Tan enfermiza es la obsesión de los liberacionistas por retener el poder absoluto a cualquier costo, como ridícula y exagerada la “defensa a la democracia” de sus diputados el 1º de mayo. Dejaron claro que aunque viejos son malcriados, inmaduros y que no saben perder. Es hora de que nos ofrezcan nombres de personas cultas, honorables y pensantes, aunque no sigan línea de partido ni voten mecánicamente como lo han hecho por varios años. Esa fracción se había retratado de cuerpo entero a los 16 días de haber asumido funciones al recetarse un jugoso aumento. La votación del 1º de mayo, debió efectuarse con la decencia, normalidad y transparencia con que se llevó a cabo un día después.
La Oposición tenía seguros 31 votos y el PLN tenía sólo los 24 de su bancada, y los 2 de los evangélicos (que avergüenzan tanto a quienes los eligieron, como a los fieles cristianos de sus Iglesias). Los diputados verdiblancos, al verse frente a la realidad de que perderían el Directorio de la Asamblea, entraron en pánico e hicieron el ridículo. ¡Qué vergüenza, qué poca madurez y qué falta de elegancia! ¡Definitivamente quedaron como una plaga de moscas atontadas después de una fumigación!
Han repetido el estribillo del “voto secreto” cuando  ni siquiera han podido disimular los escándalos de los fraudes en distritales y elecciones internas de su partido; de lo que deberían preocuparse es de la pureza del sufragio. Recordemos la mesa que fue anulada al PLN en Talamanca, y que cuando se le increpó a un diputado sobre la manipulación y soborno, se expresó  de nuestros indígenas en términos despectivos y lamentables al decir que “había dado de comer a los inditos”. Las prácticas sucias que aplicaron con el Memorándum del Miedo para amedrentar a los alcaldes, por consejo de mentes retorcidas se siguen aplicando en forma reiterada mientras con doble moral alegan lo contrario.
El PLN ha perdido excelentes militantes que a tiempo detectaron que el partido se estaba corrompiendo y no estaban dispuestos a ser títeres de nadie; estas personas hoy luchan desde otras trincheras, denunciando las movidas de los magos del fraude, de los maestros en torceduras de brazos, de los falsificadores de listas de contribuciones de campañas. Una gárgola arrogante que burlándose de la Constitución llegó a Zapote por la puerta trasera en una de las elecciones más controversiales, ilegítimas y dudosas de los últimos tiempos, es precisamente la responsable de la destrucción del que fuera el glorioso Partido Liberación Nacional y del descalabro que hoy sufre el país.
El cuentito trillado de que hay que “tender puentes” aburre tanto como la práctica del chantaje. Deberían tender puentes de verdad para reponer los que se están cayendo y que no reparan por negligencia e inutilidad; da pena que ni siquiera han podido arreglar bien la platina. No es justo que gente inocente viva en peligro, sin  percatarse de que sistemáticamente los engañan con falsas promesas cada 4 años para sacarles el voto. El pueblo tiene que despertar, porque no es justo que se dejen seducir con vulgares dádivas, que luego se las cobran multiplicadas.
El editorial de La Nación del día 2 de mayo, deja al desnudo que en 1999 Sonia Picado,  Joycelyn Sawyers  y Guido Alberto Monge, se enseñaron las papeletas para librarse de sospechas y, en 2002, Alex Sibaja fue el encargado de “fiscalizar” los votos de sus compañeros de bancada. ¿Es eso transparencia?
Insto a los lectores a que analicen nuevamente el Memorándum del Miedo del 29 de julio de 2007: http://www.scribd.com/doc/3954620/Memorando-del-miedo Esos son los falsos liberacionistas de hoy, que se apoderaron de un partido y una bandera que no saben honrar. Esas mentes distorsionadas, junto a las de quienes les aplauden, acogen sus ideas y las ponen en práctica, son los que como una plaga de moscas venenosas se han enquistado en el diario vivir del costarricense y han convertido el país en una preocupante gusanera, que si no limpiamos, la plaga de moscas será cada vez mayor. Esos seres enfermos de poder, deben desaparecer para siempre del mapa nacional y somos nosotros los que estamos obligados a eliminarlos negándoles el voto. No perdamos de vista que ahora la meta de estos entes, es acabar con la Alianza por Costa Rica y van a hacer hasta lo imposible para tratar de lograrlo.
Trabajemos juntos por una Costa Rica mejor y no permitamos que nos distraigan las moscas que hablan de higiene.