Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
¿Se impusieron criterios políticos en la Sala Tercera en el mecanismo de selección de los candidatos a magistrados suplentes? ¿Por qué no se respetó el principio de alternancia y de paridad?
Estas y otras preguntas comienzan a inquietar a los miembros de la Comisión de Nombramientos de la Asamblea Legislativa, que en los próximos días deberá seleccionar y ratificar a diez magistrados suplentes de la Sala Tercera, de una lista de 20 candidatos escogidos por esta instancia y avalada por la Corte Plena en mayo pasado.
El celo en torno a este caso cobra relieve por cuanto la Sala Tercera deberá conocer, dentro de algún tiempo, el recurso de apelación en el juicio al expresidente Miguel Ángel Rodríguez, conocido como ICE-Alcatel.
¿Quedaron postulantes con mejores atestados fuera de la selección, cuáles fueron las razones, qué criterio primó?, “son preguntas que debemos hacernos antes de conocer el listado enviado por la Corte”, dijo a UNIVERSIDAD el legislador del Partido Acción Ciudadana (PAC), Manrique Oviedo.
“Vamos a ser muy vigilantes de esa lista, porque proviene de una sala que en estos momentos está muy convulsa; hay relaciones muy tirantes y diversas entre los magistrados”, advirtió el diputado del PAC.
Oviedo comentó que el tema de la Sala Tercera es de suma importancia para su partido, porque “es una sala sensible; se ventilan casos ligados a políticos, como los del expresidente Rafael Ángel Calderón y Rodríguez”.
El diputado aboga porque la Asamblea Legislativa envíe a la Corte Suprema de Justicia y a la Sala Tercera “señales claras”, de que “estamos buscando -para desempeñar las magistraturas- a personas que sean técnicos, más que orientadas a un determinado color político”, advirtió.
“Me preocupa sobremanera la situación actual: hay una polarización tremenda, se vive un ambiente laboral que no es el más apto, tenso, incómodo, no agradable, según me informan”, detalló Oviedo.
Por si parte, el presidente de la Sala Tercera, José Manuel Arroyo, explicó que la escogencia de los candidatos forma parte de un mecanismo colegiado y de mayoría, y en lo que corresponde a la paridad, dijo que hubiera deseado que se incluyera mayor número de mujeres (ver nota aparte: “Presidente de Sala Tercera: El tema penal de por sí es convulso”).
A lo anterior, Oviedo adelantó que “vamos a ser muy celosos. Cuando analicemos las listas en la comisión haremos un examen exhaustivo de los candidatos y candidatas; veremos con lupa los nombramientos”.
También insistió en el incumplimiento del principio de equidad de género en la conformación del listado por parte de la Sala Tercera, y luego ratificado por la Corte Plena.
La Sala Tercera recibió las postulaciones de 52 personas, de las cuales 34 son hombres y 18 mujeres. Como lo estipula la Constitución Política, la instancia seleccionó de ese listado veinte nombres, entre los que figuran 16 hombres y sólo cuatro mujeres.
¿Qué sucedió con el principio de igualdad?
“El PAC aboga porque haya siempre al menos 50 por ciento de mujeres en los diversos cargos y la Sala Tercera no es la excepción. De hecho, la Corte Plena está compuesta en su mayoría por hombres y son pocas las mujeres incluidas. Nos preocupa esto sobremanera”, expresó el congresista del Partido Acción Ciudadana.
Mientras tanto, el diputado Víctor Emilio Granados, del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), sostiene que también estará dispuesto a actuar como un celador, cuando la Comisión de Nombramientos inicie la discusión del listado enviado por la Corte. “Con la Sala Tercera hay que revisar esto; usaremos lupa”, agregó.
Por otro lado, la magistrada Doris Arias, también integrante de la sala, descartó que en la selección de la lista hayan imperado matices de orden político y aseguró que el criterio estuvo apegado a los requisitos exigidos por la Constitución Política.
“Las personas fueron invitadas a participar, a traer sus currículos, estos se valoraron oportunamente, se analizó la pertinencia de que estas estuvieran en el cargo, y además se ponderaron los atestados frente a la experiencia”, puntualizó Arias.
Tanto Arroyo como Arias evitaron referirse al tono de las discusiones o debates al interior de la Sala Tercera, durante la sesión para realizar la selección.
Arias aclaró que “no existe registro de las discusiones para la elección de los magistrados suplentes; hay ejercicio del poder discrecional de parte de los magistrados titulares”.
Sobre la posibilidad de que algún matiz político se hubiera impuesto en la escogencia de algunos de los candidatos, enfatizó que “yo puedo hablar por mí; no tengo ningún compromiso a ese nivel y creo que el resto de la sala no lo tiene”.
Añadió que en el criterio de selección prevalece el principio de mayoría; “es una voluntad colegiada, no individual, y eso es lo que muestra la escogencia”.
La magistrada lamentó que no se incluyera a un mayor número de mujeres en el listado, pues “he luchado durante mucho tiempo por la paridad de género. Pienso que las listas deben ser paritarias, pero fue una decisión colegiada”, insistió.
Arias hizo la observación de que incluso en el proceso de postulación se presentaron menos mujeres que hombres. “¿Por qué las mujeres no concursaron por igual? No lo sé. Creemos que deberíamos habilitar también a las mujeres y decirles que pueden venir a participar”, acotó.
Respecto al proceso de selección, el diputado Granados informó que el 20 de junio la Comisión de Nombramientos aprobó la metodología para la escogencia de 10 de los 20 nombres enviados por la Corte a la Asamblea Legislativa.
No descartó la posibilidad de cotejar alguno de los currículos del listado con los de los excluidos, por si surgieran “dudas” en torno a los criterios de calificación utilizados por la Sala Tercera.
“Me interesa en lo personal, voy a solicitar a la Corte un informe. Con la Sala Tercera hay que revisar esto. Vamos a hacer una revisión con lupa. Cuando se habla de la necesidad de mejorar el sistema de justicia, creo que en el caso de la sala hay que enfocarse porque se elija a los mejores”, agregó.
Granados insistió en que hará las consultas que considere necesarias para aclarar dudas: “si hubo concurso, cuáles fueron los parámetros de calificación que garanticen que los veinte seleccionados son los mejores candidatos”.
“No se puede aceptar que haya amiguismos o intereses políticos detrás. Me comprometo a que se revise con lupa y mucho celo a los integrantes del listado, porque cuando el río suena piedras trae”, espetó.
Presidente de Sala Tercera:
El tema penal de por sí es convulso
Acerca de la elección de los magistrados suplentes, el presidente de la Sala Tercera, José Manuel Arroyo, dijo que el tema penal “de por sí es convulso”.
“Hay una situación particular cuando hay casos especialmente polémicos de interés público, y las distintas opiniones reflejan esas tensiones sociales que se traducen en los casos judiciales”, comentó el magistrado a UNIVERSIDAD.
En este sentido, explicó que casos como los juicios a los exmandatarios Rafael Ángel Calderón y Miguel Ángel Rodríguez -conocidos por la Sala Tercera como cualquier otro de trascendencia nacional-, “agregan un interés en la opinión pública que los torna más complejos y difíciles de resolver”.
Sobre la selección de los 20 candidatos, Arroyo aclaró que “puedo hablar por mí mismo. Procuré que los nombres que me parecieron bien cumplieran con los criterios técnicos. Soy uno de los cinco magistrados en el proceso de selección. Sólo puedo referirme a lo que yo quise que fuera el proceso eleccionario; me imagino que cada uno también podría estar en la misma situación”, advirtió.
“Personalmente hubiera querido que se incluyeran más nombres femeninos, pero se tomó una decisión y la lista quedó como está”, aseveró Arroyo.
Este documento no posee notas.