de formación y otros no, y tampoco funciona si los criterios de selección y contratación actuales se mantienen”, afirmó Badilla.

Secretario de Asuntos Laborales de ANDE


“La saturación de plazas docentes solo favorece el manoseo político”
La saturación de profesionales en el sistema educativo, y la forma en que se asignan las plazas docentes, solo favorecen el “manoseo” político, en criterio del secretario adjunto de Asuntos Laborales de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), Freddy Arias.


Arias comentó a UNIVERSIDAD que son varios los casos que este sindicato recibe, de personas que a pesar de estar debidamente tituladas, no logran ser ubicados en alguna de las plazas del Ministerio de Educación Pública (MEP).

El sindicalista aseguró que el sistema está saturado en sus diferentes modalidades, tanto en preescolar, primaria y algunas materias de la educación secundaria, pero muchas veces los problemas se generan por la forma en que se otorgan las plazas.
“Hay un grave problema. Las personas con títulos de licenciatura, maestrías y doctorados, son tantos y son gente que buscan cómo quedarse laborando en zonas urbanas y centros poblacionales, pues no les gusta trasladarse a las provincias y zonas rurales”, comentó Arias.
Estos profesionales son los primeros en ser llamados por el Servicio Civil, que al pretender llenar una plaza y no encontrar quién acepte, se la otorga a una persona de mucha menor calificación, dejando por fuera del concurso a personas de la misma zona.
A pesar de la saturación, Arias indicó que hay otras áreas en las que más bien hacen falta profesores, como es el caso de las llamadas “materias complementarias” (entre ellas la educación musical), con excepción de Educación Física e Informática.
Para Arias el mayor problema se genera en las universidades privadas, que son las que gradúan profesionales en mayor cantidad y menor tiempo.
“El MEP debería estar vigilante de esa oferta académica que ofrecen las universidades privadas, porque  están supersaturando el mercado laboral, lo que genera más pobreza, más desempleo y no hay suficiente capacitación por parte del MEP para suplir el déficit de especialidades que en realidad necesitan atención”, criticó Arias.
También criticó el hecho de que muchos graduados y estudiantes optan por trabajar en centros privados donde apenas se les paga el salario mínimo, pero lo prefieren a seguir desempleados esperando un lugar en el MEP.
Como secretario de Asuntos Laborales, Arias comentó algunos casos que ha atendido, como lo es el de Rebeca, una docente de la zona de Heredia que tiene nombramiento hasta el 2014, pero por una baja en la matrícula, optaron por “reajustarla”.
El reajuste para esta licenciada y madre soltera de dos hijos, implica que se queda sin plaza, a pesar de que tiene siete años como interina con calificación excelente.
“Esa señora en este momento tuvo que aceptar un nombramiento por cuatro meses, cubriendo una incapacidad por maternidad de otra compañera. En julio se le acaba la incapacidad y se va a quedar sin trabajo el resto del año”, relató Arias.
Otro caso es el de una maestra, bachiller en  educación básica, quien tras laborar por 27 años, ahora no es nombrada a pesar de que hay plazas vacantes en la zona en la que vive. La misma situación vive su hija, licenciada en educación.

 

 

  • Javier Córdoba 
  • País
Notas

Este documento no posee notas.