Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
“S.O.S. Ambiental” y “Trascendencia con Justicia Social–Ambiental” son dos nuevas exhibiciones de artes plásticas, que surgen a partir de la preocupación ante la decadencia de las condiciones de vida, sociales y ambientales de la actualidad.
La primera contiene 32 monotipias de la artista Lorena Villalobos, mientras que la segunda muestra 10 cuadros en acrílico de Patricia Guerrero.
Se trata de exhibiciones de dos artistas muy diferentes con preocupaciones estéticas particulares, pero que comparten una gran sensibilidad ante las realidades que marcan el mundo actual, como el deterioro ambiental, la desigualdad, la discriminación de los indígenas o el “femicidio”.
“TROVA PLÁSTICA”
Guerrero indicó que esta exposición implica un “despertar” para ella, pues tenía 24 años de estar alejada de la actividad artística pública.
La artista se desempeña como auxiliar de enfermería en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y detalló que “todo surgió a partir de la necesidad de crecer en lo conceptual; en mi trabajo en el área de la salud tengo un contacto con los seres humanos y su forma de vivir y morir, y eso me dejó claro lo que es subsistir en la sociedad”.
Por ejemplo, detalló que en su trabajo ha podido atestiguar los problemas de los indígenas que llegan a trabajar en la cosecha de café; “me conmovió el caso de un joven que murió solo de tuberculosis”.
“Al ver lo que sucede en nuestras calles, llegué al concepto de que quiero vivir por el arte, no del arte. Es más importante impactar, que el arte se salga de los marcos y las marialuisas; lo que más me interesa es expresar y el ideal de hacer un movimiento social. El arte se ha vuelto elitista, se disipa en las galerías en medio de un capitalismo egoísta. Yo creo que el arte debe ser una forma de compartir y retribuir”, añadió.
Guerrero reconoció que en este momento para ella la técnica y estilización, se rinden ante esa necesidad de impactar, pues “la plástica debe ser de la calle al igual que el grafiti o la escultura”. Para ella, “se trata de un tipo de arte que es diferente; voy a recibir críticas, pero lo que importa es la manifestación social ambiental. Se trata de una trova plástica”.
Los cuadros de su exposición se ocupan de temas como el “femicidio”, la comunión entre tecnología y naturaleza, la contaminación o la defensa del patrimonio cultural, ya que “se ha desintegrado nuestra herencia y si por medio del arte no podemos rescatarla, nos disiparemos totalmente y olvidaremos muchas cosas en nombre del capitalismo”.
Otro tema protagonista en sus cuadros es la denuncia del “olvido de nuestras raíces y la discriminación contra nuestros hermanos indígenas, que además incide en que se perjudique el entorno ambiental”.
Puntualizó que pudo orientar esa preocupación, gracias a que a través de la Fundación para el Desarrollo Cultural y Social de las Etnias Indígenas Costarricenses (FUNDEICO), entró en contacto con grupos como el Movimiento de Acción Social Presbere (MAS PRESBERE) o Tribu Cabécar, “quienes con su arte han dado el grito y han logrado hacer aportes a sus comunidades”.
ESPERANZA
En la otra exposición, Lorena Villalobos toma la Galería 1887 con sus 32 monotipias inspiradas en el desastre ambiental del derrame de una plataforma petrolera en el Golfo de México, ocurrido hace un año.
“En ese momento coincidió con el campeonato mundial de fútbol y eso significó que muchas personas no le prestaran la debida atención; ahora en Costa Rica regresa el tema de la explotación de hidrocarburos, pero ese no es el camino a seguir, sino la energía renovable. El petróleo va a destruir el planeta”, advirtió.
Según explicó, la monotipia es una técnica de trabajo sobre una o varias láminas de acrílico, con tintas o pinturas al óleo. Luego se transfieren a un papel humedecido mediante la presión de una prensa. “Es una técnica muy espontánea y trabajé los cuadros al mismo tiempo que se dio el desastre; tengo muchas más de las que finalmente serán exhibidas, pero estas son las más representativas”, acotó.
Tras explicar que la exposición hace un recorrido narrativo del desastre, la artista retomó la preocupación por el peligro de que la actividad petrolera se desarrolle en el país: “sería un pésimo negocio, pues en lugar de generar riqueza, la actividad petrolera implicaría pobreza y echaría a perder el medio ambiente”.
Villalobos, cuya última exposición individual se realizó hace dos años, manifestó que esta nueva muestra es “un llamado a ser vigilantes activos de los recursos naturales”.
En ese sentido citó la célebre profecía de los indígenas Cree de Norteamérica: «Solo después que el último árbol haya sido cortado, solo después que el último río haya sido envenenado, solo después que el último pez haya sido pescado; solo entonces descubrirás que el dinero no se puede comer».
También, recordó la igualmente conocida frase de Martin Luther King: “Quien acepta pasivamente el mal es tan responsable como el que lo comete. Quien ve el mal y no protesta, ayuda a hacer el mal”.
Destacó que la esperanza está “constantemente presente en los cuadros; no son trágicos, sino que conservan espacio para la belleza de la naturaleza, la fe en el ser humano de que saldremos adelante”.
“S.O.S Ambiental” estará abierta al público hasta el 22 de julio en la Galería 1887 del CENAC. Mientras tanto, “Trascendencia con Justicia Social–Ambiental” podrá apreciarse en el Instituto de México del 5 al 22 de julio, luego se trasladará al Colegio Universitario de Cartago el 18 de agosto, donde permanecerá hasta el 20 de setiembre.
Este documento no posee notas.