A 15 años de su creación, es urgente y necesario un debate sereno sobre el quehacer académico, investigativo y docente del Sistema de Estudios de Posgrado (SEP) de la Universidad Estatal a Distancia, orientado a la definición de ejes estratégicos de carácter fundamental para la renovación del actual modelo de gestión del sistema y que tomen en cuenta el entorno complejo de la realidad institucional, del país y de las personas que acceden al sistema de educación superior de posgrado.
Mucho se ha insistido en que la investigación es una condición sine qua non para el nivel de posgrado. Es preciso, entonces, que estudiantes, docentes y profesionales del SEP lleven a cabo estudios pertinentes y estimulantes.
Para ello, es necesario proveerle a la persona interesada en investigar, no solo las condiciones materiales para que desarrolle su labor en un ambiente propicio, sino incentivar la consecuente divulgación de los resultados de investigación en medios indexados de difusión nacional e internacional.
Pero también se requiere que las investigaciones estén relacionadas con los intereses y particularidades de los programas de posgrado; de tal manera que no conviertan en acciones voluntariosas y desvinculadas del corpus teórico y metodológico que sustentan cada programa.
Se requiere, entonces, favorecer becas, pasantías, licencias sabáticas e intercambio académico para profesionales, docentes y estudiantes; promover una normativa institucional que favorezca la investigación en el SEP; procurar espacios físicos con equipos y materiales; definir líneas de investigación para los programas de posgrado; crear y consolidar centros e institutos de investigación, relacionados con redes de investigación nacionales e internacionales y desarrollar actividades de capacitación y formación en métodos, técnicas y enfoques de la investigación académica para docentes y personas investigadoras.
Hasta ahora, los esfuerzos por ampliar y consolidar la participación de profesionales del SEP en las actividades propias de la Vicerrectoría de Investigación han sido escasos; pese a ello, se ha observado que las experiencias llevadas a cabo demuestran que el compromiso ha valido la pena y es necesario profundizarlo.
También, el debate de la vinculación del SEP con la Vicerrectoría de Investigación debe pasar necesariamente por elucidar si la dirección superior de los posgrados se debe adscribir a esta y sus consecuencias en los ámbitos reglamentario y funcional de todo el sistema, lo cual, en mi opinión, es una discusión necesaria para la consolidación del SEP en ese ámbito tan sustantivo para su quehacer.
También ha sido el centro de numerosos debates el para qué y el cómo de la vinculación de los programas de posgrado con las diferentes escuelas de la Universidad. Se observa, por ejemplo, que tal vinculación es un asunto que pasa a menudo por la buena voluntad y el interés de la persona que coordina cada posgrado.
Por ello, es necesaria la búsqueda de mecanismos regulatorios institucionales que les permitan a los posgrados una efectiva relación con las escuelas a las que están adscritas, además de transferirles a estas la responsabilidad de su conducción, generando modelos de gestión dinámicos, flexibles y oportunos para la creación, desarrollo y consolidación de los programas y su vinculación con las demás instancias académicas de las escuelas, así como la toma de decisiones sobre la permanencia de programas con poca o ninguna articulación con las necesidades del país o bien porque la matrícula sea insuficiente para justificar su oferta.
Se requiere modificar la estructura actual del Consejo de Estudios de Posgrado, con el objetivo de tener la asesoría de un grupo de profesionales universitarios conformados en un Consejo Asesor del SEP, entendido como una instancia de reflexión y toma de decisiones en torno al funcionamiento sistémico de la formación en posgrado de la UNED.
Las anteriores acciones estratégicas, y otras que por falta de espacio no se han explicitado, conllevan la reformulación total del actual reglamento del sistema, tarea de primera prioridad que dinamizará el SEP y lo proyectará nacional e internacionalmente, con la calidad y la pertinencia que muchos anhelamos.