Las empresas e instituciones del sector público cuando contraten profesionales deberían darle preferencia a aquellas personas graduadas de las carreras que estén acreditadas ante el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES), a fin de elevar la excelencia en la calidad de la educación universitaria del país, dijo Guillermo Vargas, presidente de esta instancia acredidatora, creada en el 2002.
Vargas dio estas declaraciones a UNIVERSIDAD durante la inauguración de la “VIII Asamblea General y el VI Seminario Internacional de la Red Iberoamericana para la Acreditación de la Calidad de la Educación Superior” (RIACES), realizada los días 8, 9 y 10 de junio en el hotel Crowne Plaza, en San José.
El funcionario citó el caso de Intel, la fabricante transnacional de dispositivos informáticos, cuya política de contratación de personal toma en cuenta como requisito el hecho de que la persona profesional esté graduada de una institución de educación superior acreditada.
En su opinión la medida no sería discriminatoria porque no se puede tratar como iguales a quienes no lo son.
La reacción positiva que tiene la sociedad costarricense cuando se cierran empresas o restaurantes que incumplen con los requisitos de salud o que generan algún perjuicio en la sociedad, por ejemplo, es un indicador de cómo podría reaccionar la población ante las posibles acciones similares en centros de educación superior por parte del SINAES, explicó.
Vargas es de la tesis de que la función de las agencias acreditadoras debe ser de evaluación de las carencias de las carreras, y servir de guía para conocer qué y cómo mejorar elementos que los entes de educación superior estén fallando; la decisión de tomar o no esas medidas serán las que determinen las consecuencias de las acciones que pueda tomar el SINAES.
Durante el acto inaugural del encuentro, Luis Liberman, Vicepresidente de la República, recomendó al SINAES no solo hacer pública información, sobre cuáles carreras cuentan con la debida acreditación, sino que también debería informar sobre las que carecen de este reconocimiento.
PÉRDIDA DE LA CALIDAD
Una posible causa de la pérdida de la calidad educativa a nivel universitario, afirma Vargas, es el crecimiento desmesurado de instituciones que no responden a la realidad nacional y que no tienen interés en contribuir con la educación, sino que funcionan para una producción masiva.
“La universidad no puede ignorar las necesidades del mercado laboral, pero tampoco puede sujetar su acción a los mandatos del mercado y convertirse en una tuerca del engranaje económico de un país”, comentó Vargas acerca del impacto del mercado laboral en la calidad de la educación de las personas graduadas.
La importancia de controles más fuertes, a favor de estudiantes de carreras acreditadas, beneficiaría a estudiantes y sus familias que invierten dinero y esfuerzo para pagar una carrera y que su título puede ser desvalorizado por los empleadores, indicó.
Vargas califica de espurio y estafa a las acciones de los oferentes de educación superior, que anteponen su interés económico al académico y social, y recalcó que ignoran los compromisos sociales, así como el sacrificio de las familias que optan por una carrera universitaria.
EVALUACIÓN DE LA ACREDITACIÓN
Se espera que luego del congreso, se logre tener mayor claridad, como agencia acreditadora, de los parámetros para medir la eficiencia de las carreras que evalúan, así como el impacto que tiene la educación superior en el desarrollo social de un país.
Esto porque, porque según Vargas, la acreditación externa e interna sirve para encontrar fortalezas y debilidades, al igual que les ayuda a crecer conjuntamente en el trabajo evaluativo que les corresponde.