El Dr. Leonardo Boff recientemente escribió sobre el incidente Strauss-Kahn en Nueva York, con la empleada del hotel en que se hospedaba. Hace el Dr. Boff un paralelo entre una violación sexual y la violación del mundo que el neoliberalismo del FMI practica.
Es fascinante ver su uso tan sensible del lenguaje, cuando como teólogo logra describir la voracidad y mercantilización de los valores más enaltecedores de la sociedad.
Todo se puede vender y como tantos títulos falsificados, todo se puede comprar. Nos debemos preguntar qué ocurre en consecuencia con la sacramentalidad del ser humano. Reza la obra de Zorilla” (Don Juan Tenorio) que: “son acciones vanas las de tener respeto a canas”. Más ya no es un vil antihéroe o ruin caballero, el que esboza las palabras que justifican mediocremente el desprecio a la edad mayor y a su sabiduría.
En muchos lugares se está esperando que los viejos nos pensionemos, con la finalidad de partir nuestros tiempos de catedrático en montones de tiempos de instructores. La Universidad no debe cederle a la ideología neoliberal fraguada de un pragmatismo cruel.
Así pues, el conocimiento y la pericia están a la venta también. Lo  que llaman la lógica de lo práctico y presupuestario, no es otra cosa que un insulto a la calidad académica y de vida. ¡De nuevo valores altos que se entierran! Difícil de decidir ese dilema, pero cuando uno nota que se está dando de alta a los catedráticos por falta de financiación, no sabe uno ya qué pensar. ¡Quizás había razón en los que rehusaban aceptar la poca financiación del gobierno!
Hay formas de echar por tierra la sacramentalidad de lo cualitativo (y lo cuantitativo) esbozando argumentos de extraña índole. Pero sí debería haber un techo en el grado de desaire que se esgrima contra la calidad. Sin la calidad solamente queda lo cuantitativo,  intentando formular una nada rabiosa e irrelevante. Conversaciones con lo mudo que nunca logran las respuestas de un diálogo coherente. La matriz de lo relevante ha sido sesgada por la nadie y por la nada.
Es la mejor descripción del neoliberalismo que puedo encontrar. Estoy seguro que las palabras caen sobre los oídos sordos de los tecnócratas económicos que intentan forjar un mundo feliz, lleno de falsedades. Un mundo igualmente lleno de decepciones, pues lo sacramental, lo mágico, lo místico y lo mítico en el hombre, es sagrado y no debe estar al alcance de tiradores escondidos que lo acechan.
Quizás la misma manera en que Strauss-Kahn violó a la pobre mucama, es pues el modo en que se viola al necesitado, al anciano, al obrero, al campesino y a los niños. No es de extrañar que vayan juntos ambos como pares de una coincidencia excepcional. O sea, las dos formas de violación.
¡Es parte de la nueva precariedad de la vida moderna!
Pensando sobre estos temas uno reflexiona que no solamente se quiere destruir a la raza humana, sino someterla a la obediencia laboral que conlleve que los dictámenes del mercado valoricen y establezcan hasta lo espiritual en el hombre.
El mercado que no tiene casi responsabilidad social o religiosa o económica, como líder del hombre. ¡Un absurdo deprimente lleno de nostalgias y tristezas! Se podría decir que la ridiculez convertida en terrorismo.
Cita el Dr. Boff a Karl Marx, que en su tiempo solamente pensaba que el capitalismo explotaba la fuerza de trabajo del obrero, y no los valores propios de la civilización y la cultura. Dejando al hombre sin nada, buscará otros planetas y quizás razas menos evolucionadas, para oprimir de la misma manera.
Ojalá mucho antes logremos quitar esa plaga tan negra de la raza humana. Ojalá si algún día nos encontramos con razas planetarias menos evolucionadas, nos convirtamos en puentes y carreteras para su realización.
“En dando se recibe” reza la oración de San Francisco de Asís y “en muriendo alcanzamos la vida eterna”. Ser puente y carretera, albergue y puerto seguro, para otros es alcanzarlo también, a través del vehículo recíproco del amor y la caridad, para con nosotros mismos.
¡Así pues, en dando se recibe! Es una especie de ontopraxis (selfpraxis) llena del amor al prójimo y de la caridad al otro. ¡De vocación y de deseo de servir a la humanidad! Se revive así lo relevante y se destruye la nada rabiosa que carece de significado. Una ontopraxis con Maestro y no a través de una soledad peligrosa.
El amor y la caridad son parte y contexto de la conversación del hombre para con el hombre. Están también rellenos de la fecundidad del simbolismo que enaltece la mente y llena el espíritu. Del simbolismo enriquecido nace una mitología mágica, mss a veces al revés, la mitología mágica  precede y llega a establecer su propio simbolismo.
Como reza el noveno mándala del Rig Veda: “muchos son los caminos, muchos son los trillos, fluye Indu hacia Indra”. La casa de Dios tiene muchas moradas y el espíritu y corazón del hombre son tantas jornadas hacia una y otra maravilla.