Jorge Luis Zamora, destacado intérprete de la guitarra clásica en el ámbito internacional, se ha dedicado en Costa Rica a la formación de talentos y el próximo 28 de mayo participará del prestigioso Festival Internacional de Música de Feldkirch, en Austria, para después continuar con una gira asiática a Japón y Tailandia.
El músico, radicado en Costa Rica desde el 2002, destacó que el Festival de  Feldkirch tiene gran renombre y prestigio, “es un honor muy grande que me inviten pues no se trata de un Festival exclusivo de guitarra, lo cual le da un caché diferente al instrumento como tal”.
Cada año, ese evento enfatiza diferentes temáticas y en esta oportunidad se trata de Brasil y Cuba, por lo cual cobra relevancia la invitación a Zamora, quien interpretará un programa de solo música cubana.
Sobre la gira asiática, puntualizó que Japón es un país que “tiene una tradición muy grande, millones de personas tocan la guitarra. Hacer la gira allí es un compromiso muy alto”.
“Como es mi primera vez en Japón, trataré de mostrarme muy diverso, es decir, me mostraré totalmente distinto en Austria y Japón”, indicó.
Al respecto de la visita al Festival Internacional de Guitarra de Bangkok, en Tailandia, entre el 15 y 20 de junio, se mostró halagado por el hecho de que será jurado del concurso. Además, le corresponde el concierto de clausura.
LA SENSIBILIDAD
Zamora cuenta con dos producciones discográficas, en las cuales interpreta obras de variados compositores, desde Paco de Lucía a Leo Brouwer.
Ante la pregunta del papel que juegan las nuevas tecnologías en el mundo de la guitarra clásica, expresó que “el intérprete es el ser humano, así cuente con avances tecnológicos no perderá su escencia y, por eso, la guitarra clásica es un arte duradero y se mantendrá siempre”, apuntó.
Así, explicó que a través de su experiencia como artista y formador ha encontrado que la sensibilidad musical y el rigor técnico “van de la mano”.
De esa manera, expresó que aunque se busca formar técnicamente al estudiante, “ayudarlo a desarrollar sus habilidades motoras y a entender los principios básicos de la música sobre los diferentes estilos y periodos”, la sensibilidad como tal que hace destacar a cada intérprete “no se dona, se nace con ella, lo que hacemos es encausar al estudiante para que tenga una mejor preparación y que en la formación técnica canalice esa sensibilidad”.
“Cuando ambas cosas se conjugan, se da el efecto del gran concierto”, sentenció.
Zamora manifestó que en Costa Rica encontró un “movimiento guitarrístico impresionante, mucha gente joven con muchas ganas de hacer cosas, a pesar de ser un país pequeño, el porcentaje de amantes del instrumento es impresionante y eso me estimuló mucho”.
Ello -dijo- “es algo que no viene de la nada” pues destacó la labor formativa “a lo largo de tantos años”, al mismo tiempo que iniciativas como el Festival Internacional de Guitarra, organizado por Luis Zumbado. “Todo eso creó amor, público y una población guitarrística importante”.
“La idea es que los jóvenes guitarristas se catapulten y la visión internacional es mi mayor aporte. A través del trabajo duro con ellos, ya se ha generado una inquietud de ellos mismos para abrir espacios, no hay quien detenga este movimiento y al ver el fruto del trabajo les he demostrado que sí pueden lograr muchas cosas y que el costarricense está para mucho más”.
Sin embargo, manifestó que “lo amargo” ha sido ver el sufirmiento de esos mismos jóvenes cuando encuentran poco apoyo para representar al país en el exrterior. “Muchachos de bajos recursos que pueden hacer papeles impresionantes en cualquier lugar del mundo no encuentran apoyo en el Ministerio de Cultura u otras instituciones, aunque fuera para el tiquete aéreo”, lamentó.
Tras su regreso a Costa Rica luego de la gira asiática, Zamora viajará a México, Brasil, Uruguay, Guatemala y Colombia. Puntualizó que “a donde quiera que voy hablo de Costa Rica y la posibilidad de proyectar a los guitarristas costarricenses”.