Cierre de edición. Hace pocos minutos terminó el partido. Argentina 3, Costa Rica 0. La Selección Nacional ocupó el tercer lugar del Grupo A, gracias a los tres puntos que le dio su valorada victoria 2-0 ante Bolivia en el segundo juego del grupo, luego de que la tricolor sucumbiera ante Colombia 1-0 en el partido inaugural.
Lo que se presumía como una cadena de derrotas abultadas para esta Selección Sub 23, que viajó invitada a la Copa América con un grupo juvenil cuya base son los mundialistas de Egipto -cuarto lugar del planeta-, se convirtió en tres presentaciones decorosas, donde se le jugó a Colombia de tú a tú, siendo los cafeteros el mejor equipo de la primera fase y el primero en clasificarse a la segunda ronda.
Luego, se le ganó espectacularmente a Bolivia, gracias a un partidazo del joven delantero Joel Campbell, y a la Argentina se le hizo un primer tiempo que lo califico, en lo táctico, como de ensueño.
Fue en el minuto 44 que los presionados anfitriones metieron el 1-0, lo que llevó un poco de paz a lo interno del grupo. En la segunda parte, con un Lionel Messi  maravilloso como es costumbre, el anfitrión nos cargó la cuenta con otro par de anotaciones, las cuales no borraron la puesta en escena durante tres partidos de este grupo tan prometedor de futbolistas nacionales, excelentemente comandados por el entrenador argentino, Ricardo La Volpe, quien se lució como estratega en la competencia.
La derrota con Argentina le cerró muchas puertas a Costa Rica de clasificarse a la segunda fase; a la tricolor le bastaba un empate para sobrevivir, pero se sabía lo difícil de obtenerlo ante el poderoso anfitrión.
No obstante, aritméticamente le quedaba a la Selección Nacional una posibilidad que dependía de los resultados de la tercera jornada del Grupo B.
Si Venezuela derrotaba a Paraguay, y Brasil a Ecuador, resultados que ya ustedes conocen, la Nacional tenía posibilidades de seguir con vida; pero, dejando de lado este detalle y concentrándonos en los tres partidos celebrados, no hay duda que los juveniles de don Ricardo sacaron una excelente nota.
Los tres partidos fueron bien jugados, si se aparta desde luego el segundo tiempo contra los argentinos, donde se vio una Costa Rica quebrada y desordenada, superada por la potencia colectiva e individual del anfitrión.
La prensa internacional llenó de elogios a la Selección Nacional. Connotados analistas del continente americano no dudaron en calificar al fútbol costarricense como el mejor y más técnico del área centroamericana, como en los viejos tiempos, diríamos.
Partido correcto contra Colombia; victoria ante Bolivia y un primer tiempo casi perfecto frente a la Argentina resumen la participación de Costa Rica en la Copa América, de la cual sale repleta de ilusiones, de fortalezas, de nuevos rostros que van a encarar lo que verdaderamente interesa: la eliminatoria mundialista a Brasil 14.
UNA GESTA POSITIVA
Después del fracaso del fútbol costarricense en la Copa Oro, donde Costa Rica se presentó con toda su plana mayor, integrada por los mejores futbolistas que juegan en el extranjero, no se pasó de los cuartos de final y nos apeó Honduras, la visita a competir en la Copa América, contra las grandes potencias del fútbol suramericano y absolutamente todas sus estrellas repartidas en el universo, provocaba escalofríos.
Las dudas e interrogantes crecían. ¿Cómo iban estos juveniles a enfrentar a las grandes estrellas del mundo, como los colombianos Zúñiga (Nápoles), Perea (Atlético de Madrid), Yepes (Milán), Falcao (Porto) o a Messi, Higuáin, Romero, Milito, Burdisso, Zanetti, Mascherano y todos los etcéteras?
Se presagiaban goleadas y resultados adversos. Si bien es cierto, se perdieron dos de los tres partidos, la alta calidad de los rivales (Colombia y Argentina) valoró esos resultados, porque Costa Rica jugó muy buen fútbol y sí lo hizo con juveniles.
Hay que ilusionarse cuando se dé la mezcla de estos muchachos, que no se arrugaron ante los mejores del mundo, con el grupo de nuestros legionarios.
Después de esta Copa América, donde se lucieron el joven portero Leonel Moreira; los defensores Oscar Duarte y Francisco Calvo; los volantes Heiner Mora, David Guzmán y José Cubero; el atacante Joel Campbell y casi todo el resto del equipo, queda la sensación de que Ricardo La Volpe tendrá a su disposición mano de obra de calidad para que pueda dar forma y moldear un equipo competitivo que nos regrese a un Mundial.
No hubo rival, por más pintado que fuera, que arrugara a los juveniles costarricenses; se presentó en dos partidos y medio una zona de retaguardia ordenada, coordinada, bien parada y protegida. Desde luego que se quedó debiendo en ataque.
Sin embargo, la consolidación del joven ariete Campbell nos hace pensar que al lado de Bryan Ruiz, Marco Ureña, Cristian Bolaños, Alvaro Saborío y sus propios compañeros de este grupo, como Madrigal, Brenes, Martínez, Guevara y Elizondo, Costa Rica pueda formar un seleccionado de peso para las eliminatorias.
Costa Rica sacó muy buena nota en la Copa América. El viaje, el fogueo, el experimento fue un acierto.
Cada uno de los jóvenes futbolistas regresa a casa con el equipaje repleto de enseñanzas y de lecciones. Y lo mejor, con un gran maestro que como Ricardo La Volpe, los sabrá pulir.