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Recapitulando mi artículo anterior publicado en este semanario, (“Algunas reflexiones”), urge crear un indicador fácil, para que “mida el grado de bienestar”, y que la gente lo aplique automáticamente. También digo que por principio me opongo a todo régimen militar. Señalo que la democracia es también contradictoria, pues con el voto, se legitima cualquier tipo de dictadura. Constato que la realidad se comporta como un péndulo, pasan (los países) de tener sistemas de un signo, a sistemas completamente de signo contrario. Siempre hay que reforzar y complementar, los valores inculcados.
Yo creo, que entre más “analfabeta” y “pobre” sea un pueblo, es más fácil encontrar estructuras de poder corruptas en ese país. No hay que irse a África, para encontrar ejemplos. Aquí en América Latina, señalemos solo 2: Los paupérrimos pueblos de Haití, y Nicaragua, para citar solo algunos. La realidad demuestra, que siempre es el pueblo el que más sufre.
La realidad constata también que, la mayoría de los países más grandes, tienen muchas riquezas naturales, pero son subdesarrollados económicamente y a la inversa, la mayoría de países pequeños no tienen recursos naturales, pero son desarrollados económicamente. Yo me pregunto ¿por qué?
Habría que estudiar aparte, el caso de China, pero sin estudiarlo a fondo, creo que “lo que hacen con la mano, lo deshacen con el codo”. China se ha convertido en casi (aunque algunos analistas afirman que ya es) la segunda más grande potencia económica del mundo, pero lo que no me gusta, es que al lado de esto, se caracteriza también por una gran represión política. Tiene que actualizarse no solo en lo económico. Por eso me complace mucho, que le hayan otorgado el Premio Nobel de la Paz, a un disidente.
Creo que todo ser humano, tiene que tratar de ser una mejor persona. Para lograr esto, como esta es una “titánica” labor; “no hay que hacerle al semejante, lo que no queremos, que nadie, nos lo haga”. Aquí, durante esta vida (que es la única que conocemos), recogemos lo que sembramos, así que hay que sembrar siempre la mejor semilla que tengamos, siendo cada vez mejores personas, tendremos mejor tierra para que caigan las semillas. (Hay que recordar que todo ser humano, por su naturaleza es “corruptible”).
Propongo que para evitar valoraciones subjetivas; (porque lo que se mira o se califica muy bien en una sociedad, puede ser muy mal visto o muy mal calificado en otra); que se haga una calificación (o por lo menos una clasificación) de lo cualitativo, es decir, una escala numérica, para medir los valores que fehacientemente en la práctica, demuestre una sociedad que tiene. (En teoría, lo “cuantitativo” va por un lado, y lo “cualitativo”, por otro. No se mezclan, pero yo no estoy proponiendo que se mezclen 2 esencias diferentes, sino que respetando cada naturaleza distinta, se proponga una “clasificación” para lo “cualitativo”). Así se respeta la existencia de todas las culturas. Yo sé, que esta misión, es “muy difícil”, pero hay que hacerla.
Hay que ofrecer siempre como dice José Manuel Insulza, Secretario General de la OEA, servicios públicos de calidad. No es suficiente solo la cobertura general, debe ser cobertura general de calidad. Esto aún no se tiene en C.R. Basta con ver el tiempo que hay que esperar, para que le den una “cita” en un hospital de la CCSS, si uno no tiene la plata, la pide prestada a alguien, con tal de que te atiendan más rápido en “lo privado”, sin hacer mención de la “cara de perro” que te ponen, como si lo atendieran a uno de gratis, cuando a uno le descuentan mes a mes por ese servicio. Hay que visitar las demás instituciones del Estado, para darse cuenta de lo “repésimo” que atienden a todo aquel que “ose” visitarlos, cuando uno requiere “alguno de sus servicios”, que por su naturaleza no se puede hacer en lo “privado”, aparte de la “cara de perro”, lo tratan como si “uno estuviera pidiendo limosna”, sin pensar que a fin de mes reciben un cheque, con fondos que pagamos todos sin excepción. Sin saberlo, con su actitud tan fea, están actuando contra la democracia. En general, sin ningún temor a equivocarme, afirmo que todos los servicios del Estado, dan una atención repésima a los usuarios, y lo peor: no hay con quién quejarse, (a pesar de los números de teléfono, que tienen para esos efectos, y que nadie nunca atiende).
También, para sobrevivir en este mundo, que cada vez tiene más y más habitantes, hay que tener buenos hábitos y buenas costumbres, para tratar de no morir muy jóvenes. (Vean lo necesario que es tener una buena higiene. Ya en Nicaragua, se reportan casos de muerte, por “leptospirosis”). Esto obliga a los Estados a tener menos pobreza y mejor educación.
Coincido con aquellos que creen que todo ser humano tiene entrelazadas en su personalidad, dos partes: una buena y otra mala. Una, capaz de ser “solidaria”: (veamos la solidaridad del ser humano en general, en huracanes, inundaciones, terremotos -Haití, Chile y Japón, por ejemplo-, con los mineros en Chile, entre otros), y la otra parte, que es “perversa”: (exterminios, guerras, secuestros, matanzas, represiones, torturas, etc). Por eso, la necesidad de fortalecer valores, y de ser cada vez mejores, para que cualquier sociedad funcione.
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