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La cultura del statu quo

Cada vez que leo los comentarios del  Ingeniero Gerardo Fumero en contra de toda propuesta de Ley General Eléctrica, me doy cuenta que vive en una terrible e inmensa confusión de la variable  tiempo. Tiende a confundir deliberada y consuetudinariamente el pasado, con el presente y con el futuro.

Cada vez que leo los comentarios del  Ingeniero Gerardo Fumero en contra de toda propuesta de Ley General Eléctrica, me doy cuenta que vive en una terrible e inmensa confusión de la variable  tiempo. Tiende a confundir deliberada y consuetudinariamente el pasado, con el presente y con el futuro.
Nadie discrepa con Fumero sobre lo valioso que fue el modelo solidario de electrificación costarricense durante los últimos sesenta anos, el cual nos ha llevado al nivel del 99.3% de cobertura y servicio eléctrico para nuestra población. Las comunidades poco pobladas pero todavía sin servicio eléctrico, siguen siendo las más remotas en las zonas montañosas o alejadas de todo camino vecinal, lo que las hace costosas de servir. Sin embargo, la tecnología fotovoltaica hará el milagro de incorporarlas a las estadísticas de la cobertura, lo cual nos permitirá prácticamente alcanzar la meta del 100%  en un par de años.
En lo que comenzamos a notar la confusión tempórea de Fumero, es cuando quiere que por lo exitoso del modelo solidario tarifario y de distribución del servicio eléctrico, se pretenda extender el mismo por sécula seculórum tanto para la generación futura, como para la misma distribución ya completada al 100%. Y aquí hay algo que no quiere entender o nos pretende ocultar.
Fumero no quiere aceptar que durante los últimos diez años, los costos del servicio eléctrico promedio nacional se han casi triplicado desde los seis centavos el KWhora hasta los dieciocho centavos actuales. Intenta soslayar dicho incremento con la cortina de humo que todavía tenemos las tarifas más bajas de todo Centroamérica. Ya prácticamente aceptó  en las últimas semanas, que muchos países de Suramérica y hasta Honduras, cuentan con tarifas más bajas que las nuestras.
Y lo que no quiere discutir Fumero de manera alguna y en ningún foro, es la razón por la cual nuestras tarifas siguen en estrepitosa alza, y están perjudicando no solo nuestra competitividad productiva como país, sino que nos están afectado como disparador inflacionario y golpeando duramente a la economía familiar de más bajos recursos.
Y cuando las administraciones liberacionistas como la Arias y la Chinchilla han pretendido promover una ley general eléctrica que corrija esa tendencia a futuro, Fumero es el adalid e ideólogo de la oposición a cualquier cambio de modelo que afecte a lo que sórdidamente considera su ICE, y que se modifique también el modelo a futuro de la generación y distribución, hoy prácticamente bajo un monopsonio del ICE en generación, y bajo monopolio locales en distribución.
Ninguna de las dos propuestas de ley afectarán a las actuales empresas generadores de electricidad como el ICE, la JASEC, la ESPH y los privados. Las propuestas de ley intentan esencialmente introducir un marco regulatorio y claramente definido para las futuras plantas productoras de energía eléctrica. Se trata de estimular la inversión pública y privada dentro de un marco competitivo entre generadores, para asegurarle al abonado el más bajo costo de producción, como se pretendió en el pasado con el modelo de generación al costo bajo un solo productor, modelo que ya comenzó a ser el gran motivo de debate y agotamiento, por cuanto se le considera el causante del incremento sostenido de las tarifas eléctricas. Adicionalmente,  los proyectos de ley tienen como objetivo asegurarle al productor de energía, un mercado abierto para su producción, tanto local como regional, sobre la base de que el menor costo de venta, será el criterio prioritario para efectos de despacho al consumidor.  También se pretende que las futuras plantas  se sujeten a las normas de protección con el ambiente y sean de baja contaminación, utilizando las tecnologías y recursos renovables o fósiles de más baja contaminación atmosférica, y que se permita tanto la importación como la exportación de energía eléctrica a los países interconectados regionalmente, con el fin de optimizar al máximo los recursos y capacidades a desarrollarse en cada país.
Ojala que algún día Fumero comprenda que las propuestas de ley no afectan retroactivamente a la capacidad de planta existente, pues sería a todas luces inconstitucional el pretenderlo. Ojalá que algún día Fumero comprenda de una vez por todas, que lo pasado si bien es cierto que ha incidido en nuestro presente, no implica una obligación para que el futuro tenga que seguir siendo el mismo del pasado o del presente, el cual nos está   claramente manifestando el agotamiento del modelo solidario, por cuanto ya no enfrentamos un problema de expansión nacional de la distribución, sino que de la generación, la cual requiere cada día muchos más altos montos de inversión, pero no a costa del bolsillo del abonado como lo pretende Fumero.

  • Ricardo Trujillo Molina (Máster en ingeniería eléctrica)
  • Opinión
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