El gobierno designó a Adriana Prado como su embajadora en Nicaragua, en un aparente paso dirigido a procurar la normalización de las relaciones con la vecina nación, en franco deterioro desde octubre pasado a raíz de una disputa fronteriza, informó hoy el Canciller René Castro.
La embajada costarricense en Managua se mantenía acéfala desde que empezó el actual gobierno, ya que el diplomático designado, Melvin Sáenz nunca asumió el cargo debido al conflicto que provocó una invasión de soldados de la vecina nación en el sector limítrofe de Isla Calero, que ahora los dos países reclaman como suyo.
Prado venía fungiendo como embajadora en El Salvador. En el anterior gobierno, del Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, sirvió de asesora y fue viceministra de Cultura.
El gobierno insistía en que se abstendría de designar al embajador en Managua hasta que se presentaran condiciones para restaurar las relaciones diplomáticas,dañadas por la disputa de Isla Calero-Los Portillos.
El diferendo desembocó en una demanda de Costa Rica ante la Corte Internacional de Justicia, que derivó en una resolución preliminar, emitida en marzo, que ordenó el retiro de tropas y personal civil de los dos países de la zona en litigio.
La querella sigue su curso en el tribunal internacional.