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“Consenso de Washington” se hunde y también el director del FMI

Helio Fallas, economista (Foto:  Katya Alvarado).

Helio Fallas, economista (Foto:  Katya Alvarado).
Concebido a comienzos de los años 90 como el nuevo paradigma y el mejor recetario para resolver los problemas de los países subdesarrollados, el denominado “Consenso de Washington” “es historia”, aunque dejando una secuela de pobreza y desigualdad en América Latina.
El anuncio sobre el naufragio de lo que teóricos y economistas del FMI y de Estados Unidos consideraron la “pomada canaria” para solventar los problemas económicos y sociales del Tercer Mundo lo hizo nada menos que el propio director-gerente del organismo, Dominique Strauss-Kahn, hace cinco semanas durante un discurso pronunciado ante un estupefacto auditorio de la Universidad George Washington.
Igual que el “Consenso”, Strauss-Kahn se encontraba esta semana al borde del precipicio tras ser detenido en Nueva York por una presunta agresión sexual contra una camarera de un hotel (ver recuadro: Director de FMI involucrado en enorme escándalo sexual).
La agonía del paradigma económico del Fondo la agravó la crisis financiera internacional que se inició en Estados Unidos en el 2008 y que obligó al Estado del país más poderoso del planeta a intervenir con millonarias inyecciones de dólares para evitar la quiebra de los más importantes bancos de la nación.
Paradójicamente, uno de los pilares del “recetario” de FMI era reducir la participación del Estado en la economía y eliminar regulaciones financieras, lo que provocó el desmantelamiento en muchos países, incluida Costa Rica, de importantes instituciones y programas sociales,  dejando en el desamparo a grandes masas de desposeídos y engrosando los bolsillos de  capitalistas y empresarios mayores.  Pobreza, concentración económica y una larga autopista de desigualdad e injusticia es la huella que el famoso “Consenso de Washington” dejó marcada en América Latina.
“El Consenso de Washington está ahora detrás de nosotros. La tarea que tenemos ante nosotros es reconstruir los fundamentos de la estabilidad, para que sean la prueba del tiempo, y para hacer que la siguiente fase de la globalización funcione para todos”, reconoció, sin rubor, el director-gerente del FMI, ahora prisionero en el país adalid del fenecido recetario económico. (Ver nota aparte:  “Queda reflejado que los que nos opusimos al simplista recetario del neoliberalismo siempre tuvimos la razón”, dice Ottón Solís).
“Me parece que lo que dijo (el director del FMI), que el  “Consenso de Washington” había fracasado y estaba muerto recogía una opinión generalizada”, comentó a UNIVERSIDAD el politólogo Luis Guillermo Solís.
Solís dijo que las políticas que el “Consenso” propició durante dos décadas “condujeron a mayor desigualdad, a menor distribución de la riqueza, propiciaron mercados internacionales desordenados y desregulados, llevando a una crisis que colocaron a la economía capitalista a un punto de enorme gravedad, sin precedentes en los últimos sesenta años”.
“Hay que explicarle a la gente lo que fue este consenso y sus resultados y las opiniones que ahora existen revirtiendo las anteriores y alertarla para que no se deje engañar con estos cantos de sirena”, advirtió el politólogo.
Solís explicó que la confesión de Strauss-Kahn era un rumor casi generalizado desde tiempo atrás. “Otras personas de igual rango lo venían diciendo y alertando. Lo que sucede es que los medios no informan adecuadamente y debido a la maquinaria propagandística de los gobiernos se sigue comprando el cuento, hay que contar la historia muchas veces”, añadió.
“Es responsabilidad de los partidos políticos y las organizaciones sociales divulgar estas noticias y explicarlas. La gente sigue pensando que quienes gobiernan lo hacen con sentido de responsabilidad y solidaridad y esto no necesariamente es así”, alertó.
En el caso de Costa Rica, Solís recordó que el país tiene una historia, que la convirtió en ejemplo para las naciones subdesarrolladas con el esquema aplicado en las décadas de los años de 1940 y 1950, “que son lecciones que no deben olvidarse”.
Solís fue claro en que estas lecciones deben tenerse en cuenta. “No tenemos necesariamente que volver al esquema del Estado benefactor, pero sí mantener los principios y valores esenciales que ese modelo propiciaba: equidad, responsabilidad social, solidaridad, inclusión y cohesión social y cooperación”, ahora elementos mencionados para complementar un nuevo paradigma, indicó.
Solís denunció que el “Consenso de Washington” dejó graves daños en América Latina: desmantelamiento de las instituciones de bienestar social, abandono de políticas de solidaridad, y la reducción de la inversión social que convirtieron a las sociedades de América Latina, de por sí muy pobres, “en poblaciones miserables y desprotegidas”.
“En Costa Rica hay que meterle un frenazo a esta locura en la que vamos de desregulación permanente, de un mercado voraz que solamente favorece a los sectores poderosos y causa desequilibrios macroeconómicos”, subrayó.
Por su parte, el economista Helio Fallas dijo a UNIVERSIDAD que las revelaciones de Strauss-Kahn son “sorprendentes”, “porque todo lo que era el recetario para los países de América Latina era el Consenso de Washington”.
Fallas también coincidió con Solís en que ya varios economistas venían advirtiendo sobre las consecuencias del famoso paradigma económico. “Ahora el FMI ha reconocido que había partido de un supuesto que no era realista, que ocurriría una autorregulación”.
“Es muy difícil explicarle a la gente que la receta fracasó porque siempre se ha creído que la economía es una ciencia exacta y ahora se ve que no es así, que los ataques a las funciones del Estado no son correctas porque al final hay una responsabilidad de los gobiernos sobre lo que sucede en la sociedad, no sólo en la parte económica sino en lo social”, explicó.
Fallas se mostró preocupado porque el tema no está incluido en la agenda pública, “es fundamental en el sentido de que se requieren nuevos enfoques de política económica, se requiere promover la cohesión social, la cooperación y el multilateralismo en la política económica”, recomendó.
“Los enfoques de la solidaridad y la participación del Estado nunca se debieron abandonar, se pudo hacer una revisión, pero nunca olvidar los objetivos de nuestra anterior orientación política y económica”, comentó.
Mientras tanto, el Secretario General de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), Albino Vargas, dudó de la “transparencia” de las declaraciones del director del FMI.
“Lo que está pasando en Irlanda, Grecia, Italia y Portugal contradice el discurso de Strauss-Kahn. A estos países les están aplicando el ajuste estructural clásico del Fondo Monetario Internacional. Por eso queda duda de la sinceridad” del funcionario, dijo Vargas a UNIVERSIDAD.
No obstante, el líder de ANEP comentó que el “Consenso de Washington” “efectivamente es un soberano fracaso en todo lado, desde mucho antes de lo dicho por Strauss-Kahn se demostró que no servía”.
Mencionó los casos, por ejemplo, de Argentina, Ecuador, Uruguay y Venezuela, señalando que estos países demuestran que “las sociedades pueden tener otro tipo de relaciones económicas y sociales de mayor justicia social sin aferrarse a los dictados del Consenso de Washington, que sólo dolor, miseria y corrupción dejó en nuestros pueblos”.
“En Costa Rica necesitamos construir una gigantesca alianza cívica, de movilización social, para que el poder político, el formal y el real, entienda que no podemos seguir por ese perverso camino”, puntualizó.

 
Ottón Solís: FMI da la razón a quienes nos oponíamos al recetario neoliberal
El excandidato presidencial del Partido Acción Ciudadana,  Ottón Solís, dijo en entrevista a UNIVERSIDAD, vía correo electrónico, que el fracaso del “Consenso de Washington”, admitido por el propio Fondo Monetario, da la razón a quienes como él se oponen al neoliberalismo.
A continuación la entrevista:
El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, dijo en una reciente conferencia en la Universidad George Washington, que el denominado “Consenso de Washington” surgido a comienzos de los 90 “es historia”, admitió que ha fracasado y su naufragio se completó con la pasada crisis financiera internacional.
¿Cuál es su opinión sobre este anuncio?
–  Reivindica ante los discípulos del Consenso de Washington que los que nos opusimos al simplista recetario del neoliberalismo siempre tuvimos la razón. A nosotros no nos creyeron, pero estoy seguro que al FMI sí le creerán, pues llevan años de actuar, no como pensadores, sino como amanuenses y predicadores de lo que digan estos organismos. Ahora predicarán las nuevas recetas, pero lo perdido no se recuperará.
¿Cómo explicarles a los ciudadanos, como los de Costa Rica, en el que los lineamientos de este Consenso venían aplicándose casi a rajatabla, no sirve? ¿Y todo lo que se desmanteló? ¿Son muchos proyectos sociales debilitados, el Estado reducido, y la pobreza y el desempleo abriéndose espacio?
–  Los costarricenses deben aprender a no hacer caso a quienes ante su falta de imaginación y estudio se abocan a repetir recetas. Los costarricenses deben escuchar con cuidado las propuestas de los políticos y los partidos para así discernir y poder rechazar los dogmas simplistas y superficiales, por cierto, tanto los del neoliberalismo como los del neopopulismo.
Ahora el FMI propone una revisión de la teoría económica  y Strauss-Kahn habla casi de una vuelta atrás, participar más al Estado, promover la solidaridad y la cooperación. ¿Pero no fue este el modelo en que se sustentó Costa Rica desde la fundación de la Segunda República?
–  Eso es cierto, pero también lo es que necesitábamos cambios.  El nuevo discurso del FMI no debe inducirnos a creer que no debemos hacer cambios. Caeríamos en el mismo pecado de los amanuenses. Para que Costa Rica recupere su destino debemos reconocer, sin cálculos políticos, que nuestro sector público es ineficiente y bastante corrupto, y que hay un sector élite de la burocracia que sigue el mal ejemplo de la política tradicional y no tiene vocación de servicio.  Hay duplicidades, hay clientelismo promovido por algunos políticos y ejecutado con la complicidad de esos empleados públicos. Hay trámites absurdos, abunda el criterio político partidista en muchos nombramientos de naturaleza técnica, etc. Debe reformarse profundamente nuestro sector público para corregir esos problemas. Lo malo fue que se adoptó el modelo neoliberal tropicalizado impulsado por el Consenso de Washington, donde se escogieron privatizadores y aperturistas.  De ese modo han prevalecido criterios ideológicos y no eficientistas. Se escogió abandonar la pequeña agricultura dedicada a la producción para el consumo local en lugar de hacerla más eficiente y competitiva. Tanto en relación con el sector público como con la agricultura nacional y las pymes se escogió su destrucción en lugar de su mejora.
Desde su punto de vista, ¿cuál fue el daño que provocó en nuestro país y en los países menos desarrollados de América Latina, la aplicación de lo que se llegó a considerar el nuevo “gran paradigma económico” y la tabla de salvación para combatir la pobreza y la desigualdad?
–  El daño fue la concentración del ingreso y la riqueza, el debilitamiento de la vocación solidaria que siempre tuvo Costa Rica, la generación de peligrosos déficits en las cuentas fiscales y en el comercio exterior y la transferencia de los activos más valiosos del Estado y del sector privado nacional a extranjeros.
Pero un daño quizá de mayores consecuencias es el debilitamiento de la fe en nuestro destino especial y de la unidad nacional, así como la polarización y la destrucción de buena parte de la institucionalidad democrática.

 
Director del FMI involucrado en enorme escándalo sexual
Además del estrepitoso fracaso de su paradigma económico, el Fondo Monetario Internacional sufrió un fortísimo golpe, con la detención en Nueva York de su máxima autoridad, el francés Dominique Strauss-Kahn, a quien se involucra en un presunto intento de violación contra una camarera de un hotel donde se hospedaba el funcionario.
Las informaciones provenientes de Estados Unidos señalan que según denunció la empleada, Strauss-Kahn se le lanzó desnudo para obligarla a tener sexo.
El director gerente del FMI  podría enfrentar una pena de hasta 20 años de cárcel si es encontrado culpable.
El arresto de la más alta autoridad del Fondo conmocionó al mundo, pues Strauss-Kahn es uno de los mayores adalides en pro de los rescates a los socios de la denominada “Eurozona” con grandes problemas de endeudamiento, como Grecia, Irlanda y Portugal.
El escándalo que afecta al jefe del FMI dominó esta semana una cita de los 17 socios del “Eurogrupo”, cuyo objetivo era aprobar un paquete de rescate por 78.000 millones de euros para apuntalar el débil esquema financiero de Portugal.
 

  • Ernesto Ramírez 
  • País
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