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“Al maestro, con cariño” (“To sir, whith love”)

En el año 1967 se estrenó “Al maestro, con cariño”, una película clásica que es un canto a la vocación y misión sacras del auténtico maestro y profesor. El verdadero profesor o maestro debe ser sincero, protector, paterno, amistoso, sin que se pierda por esto el respeto o línea divisora que debe existir entre él  y el alumno. Igual simbolismo encontramos en “Conrack”, un filme también clásico del año 1974, del elevado director y productor Martin Ritt, personificada por el actor John Voight cuando este era muy joven, en el papel de maestro de niños negros (quizá su mejor actuación). Película de gran calidad humana: ¡universal, cálida!

En el año 1967 se estrenó “Al maestro, con cariño”, una película clásica que es un canto a la vocación y misión sacras del auténtico maestro y profesor. El verdadero profesor o maestro debe ser sincero, protector, paterno, amistoso, sin que se pierda por esto el respeto o línea divisora que debe existir entre él  y el alumno. Igual simbolismo encontramos en “Conrack”, un filme también clásico del año 1974, del elevado director y productor Martin Ritt, personificada por el actor John Voight cuando este era muy joven, en el papel de maestro de niños negros (quizá su mejor actuación). Película de gran calidad humana: ¡universal, cálida!
El relato o historia de “Al maestro, con cariño” se desarrolla en un colegio de clase media de un barrio londinense. El director y guionista del filme James Clavell se basó o trabajó en una novela de E.R. Braithwaite. James Clavell se inspira, esfuerza y luce en esta magnífica y trascendente realización.
El actor que encarna al profesor es Sidney Poitier. También intervienen la bella actriz Suzy Kendall, Judy Geeson y la cantante Lulú, quien, además de componer la canción o precioso tema de la película, lo canta en la misma e interviene como protagonista.
Sidney Poitier es un excelente actor negro que se destaca o sobresale también en el filme “¿Sabes quién viene a cenar?”, del legendario director Stanley Kramer, que ahonda en el llamado tema racial.
Aunque no necesariamente lo racial es el tema más importante de “Al maestro, con cariño”, tanto para Clavell como para nosotros y Martin Ritt debe entenderse como fachada, apariencia en el sentido filosófico, es decir, que detrás de lo racial está el Hombre, el ser humano. El filme se sitúa por encima o más allá de todo racismo y nacionalismo, que es una característica o uno de los múltiples mensajes de la película.
La película de Clavell logra constituirse en cine o arte universal. La anterior es una de las tantas razones por la que merece evocarse de vez en cuando. En sentido estricto, “Al maestro, con cariño” no es cine inglés o europeo, aunque el relato se desarrolle en un barrio londinense. La historia pudo desarrollase en cualquier lugar de la tierra. Solo hay que cambiar nombres y escenarios conservando el mensaje.
Los alumnos de la clase son desordenados, rebeldes. El profesor logra calmarlos, dominarlos. Los alumnos sienten, aunque quizá no pueden conceptualizarlo, una fuerza distinta en este hombre: sinceridad, amistad, comprensión, paternidad. Los alumnos comprenden que no deben faltar el respeto a este hombre; los alumnos llegan a amarlo y admirarlo. El profesor enseña a los muchachos a ser caballeros, a las mujeres a ser damas. El profesor dejará una huella o registro imborrable positivo en la mente de los estudiantes que es lo que debería hacer todo profesor que se jacte de ser bueno o hacer bien las cosas.
Reproducimos  ahora la canción de Lulú en la traducción de nuestra cuñada Karla Umaña Hidalgo:
Al maestro, con cariño (To Sir, whit Love).
Esos días de colegiala, de contar cuentos y morderse las uñas, se han ido.
Pero yo sé que
en mi mente esos días
vivirán presentes una y otra vez.
¿Cómo agradecerle a alguien que te ha llevado de crayolas a perfumes?
(de niña escolar a mujer).
No es fácil
pero, trataré:
Si usted deseara el cielo,
yo escribiría en todo su ancho,
y las letras flotarían en él a mil pies de altura:
-“Al maestro, con cariño” (To sir, whit love)
Ha llegado el momento de cerrar los libros
Y las eternas miradas llegan a su fin.
Y al marcharme sé que dejo a mi mejor amigo.
Un amigo que me enseñó a reconocer el bien y el mal,
la debilidad y la fortaleza.
Eso, es mucho que aprender.
Pero, ¿qué te puedo dar a cambio?
Si quisieras la luna, buscaría la manera,
pero, en cambio
yo prefiero regalarte mi corazón, “Al maestro, con cariño”.

  • Héctor Naranjo (Profesor)
  • Opinión
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