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Este 7 de julio se cumplen diez años del asesinato del comunicador Parmenio Medina, con el que Costa Rica pasó a engrosar la lista de países donde el derecho de libre expresión se paga con la vida.
Con la muerte del locutor y productor de “La Patada”, programa de sátira humorística y denuncia de la corrupción, quedó un vacío que no se ha llenado en la radio costarricense, y, por otro lado, aunque los tribunales condenaron a algunos responsables, no se llegó a esclarecer toda la trama del crimen, consideraron allegados del desaparecido director de La Patada.
Medina fue ultimado a balazos cerca de su casa por pistoleros desde un vehículo en movimiento, el 7 de julio del 2001, días después de recibir amenazas y de que su residencia fuera baleada.
En diciembre del 2007, el Tribunal de Heredia condenó a tres de nueve imputados en el crimen. El empresario Omar Chávez fue sentenciado a 47 años de prisión por el homicidio y estafa relacionada con la emisora católica Radio María de Guadalupe, y el presbítero Minor Calvo fue absuelto del asesinato, pero condenado por estafa en perjuicio de los oyentes de la radio.
El tribunal determinó, después de más de dos años de juicio, que Chávez era el autor intelectual del homicidio, y que este fue ejecutado por el nicaragüense Adalberto Reyes Ruiz, conocido como Luis Aguirre Jaime, y quien recibió una condena de 30 años de prisión.
La última denuncia de “La Patada” -que su creador denominaba “el escuadrón antichorizo”- fue sobre un desvío millonario de fondos en Radio María, que dirigía Calvo, y que fue comprada con la ayuda de Chávez y fue cerrada posteriormente por la Conferencia Episcopal tras las denuncias del programa radial.
Según la sentencia de los jueces, “al ver en peligro el negocio que la radio significaba para él y para evitar que dicho negocio declinara y que se descubriera la apropiación de los activos de la radio, (Chávez) ordenó y logró mediante el pago a Aguirre la muerte de Parmenio Medina”.
La muerte violenta de Medina impactó al país, y apenas trascendió la noticia cientos de personas realizaron una manifestación espontánea frente a Radio Monumental, donde se trasmitía La Patada. El 17 de julio unas 3.000 personas de diversas procedencias sociales se concentraron el Parque Nacional, donde exigieron a las autoridades garantías para el ejercicio de la libertad de expresión, fin de la impunidad, la corrupción y la mentira de la clase gobernante.
Una de las iniciativas fue la integración de un “Frente contra la impunidad”, agrupación de periodistas y otros ciudadanos que realizaron actividades para exigir el esclarecimiento del crimen y garantías para la libertad de expresión.
En una entrevista concedida a este Semanario y que fue publicada un día antes de su muerte, Medina relató cómo conoció la vinculación de Chávez con Calvo y la irregularidades financieras de la radio. Afirmó que por su afán de protagonismo y amor al dinero, Calvo fue presa fácil de un grupo empresarial que lo utilizó y estaba detrás de la compra de la radio. Dijo que creía que había serios problemas de corrupción en sectores de la iglesia, porque las irregularidades no solo se daban en Radio María, y pensaba publicar un libro sobre el tema.
Al cumplirse diez años de la desaparición de Medina, su hija Marta Medina, dijo a UNIVERSIDAD que tiene el sentimiento de que quedaron cosas pendientes con la aplicación de justicia. “Para nada”, dice cuando se le pregunta si cree que hubo reparación judicial. “Quedaron cosas pendientes en las resoluciones y el manejo que se le dio al proceso, sobre todo en lo relacionado a Minor Calvo; eso quedó a medio camino”, dijo.
“Sabemos que hubo temor o manipulación con los testigos, desgraciadamente hubo temor de parte de la gente que podía testificar y no se pudo probar aunque tal vez había razones suficientes, pero los jueces lo consideraron así y ni modo”, dijo.
VACÍO
El locutor y productor radial Fernando López, quien trabajó en La Patada 25 de los 28 años que estuvo al aire el programa, dijo que con la muerte de Parmenio Medina quedó un vacío enorme en la radio costarricense en el campo de la denuncia. En cuanto a por qué no se continuó con el programa, dijo que aparte de las implicaciones legales sobre el uso del nombre, el estilo de Parmenio Medina era muy particular.
“Además, cuál medio estaría dispuesto a aceptar este tipo de cosas, sobre todo ahora que aparece gente muerta todos los días, ya hay varios periodistas muertos y aquí no se hace nada al respecto”, comentó.
Tras la desaparición de Medina la radio cayó en un marasmo con este tipo de programas, ahora lo que hay son muchos programas “light”, y nadie se mete a tocar temas de fondo. “Ese tipo de periodista directo, investigativo, mordaz, ya eso se acabó, no va más”, comentó.
Al recordar la trayectoria de Medina, rememoró cómo este reintrodujo el radioteatro en la radio costarricense; ya había hecho la serie Ley contra el hampa, y cuando empezó La Patada al principio era sobre cosas del deporte, pero después se fue metiendo en temas del gobierno y la empresa privada.
Tenía mucha sintonía, y a veces había unos “clavos enormes”, pero Parmenio nunca dijo nada si no estaba bien documentado. Al final tuvo presiones y amenazas, e incluso le dispararon a la casa. En el último programa ya no se hablaba del tema de Minor Calvo, pero ese programa no se pasó en Monumental por presión de Calvo, que hasta estuvo llamando a la gente que daba publicidad para que se la quitaran a Parmenio.
En su criterio, el Organismo de Investigación Judicial y la fiscal Giselle Rivera, encargada del caso, actuaron bien en la investigación, y no es que no quisieran ir más allá, sino que trabajaron con los elementos que tenían. “Desgraciadamente como en todo, el tiempo se encarga de borrar pruebas, y hace que uno mismo se olvide del detalles de las cosas”, comentó López, quien dijo lo traumático que fue en su vida personal la muerte de Medina.
Un comunicador silenciado
-Octubre 1999. El programa La Patada da a conocer un informe contable donde se habla de irregularidades financieras en Radio María.
-Abril 2001. Radio Monumental suspende la trasmisión de La Patada.
-Mayo 2001. La Conferencia Episcopal cierra Radio María.
-22 de junio 2001. La Sala IV resuelve recurso de amparo a favor de Parmenio Medina y ordena a la Radio Monumental trasmitir La Patada hasta la finalización del contrato en agosto del 2001.
-7 de julio del 2001. Medina es asesinado por pistoleros cerca de su casa en San Miguel de Heredia.
-17 de julio del 2001. Miles de personas piden en el Parque Nacional en San José que se garantice el ejercicio del derecho de la libre expresión y el fin de la impunidad y la corrupción.
-Diciembre del 2007. Tras un largo juicio el empresario Omar Chávez es condenado por el crimen de Medina y el sacerdote Minor Calvo es absuelto por el cargo de asesinato, pero es condenado por estafa a los oyentes de Radio María.
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