El humor de 18 caricaturistas del grupo “La Zarigüeya”, quienes plasman su visión de personajes y temas en 74 obras, se vino para San José, luego de permanecer una corta temporada en Alajuela.
La exhibición, la cual se inauguró el viernes 6 de mayo en las salas 2 y 4 del Museo de Los Niños, permanecerá abierta durante todo este mes, para que el público costarricense pueda reencontrarse con un grupo cargado de ironía en una amplia variedad de propuestas.
Para la agrupación, creada en 1988 por Allan Núñez (Nano), Ferreol Murillo, Arcadio Esquivel, Carlos Arroyo, Víctor Cartín, Roy Solís y Leda Astorga, entre otros, es una excelente oportunidad de dar a conocer parte del trabajo de estos artistas en los últimos 20 años.
UN VERDADERO REGRESO
Luis Demetrio Calvo (“Mecho”), el caricaturista estelar del Semanario UNIVERSIDAD, dijo que la exhibición es una ocasión inmejorable para darle un nuevo aliento a la caricatura y al humor, luego de un período de ausencia, sobre todo tras la muerte de Hugo Díaz.
Fue en enero, en el Museo Juan Santamaría, de Alajuela, cuando “La Zarigüeya” volvió a pasearse con suma tranquilidad por las galerías del país, luego de que viviera un período con una muy escasa participación.
La escogencia de Alajuela, para relanzar al grupo basados en el lema “La Zarigüeya vive” no fue gratuita, dado que sus integrantes consideran que dicha provincia es la cuna del humor en el país.
“La Zarigüeya” reúne a caricaturistas, guionistas de historieta y a escritores de humor. Nació con el fin de propiciar un buen ambiente para este tipo de artistas, para quienes también reclamó en su momento pagos justos por sus trabajos.
Uno de los aspectos populares que más se comentan es que en Alajuela no hay quién no tenga un apodo y el lugar más peligroso para que le endilguen uno es el parque de los mangos.
“Es una exposición muy importante para nosotros, porque participamos 18 expositores con una amplia gama de obras, que van desde el chiste hasta los retratos en muy distintos estilos”, dijo Calvo a UNIVERSIDAD.
Muchos de los fundadores de “La Zarigüeya” provenían de la agrupación La Pluma Sonriente, por lo que le dieron continuidad a un trabajo que habían comenzado años antes.
De acuerdo con “Mecho”, la actual exhibición servirá para que los caricaturistas vuelvan a ganar presencia en las galerías, así como en los medios nacionales. En estos, de nuevo, han recibido espacios importantes, como en las páginas de opinión o en las portadas.
“Quienes visiten la exposición se encontrarán con una gran variedad de estilos y temáticas”, destacó.
Otro de los propósitos de exponer en el Museo de los Niños es unir a los caricaturistas costarricenses. En el caso de “Mecho”, él es una de las últimas incorporaciones a “La Zarigüeya”, dado que solo tiene dos años de pertenecer a ella.
Nano, con 35 años de estar en el ruedo de la caricatura, afirmó que el fin es que la exhibición vaya a más provincias. Es probable que el próximo paso sea hacia Cartago.
“Uno de los objetivos es que quienes tenemos ya buen rato de andar en esto, expongamos junto a aquellos que hacen sus primeros pinitos. Hay ocho o nueve personas que presentan sus trabajos por primera vez”.
Aceptó que “La Zarigüeya” tenía mucho tiempo de exponer, tanto que ya ni recordaba cuándo había sido la última vez, con excepción de la reciente en el Museo Juan Santamaría.
RETRATOS, CHISTES Y POLÍTICA

La riqueza de la exhibición en el Museo de los Niños es una de las principales atracciones para que el público se deleite con el ingenio, los trazos y las propuestas humorísticas de los 18 artistas.
De acuerdo con Calvo, la reunión de tantos artistas con obras diferentes es uno de los méritos que tiene la exposición, por lo que merece la atención de los costarricenses.
Charles Chaplin y Mario Moreno Cantinflas, de Nano; Woody Allen y Mr. Bean, de Ferreol Murillo; Marylin Monroe, Mr. Bean, Cantiflas, Gustavo Ceratti y Los tres chiflados, de “Mecho” son parte de los trabajos expuestos.
También el público se encontrará con un retrato de Robert de Niro, una alusiva a Wikileads (en la cual aparecen Hugo Chávez Frías y Daniel Ortega Saavedra) y Hulk Hogan, de Allan Cedeño. Leda Astorga hace su aporte con Diablita y Angelito.
Aparte de los artistas ya citados, como fundadores, también participan de la exposición Nela Marín, Iván Alpízar, Rolando Guerrero, Pedro Murillo, Carlos Kidd y Gilberto Ramírez.
Como se puede apreciar hay una amplísima variedad de opciones para que el visitante se detenga en un estilo, vaya a otro totalmente diferente, como pasar de los retratos a las tiras cómicas y luego pasearse por la sección de los chistes.
Así, Carlos Arroyo se las ve con Fidel Castro, el futuro del bosque, chistes machistas y el baile del cisne.
Además del humor por el humor, en las caricaturas exhibidas hay una preocupación por lo ecológico y por lo social.
Los integrantes de “La Zarigüeya” tuvieron que hacer un enorme esfuerzo artístico y económico para conseguir dos salas en el Museo.
Ambas tienen un costo de alquiler aproximado a los ¢3 millones, por lo que varios caricaturistas tuvieron que hacer trabajos para el Museo, como en una especie de canje, para conseguir el espacio.
“La Zarigüeya” está de vuelta y se trajo todo su humor a San José.