Podríamos mencionar mucha de la historia de los Verdes alrededor del mundo; por ejemplo,  algunos amantes del tema tales como John Evelyn (inglés, 1661) publica una obra llamada ¨Fumifugium¨, en su preocupación por la nocividad del aire y el humo de Londres; Charles Darwin cuando en el siglo XIX, en 1831 para ser exacto, desarrolla con gran fuerza su afición por las ciencias naturales, con su travesía durante 5 años alrededor del mundo; y ni qué  hablar de la fundación mundial Greenpeace que nace en 1969 en oposición de la No realización de pruebas nucleares en la isla de Amchitka ubicada en Alaska, zona de alta inestabilidad geológica.
Durante el siglo XX, el desarrollo tecnológico propició una peligrosa aceleración de la historia, con efectos a veces indeseables. Los ciudadanos del siglo XXI heredaron un planeta gravemente enfermo: hambre y miseria en el Tercer y Cuarto Mundo, deterioro de la biodiversidad, recursos naturales agotados, cambio climático, agujero en la capa de ozono, arsenales nucleares, acumulación excesiva de residuos tóxicos y desechos radiactivos, infertilidad de los suelos agrícolas, desertización, contaminación electromagnética, alimentos alterados genéticamente que suponen una amenaza para la salud y el medio ambiente.
Los verdes trabajamos por construir un mundo solidario donde todo ser humano pueda desarrollar sus potencialidades, sin importar su género, raza, ciudadanía u orientación sexual. Las decisiones importantes están en manos de unos pocos. Los partidos políticos tradicionales y las instituciones democráticas son cauces demasiado estrechos para la participación ciudadana. Los verdes demandamos mecanismos sociales abiertos que permitan una intervención más directa de los ciudadanos en los asuntos que afectan a sus vidas.
La economía no debe transgredir los límites naturales de la Tierra. Pretendemos un modelo económico sostenible, una economía guiada por criterios ecológicos y sociales. Queremos desarrollar nuevos modos de producción, comercio y consumo: producción limpia y autogestionaria, comercio justo, consumo responsable, para una economía más democrática y descentralizada.
El movimiento Verde está muy influenciado por el feminismo. La ética de la cooperación y comprensión debe reemplazar a los valores de dominación y control.
Abogamos por la tolerancia y el derecho a la diferencia. Defendemos la diversidad biológica de la Tierra y la diversidad cultural, sexual y espiritual de la humanidad.
Pero da coraje cómo algunos se autodenominan y proclaman VERDES, cuando en realidad no lo son; el término VERDES es sinónimo de lucha ecoambiental en nuestro continente y el mundo; tan solo en cualquier buscador de la Web, encontramos que esta palabra hace alusión a ecologistas del mundo entero, fundaciones y demás, no a políticos corruptos; por lo tanto, no se debe permitir la mala utilización del término, ya que las luchas por un planeta más verde han sido arduas y en algunos casos con sangre derramada. A los ecologistas y ambientalistas les llegó la hora que se les respete, que se les reconozcan todas las oposiciones, que gracias a ellas tenemos un planeta y un país mejor, si comparamos las atrocidades realizadas por  hombres y mujeres en el pasado.
El Partido Liberación Nacional está incurriendo en un error, al utilizar este término; no está bien que esta agrupación política se proclame como los Verdes, que como lo vimos no poseen autoridad moral para utilizarlo, si es el caso que lo quieran relacionar con “LOS PADRES DEFENSORES DEL MEDIO AMBIENTE”; y si no es así, supongo que lo hacen para ser reconocidos por sus colores, por lo cual están en un Horror, ya que ante el Tribunal Supremo de Elecciones, los que serán llamados o conocidos como LOS VERDES políticamente hablando, serán los militantes del PARTIDO VERDE ECOLOGISTA; esto según el Estatuto de ambos partidos.
No ofendamos a los obreros ambientales apropiándose de un COLOR que les pertenece y que bajo este lema han defendido lo que los políticos tradicionalistas no han defendido. Los Verdes en la actualidad es toda una institución preocupada y ocupada por la ecología, la cual merece todo el respeto; respeto que no lo poseen ante la opinión pública costarricense, agrupaciones políticas que no saben, ni sabrán nunca lo que es y significa ser defensores incondicionales de nuestra Madre Naturaleza.
Solo hay dos grupos en Costa Rica a los que se les puede llamar “LOS VERDES”: los Ecologistas, Ambientalistas defensores de nuestra tierra VERDE, y al PARTIDO VERDE ECOLOGISTA, agrupación ECOPOLÍTICA.  ¡NADA MÁS!