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“El oro de los tontos”, patrocinado por la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Escuela de Biología, fue presentado el martes 14 de junio en la Facultad de Derecho, con la presencia de especialistas en ambiente, estudiantes y profesores.
El documental de 30 minutos, ya se encuentra disponible en Youtube, por lo que está al alcance de quien tenga el anhelo de ver y analizar lo que ocurrió en el polémico caso de Crucitas.
El material está disponible en la siguiente dirección http://www.youtube.com/watch?v=QKOkKE69qGw o con solo entrar a Youtube y digitar el nombre de la producción.
El trabajo de Pablo Ortega Rodríguez y compañeros hace un recuento de lo que fue el caso Crucitas y sostiene, como una de sus tesis, que la responsabilidad de que el tema de la minería a cielo abierto volviera a los titulares de prensa obedecía, principalmente, a la “complicidad” de los políticos de turno con las poderosas compañías internacionales.
En la producción, se rememora el fallo del Tribunal Contencioso Administrativo contra la empresa Industrias Infinito, el cual se dio en diciembre del 2010, luego de que la Sala IV había expresado que no encontraba contradicciones legales entre lo argumentado por Industrias Infinito y los planteamientos de los ecologistas.
ESTILO
Dicho documental cuenta con un narrador en primera persona y se sostiene con una serie de imágenes, tanto del juicio como de las implicaciones que podía tener la extracción de oro en una minería de cielo abierto.
La presencia de Óscar Arias, quien era el presidente de Costa Rica mientras se desarrollaba el debate en torno a Crucitas, es central en la producción.
Según el documental, más que la empresa interesada en la extracción de oro en el norte del país, los grandes responsables de esa situación fueron los políticos y las autoridades que estaban en el Gobierno, quienes facilitaron todo para que se diera la explotación.
Ahora bien, no solo el Gobierno anterior fue cómplice de poner en peligro miles de hectáreas que iban a ser removidas, sino también el Poder Ejecutivo presidido por Laura Chinchilla. Este, al escudarse en una posible millonaria indemnización, eludía el tema y sus implicaciones.
En ese tono narrativo, discurre la propuesta de Ortega y sus compañeros, la cual se ve complementada con declaraciones de expertos en el campo de la minería, el ambiente y la biología, a lo largo de hora y media de duración.
De cuando en cuando, la narración seria cede paso a breves fragmentos de humor, lo cual es una técnica muy común en los documentales del estadounidense Michael Moore, autor de célebres trabajos como “Roger & Me” y “Bowling for Colombine”.
Aparte de manejar la tesis de que es el propio Estado costarricense el principal cómplice al ofrecer el oro verde a cambio de la explotación que acabará con la riqueza natural de la zona. se denuncia también, lo que en su momento ya había planteado la prensa nacional: la posible donación de $250.000 que el dueño de Industrias Infinito había ofrecido a la Fundación Arias para la Paz y el Progreso.
Conviene recordar que el caso Crucitas explotó a partir de octubre de 2008, cuando se dio el decreto de interés nacional emitido por el Gobierno de Arias.
El tema vuelve a tomar actualidad, dado que la semana pasada surgió la noticia de que existe interés por parte de una empresa estadounidense en extraer petróleo en Costa Rica.
ÁNIMOS CALIENTES
La proyección y el foro, el martes 14 de junio, no estuvieron exentos de polémica, dado que el director del documental, Pablo Ortega, dijo públicamente que había recibido presiones por parte de la Vicerrectoría de Acción Social por dicha producción.
Consultado sobre el contenido de dicho documental, Ortega declinó dar declaraciones, al alegar que debido a esa producción resultó perjudicado con medidas disciplinarias y que no existe interés en que él contribuya con la difusión de “El oro de los tontos”.
Aunque en un principio estuvo anuente a expresar sus criterios sobre la producción en sí, es decir, sobre su contenido, finalmente declinó hacerlo y decidió centrarse en su actual situación y no ahondar en el aporte, los alcances y la trascendencia que pueda tener el documental.
“La semana pasada fui sancionado de manera injusta por funcionarios de la Vicerrectoría de Acción Social, con una suspensión por faltas graves, sin que se me concediera el derecho defensa. Esto violó el debido proceso establecido en nuestros reglamentos internos. No contentos con esto, me impidieron el ingreso a mi unidad de trabajo y, finalmente, me mandaron de vacaciones forzadas por 3 semanas, justo en el momento en que necesitaba difundir el documental ‘El oro de los tontos”.
Sobre el particular, el vicerrector interino de Acción Social, Carlos Villlobos, puntualizó mediante un comunicado que en todo momento apoyó la realización de “El oro de los tontos”.
“No es posible aseverar que se han tomado acciones en contra de la producción de este vídeo, ya que la Vicerrectoría desde ese momento ha apoyado esta producción, de lo contrario, hubiera actuado en contra de lo que ella misma ha promocionado”.
De acuerdo con la Vicerrectoría, Ortega en algunas ocasiones no ha respetado el protocolo que se sigue a la producción de vídeos dentro de la Unidad de Producción Audiovisual (UPA), “lo cual ha generado llamadas de atención por parte de la Coordinación de la UPA”.
Para la Vicerrectoría en ningún momento ha existo el afán de censurar el vídeo, porque ni siquiera las unidades respectivas lo conocieron antes de ser presentado en el foro del martes 14 en el auditorio de Derecho.
El texto aclara que la UCR “como patrona del señor Ortega es responsable solidaria de lo que se diga en este tipo de producciones y de ahí su obligación de conocer anticipadamente de sus contenidos, sin que ello de manera alguna constituya un tipo de censura previa”.
Este documento no posee notas.